Pese a las evidencias, el Gobierno desmiente que un tanquero ruso haya llegado a Cuba
"En ningún país del mundo se le da la información energética diariamente al pueblo", dijo el ministro de Energía y Minas
La Habana/“No hay ningún barco ruso que esté llegando con combustible hacia el país”. Con esa frase tajante, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, desmintió este viernes que el tanquero PVT Clara, procedente del puerto de Kaliningrado, atracara en La Habana. La declaración resulta sorprendente, puesto que el buque –como indican las aplicaciones de rastreo marítimo– llegó a la Isla el pasado 2 de octubre y este sábado, ya de salida, apenas había rebasado las aguas territoriales cubanas.
La prensa oficial esperó a que el barco saliera de la bahía de La Habana para publicar un “podcast” especial sobre la situación energética, porque –señalan– han aumentado las “inquietudes de la población”. El PVT Clara, que navega con bandera de Panamá, había zarpado de Rusia el 14 de septiembre y el pasado miércoles arribó a la Isla. Su capacidad es de 20.831 toneladas.
En su intervención, el ministro aseguró que está al tanto de “todo lo que se publica y se comenta” en las redes sociales y en “los medios nacionales y oficiales”. “Inclusive discutimos”, añadió. “Hay muchos comentarios que a veces podemos responder y hay otros que son muy sensibles, y nos demoramos porque tenemos que analizar bien. Recordemos que tenemos un enemigo”, dijo.
De la O Levy dedicó varios minutos a criticar a ese “enemigo” que “analiza palabra a palabra” todas las declaraciones oficiales para “provocar”. “Se hace ese tipo de insinuación para esperar una respuesta”, dijo, y aclaró que no diría nada a menos que fuera una pregunta de un medio “oficial”. “Y siempre analizando lo que se pueda decir”, advirtió, a sabiendas de que la Ley de Comunicación Social, en vigor desde esta semana, obliga a los dirigentes a ofrecer la información que solicite la prensa oficial.
“El Sistema Electroenergético es un tema estratégico, tanto la electricidad como el combustible, por eso son muy sensibles”, prosiguió el funcionario. Explicó que dedica mucho tiempo a leer “los estados de opinión, los comentarios, las cosas que se escriben, la gran mayoría muy correctos y con preocupaciones, algunos con sugerencias, otros buscando a ver cómo va a ser el futuro”.
El parte diario que la Unión Eléctrica ofrece en Televisión Cubana, afirmó el ministro, dice “lo que sucedió y lo que va a pasar y hasta ahí”, ese es “su objetivo”. “Es un programa de momentos de crisis”, admitió, celebrando su propia iniciativa, pues “en ningún país del mundo se le da la información energética diariamente al pueblo”.
“La situación es tan tensa que cualquier cosa que pase durante el día ya varía el pronóstico”
Pero tampoco el programa satisface a los cubanos, se quejó el ministro, porque “mucha gente” piensa que el déficit anunciado no corresponde a la gravedad que se vive día a día. “Es solo un pronóstico”, justificó. “La situación es tan tensa que cualquier cosa que pase durante el día ya varía el pronóstico”.
A continuación, enumeró los factores que pueden fallar: desde una pieza de una termoeléctrica hasta las patanas –el reciente incendio en una de ellas provocó la muerte de dos trabajadores turcos en La Habana–. Todo depende de “barcos, ferrocarriles, transporte por carretera de combustible, lubricantes, piezas de repuestos y casi todos los organismos de la economía del país”.
Pero De la O Levy fue más allá: “Cuando no tienes reservas de combustibles cualquier pequeño detalle cuenta: un barco que se retrase, un oleaje que demora el atraque de un barco, provoca indisponibilidad de combustible. Eso nos pasa muy a menudo porque no tenemos cobertura en nuestros tanques. Por eso ocurren las desviaciones del pronóstico de la mañana con respecto a lo que pasa después en la realidad”.
Cuba está viviendo uno de los muchos picos de la crisis energética en lo que va de año. El mismo día en que el PVT Clara llegaba a Cuba la agencia Reuters reveló el desplome de los envíos petroleros de Venezuela, principal socio energético de La Habana. Caracas envió en septiembre a Cuba unos 22.000 barriles de petróleo por día (bpd), una caída considerable frente a los 33.700 bpd de junio, el último mes del que se tuvo registro.
Muy lejos quedan los 56.000 barriles diarios que Venezuela enviaba en 2023 gracias al acuerdo firmado en el año 2000 por Hugo Chávez y Fidel Castro. Para compensar esta reducción, pero sin alcanzar los niveles necesarios para mantenerse estable, la Isla ha recurrido cada vez más a la ayuda de Rusia y de México. El resultado: largos apagones que, desde hace meses no dan tregua a los cubanos.