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Pese a la drástica baja del consumo energético en 40 años, los cubanos sufren más apagones

Para este viernes, la UNE anunció 1.215 MW de déficit y cortes eléctricos en hospitales y servicios básicos

El Gobierno cubano ha sido hermético sobre la contratación de las centrales flotantes turcas, tres de ellas instaladas en La Habana / 14ymedio
14ymedio

27 de septiembre 2024 - 22:34

La Habana/El consumo per cápita de energía en Cuba ha disminuido drásticamente al caer de 15.000 kilovatios-hora (kWh) en 1980 a 9.000 en 2023, y sin embargo los apagones están alcanzando récords estos días, con un déficit de generación eléctrica para este viernes de 1.215 megavatios (MW) en horario pico. 

Llueve sobre mojado en el sector energético, donde se van multiplicando las averías en la centrales termoeléctricas (CTE), la reducción de los envíos de petróleo gratuito desde Venezuela y la escasez de divisas para adquirir en el mercado internacional el combustible necesario para hacer funcionar los generadores y las patanas turcas. Con el incendio, este jueves, en una de esas centrales flotantes, la Belgin Sultan, en la bahía de La Habana, la Unión Eléctrica (UNE) sufrió otra desgracia, aunque no hubo daños mayores en este caso.

A falta de la información mensual sobre las importaciones de petróleo que suelen ofrecer los servicios especializados como la agencia Reuters —la profunda crisis política en Venezuela parece haber silenciado esas fuentes que compensan el secretismo habitual del régimen cubano—, no se dispone de datos precisos sobre las entregas de crudo a la Isla en los últimos dos meses. Solo el seguimiento que dan las plataformas de rastreo satelital, como Vesselfinder o Marine Traffic, dan una idea de lo que está pasando realmente en ese sector, aunque varios de los tanqueros procedentes de Venezuela desconectan sus radares para evitar su detección cuando se acercan a Cuba.

La única buena noticia en este panorama desolador es la llegada, este viernes, a Nuevitas, Camagüey, del 'Ocean Mariner'

La única buena noticia en este panorama desolador es la llegada, este viernes, a Nuevitas, Camagüey, del Ocean Mariner, con bandera de Liberia y capacidad de unos 100.000 barriles, que suele traer combustible desde la refinería de Ciudad Madero, en México, bajo un acuerdo con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

En Pastelillo, otro atracadero de la bahía de Nuevitas, las aplicaciones de rastreo marítimo sitúan al Alicia, de bandera cubana, que trae petróleo desde Venezuela para distribuirlo en los principales puertos de la Isla, como La Habana o Matanzas. Hasta 2023, Caracas donaba a la Isla un promedio de 53.000 barriles diarios de crudo con los que Cuba saciaba parte de su demanda, pero cuando el Gobierno de EE UU retiró parcialmente sus sanciones, el régimen de Maduro redirigió hacia el mercado internacional una parte más importante de su producción para conseguir divisas en un momento particularmente crítico para Venezuela.

Algo de alivio se espera con la llegada a La Habana, programada para el 2 de octubre, del petrolero PVT Clara –con pabellón panameño–, procedente del puerto ruso de Kaliningrado. El Kremlin ha sido, junto a México, otro aliado que ha asistido al régimen cubano en su desesperada situación con el combustible. Estos cargamentos aislados, sin embargo, no alcanzan para cubrir las necesidades de la Isla, que reclama 3.000 toneladas diarias de hidrocarburos, según cifras oficiales.

La propia UNE y el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso han atribuido, este viernes, los incesantes apagones a la escasez de petróleo. “La causa fundamental es la falta de combustible para la generación distribuida. Empresas eléctricas provinciales adoptan medidas drásticas ante la situación. En Matanzas, por ejemplo, se planifican afectaciones para circuitos no apagables –por lo general asociados a hospitales o zonas de bombeo de agua–”, explicó el reportero en sus redes sociales.

Con este panorama, era de esperar que la furia de los cubanos se traduzca en más de 300 comentarios al pie del reporte de la UNE

Con este panorama, era de esperar que la furia de los cubanos, desesperados y agotados por los efectos de los apagones, se traduzca en más de 300 comentarios demoledores al pie del reporte de la UNE. 

“Parte de Pinar del Río, Artemisa y otros territorios sin electricidad por las averías del ciclón; además del tiempo relativamente fresco por lluvias y nublados y, ¿tanta demanda? ¿Qué será cuando mañana y pasado resuelvan las averías y salga el sol y suba la temperatura? ¿Hasta cuándo persistirá la falta de combustible?” se queja un usuario, haciendo alusión al paso del huracán Helene cerca de Pinar del Río, que dejó a más de 233.000 cubanos sin servicio eléctrico.

Muchos de los ataques iban directamente a la cúpula en el poder: “No existe mejor negocio para los dirigentes en el mundo que Cuba. Hay tres lugares donde no puede faltar la electricidad: La Habana, el Varadero turístico y los Cayos. Lo demás no importa y nunca ha importado. Cuba parece un campo de concentración”.

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