Pese a sus beneficios, un hotel de lujo español y uno canadiense se niegan a pagar extras a su personal
La ley cubana no obliga a las empresas extranjeras a repartir utilidades entre sus trabajadores
Madrid/Los trabajadores de al menos dos hoteles gestionados por dos firmas extranjeras, el Iberostar Selection Parque Central, en La Habana, y el Royalton Hicacos, en Varadero (Matanzas), llevan dos años reclamando un estímulo salarial que se les niega a pesar de que las empresas han tenido beneficios. Un artículo del diario Trabajadores señalaba, la semana pasada, que las juntas de accionistas de las empresas mixtas que llevan ambos establecimientos decidieron, tanto en 2023 como en 2024, “no aprobar la creación del Fondo de Estimulación Económica (FEE)”. Es probable, aventura el texto, que suceda lo mismo en 2025.
“Como era de esperar, el descontento se convirtió en cliente fijo de dos instalaciones claves en las operaciones turísticas en el país, tanto por su peso en el monto de los ingresos en divisas como por la eficiencia en operaciones concluidas con utilidades”, lamenta el artículo, incluido en un largo especial dedicado a los estímulos salariales en la Isla.
Esa negativa de las empresas, aclara la misma fuente, está amparada por la legislación vigente, concretamente por la Ley de Inversión Extranjera de 2014, que “deja a voluntad de las partes la creación o no de dicho Fondo”.
El complemento en CUC a sus magros salarios en pesos era uno de los principales atractivos para los trabajadores en instalaciones turísticas
Con la Tarea Ordenamiento, que conllevó la desaparición del peso convertible (CUC), a principios de 2021, se eliminaron los estímulos en esta moneda a los empleados de esas firmas. No era algo menor. El complemento en CUC a sus magros salarios en pesos era uno de los principales atractivos para los trabajadores en instalaciones turísticas. Con ello, las gerencias hoteleras ayudaban no solamente a la permanencia de sus empleados, sino a frenar el hurto de insumos, algo usual.
Según la nota de Trabajadores, a partir del “ordenamiento monetario y cambiario” se les prometió “un atractivo sistema mensual de pago de un 2% o 3% de las utilidades”. Los hoteles mixtos eran entonces, señala el texto, “el lugar soñado”.
A ese pago se recurrió en 2022, aunque entonces “se distribuyó un bajísimo porcentaje correspondiente al 2021”. Las cantidades, prosigue el texto, tuvieron un aumento considerable en 2023 y 2024, pero tanto el Iberostar Parque Central de La Habana, perteneciente a la hotelera española, como el Royalton Hicacos de Varadero, de la canadiense Blue Diamond, no otorgaron extras.
“Otras empresas mixtas sí premiaron a 3.784 empleados del grupo empresarial Cubanacán”, precisa la nota. Aunque hace más de dos años que “el sindicato viene promoviendo la idea de buscar alguna variante para proteger el derecho de ser retribuidos por las riquezas creadas”, dice el reporte, “el asunto sigue pendiente de solución, con el costo de un marcado éxodo de la fuerza laboral, y una incidencia negativa en la calidad de los procesos turísticos”.
La esperanza es, lanza el artículo, que la obligatoriedad del FEE en las empresas mixtas se incluya en una próxima reforma de la Ley de Inversión Extranjera, prevista para 2026.
El reparto de los estímulos a partir de las utilidades genera, dice el diario, “inquietud” durante los tres primeros meses del año
Por lo demás, varios debates abre Trabajadores sobre la distribución de utilidades de las empresas, que debe hacerse hasta el 31 de marzo. Antes que nada, el periódico aclara que han de cumplirse dos requisitos fundamentales: “No se puede hablar de distribución de riqueza si esta antes no se ha creado, y tampoco debe hablarse de una distribución de los ingresos generados por ella que no sean compatibles con la participación individual de los trabajadores”.
El reparto de los estímulos a partir de las utilidades genera, dice el diario, “inquietud” durante los tres primeros meses del año, cuando se realizan los cierres financieros.
Ya en las últimas semanas de diciembre, dice otro de los textos, cuando se empieza a cerrar el año, “la gente tiene entonces más o menos un tamaño de bola, como decimos popularmente, sobre si le tocará o no ese ingreso adicional, lo que no sabe es cuánto y, a veces, asimismo surge la impaciencia sobre el cuándo lo recibirá”.
La agilidad en este proceso, asevera Trabajadores, es fundamental: “Un enredo en las cuentas, una demora en los cálculos, pueden conllevar retraso en la distribución de utilidades entre los trabajadores”. Las organizaciones sindicales, prosiguen, deben participar en la toma de decisiones de los consejos de dirección. “La capacidad de negociación sindical a partir de la preparación de sus dirigentes determinará el éxito de esa distribución de utilidades”, sentencian.
En el caso del Iberostar Parque Central y el Royalton Hicacos, los sindicatos no han tenido éxito hasta ahora.