Una periodista oficialista denuncia la inacción de la Policía contra los ladrones en Matanzas

"Entran a las viviendas, estés o no adentro, y te la vacían", cuenta Yirmara Torres, que fue víctima de un robo

La Policía se concentra más en patrullar las instituciones estatales.
La Policía se concentra más en patrullar las instituciones estatales. / 14ymedio
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05 de diciembre 2024 - 18:27

La Habana/No se trata de un debate entre realidad y percepción, como sostiene la Policía: Cuba se ha convertido en un país inseguro. Lo confirman numerosos hechos reportados no solo por la prensa independiente sino también en perfiles de redes sociales, oficialistas e, incluso, en notas de opinión que desaparecen rápidamente de las portadas digitales de los medios estatales o en testimonios propios de periodistas del régimen que han sido víctimas de la violencia. 

Yirmara Torres, reportera en Radio Varadero y ex presidenta de la Unión de Periodistas en Matanzas, denunció esta semana un robo en su propia casa el pasado 21 de noviembre, sobre el cual mantuvo el silencio durante varios días. “Robaron en mi casa”, comentó, indignada y asustada, después de que su hijo informara sobre el suceso y describiera con lujo de detalles lo que los ladrones se llevaron.

Un smart TV marca Philips; una laptop HP; zapatillas y tenis Nike, Reebok y Puma; una lámpara recargable; un reloj Invicta y otro Citizen; micrófonos; una bocina; discos duros externos; una olla arrocera y otra Reina. El hijo de Torres, César Roche, fue claro sobre la situación y la inactividad de la Policía. 

“Hay varias bandas de ladrones que entran a las viviendas, estés o no adentro, y te la vacían”, dijo. “Entran por delante, tengas la seguridad que tengas, y están dispuestos a todo. Y salen como Pedro por su casa, con los bienes robados se pasean por la ciudad, de la cual se creen dueños. Por favor, ayúdennos a recuperar nuestras cosas, porque la Policía no está cumpliendo su función”. 

Para Torres, lo más grave es el pacto de silencio de los medios sobre el calibre real de la situación

Para Torres, lo más grave es el pacto de silencio de los medios sobre el calibre real de la situación. “Hay una escalada de robos con fuerza en Matanzas y lo vamos a demostrar, yo y otras víctimas, en los próximos días”, prometió. “Siento miedo porque esos ladrones y otras bandas andan sueltas en Matanzas, y la Policía hace poco, muy poco”. 

La tranquilidad ciudadana, lamentó la periodista, era “una de las pocas conquistas que nos quedaban”. La crispación en las casas, aseguró, estaba en su punto máximo con el aumento de los apagones y del atrevimiento de los delincuentes. “Acabo de rociar vinagre con bicarbonato en las cortinas porque sentí de pronto un olor extraño, y alguien me dice que echan una sustancia que adormece a la gente”. 

Los robos suelen ocurrir entre las dos y las cuatro de la madrugada. El horario, explica, es casi una convención, porque en realidad las bandas no temen ser sorprendidas por los residentes. La Policía, incluso, tiene videos aportados por las víctimas. Ni siquiera así han actuado, denuncia Torres. “Obviamente estudian la casa”, concluyó. 

Una rutina, muy común durante el Período Especial, ha vuelto a ponerse en práctica en las familias cubanas: que alguna persona acompañe hasta la parada de ómnibus –o a las calles más céntricas, con algo de alumbrado público– al familiar que va a salir para las clases o el trabajo en horas en que todavía no hay luz diurna. También la recogida en la puerta del trabajo para “ir directo a la casa” se estila mucho en La Habana, en medio del creciente clima de inseguridad.

Cerca de la Redacción de este diario se han producido en las últimas semanas al menos tres atracos, todos en las inmediaciones de la línea de ferrocarril que parte de la calle Tulipán. Se trata de una zona que muchos residentes usan para cruzar de un lado a otro de los raíles porque hay edificios altos con cientos de vecinos a un lado y al otro. Además, tiene hierbas altas en las cuales los ladrones se esconden. Allí esperan a que pase alguien para golpearlo o amenazarlo con armas blancas, y luego robarle el teléfono y la cartera.

Una rutina, muy común durante el Período Especial, ha vuelto a ponerse en práctica: acompañar a los familiares hasta la parada de ómnibus

A pesar de la debacle energética, Cuba se somete esta semana a un “Ejercicio Nacional de Prevención y Enfrentamiento a las manifestaciones de indisciplina, las actividades delictivas, las conductas antisociales, la corrupción, las ilegalidades, las indisciplinas sociales y otros fenómenos nocivos”. 

Granma ha advertido de que agentes del Ministerio del Interior “visitan” a personas que cumplen sanción por “delitos priorizados”, es decir, los que tienen que ver con la economía y el sector energético. 

La Policía, asegura el diario del Partido Comunista, está más activa en el patrullaje y la vigilancia, no de los barrios, sino de “instituciones económico-sociales y de servicio”. Se producen, además, numerosos juicios ejemplarizantes “sobre los casos priorizados”, que reciben una discreta cobertura en la prensa local. 

Este miércoles, por ejemplo, el Tribunal Municipal de Cienfuegos sancionó a un individuo por  causar “una riña” el pasado 9 de junio, en la que fue herido una persona ajena. Según 5 de Septiembre, había que dar a conocer el caso para que los cienfuegueros conocieran la gravedad de la pena: “privación de libertad de tres a ocho años”. La persona herida, a quien el acusado apuñaló con un punzón en el tórax, sufrió un shock hipovolémico y necesitó una transfusión de sangre. Permaneció en el hospital durante 15 días. 

Este martes, la prensa oficial se hizo eco del asesinato de Édgar Aliesky Martínez Torres

Este martes, la prensa oficial se hizo eco del asesinato de Édgar Aliesky Martínez Torres, el niño de cinco años cuya muerte violenta fue denunciada por los medios independientes y las organizaciones feministas la pasada semana. Como es habitual en los medios estatales, señalan el crimen cuando ya está resuelto y no dan un solo detalle sobre las circunstancias del hecho violento.

En una encuesta elaborada por la revista Bohemia hace un año, un 92,4% de participantes consideró que la violencia ha aumentado mucho en Cuba, el 42% declaró haber tenido conocimiento de 10 o más delitos violentos en el último medio año y casi la mitad afirmó que un familiar directo o persona cercana fue víctima de alguno de estos hechos. La prensa oficial no ha vuelto a publicar un material que argumente, con ese nivel de detalle, el alza de la violencia en un país que se presentaba como “el más seguro del mundo”. 

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