Pese a la situación desastrosa del país, Díaz-Canel solo ve éxitos en Cuba

La Habana/El día amaneció complicado en la redacción de 14ymedio en La Habana. Varios miembros del equipo se despertaron sin conexión a internet y comenzó la carrera para encontrar las vías alternativas con las que llegar a los lectores. El motivo se asumía con resignación: Etecsa volvía a cortar las comunicaciones de activistas y periodistas independientes este 26 de julio, cuando el oficialismo cubano celebra el aniversario del asalto al cuartel Moncada, o Día de la Rebeldía Nacional, como prefiere llamarlo.

A cientos de kilómetros, en Cienfuegos, Díaz-Canel pronunciaba su discurso: "Democracia, participación popular, humanismo, creatividad, innovación, compromiso, ideales y pasión revolucionaria definen hoy lo que es la Revolución cubana, y la justicia social sigue siendo nuestra guía". No habló de la libertad de prensa y tampoco de los cortes selectivos de internet.

El mandatario se presentó en la Plaza Cultural de la ciudad, en la que habían logrado reunir a más de 10.000 personas, según Cubadebate, y dio el brazo a Raúl Castro, que se apoyó también en el de la primera secretaria del Partido en el territorio, Marydé Fernández López, para caminar hasta su lugar de honor. Desde allí agitó la bandera roja y negra con entusiasmo y escuchó la charla de su sucesor, que no había nacido aún en la fecha señalada pero cuyo discurso se anclaba en el siglo pasado.

Díaz-Canel reivindicó el alegato de Fidel Castro La Historia me absolverá como remedio a la "amnesia" que quiere imponer "la lógica imperial" y habló de las "presiones materiales" con las que se pretende hacer claudicar "el espíritu de resistencia y que el pueblo cubano olvide por qué se hizo una revolución socialista de los humildes, con los humildes y por los humildes".

Para la jornada se ha anunciado un déficit de electricidad superior al 10%, aunque a primera hora de la mañana la televisión mostraba sin problemas el acto oficial

Mientras los cubanos transitaban por la Isla comprobando si todas las desabastecidas bodegas estaban cerradas o algún carretillero les resolvía la jornada con algún producto por la izquierda, Díaz-Canel hablaba de una época en la que los cubanos no tenían propiedad de las tierras y casas, los negros y mestizos estaban marginados, las mujeres carecían de derechos y había desamparados y hambrientos. Aunque podía estar hablando de este martes 26 de julio de 2022, se refería a mediados del siglo XX.

Para la jornada se ha anunciado un déficit de electricidad superior al 10%, aunque a primera hora de la mañana la televisión mostraba sin problemas el acto oficial. Díaz-Canel, en todo caso, consideró apropiado referirse a los apagones y pidió a los cubanos que, por mucho que piensen que no hay nada peor que los cortes de luz que padecen a diario, "deben comprender que el bloqueo norteamericano es el tronco y la raíz de nuestras dificultades económicas".

El gobernante no tenía el día muy acertado. Mencionó como grandes logros cubanos los éxitos en el deporte cuando la fuga de atletas es más constante que nunca, de ahí pasó a la baja mortalidad infantil en un año que ha dejado cifras catastróficas para los indicadores habituales de la Isla. Mencionó la seguridad ciudadana el día que se conoce que hay hasta 10 robos diarios de ganado en Ciego de Ávila y, cómo no, la Salud, unos días después de contar que falta casi la mitad de medicamentos del cuadro básico.

AMLO, el dirigente mexicano, parece estar ganando terreno en los afectos de la dirigencia cubana frente a Nicolás Maduro, a quien no mencionó el mandatario

En su discurso, el presidente también hizo referencia a las nuevas normas recientemente aprobadas que ubican a Cuba "en la vanguardia del respeto a los derechos y garantías", aunque no se refería al Código Penal, ni a la Ley de Comunicación sino al Código de las Familias, una de las pocas normas aprobadas por su Gobierno –si no la única– que la comunidad internacional puede ver con buenos ojos y que será sometida a referéndum en septiembre.

Díaz-Canel también agradeció el apoyo a los jefes de Estado que han mostrado su respaldo a Cuba, y entre ellos tuvo un recuerdo especial para Andrés Manuel López Obrador, el dirigente mexicano, que parece estar ganando terreno en los afectos de la dirigencia cubana frente a Nicolás Maduro, a quien no mencionó el mandatario pese al vínculo que une desde hace más de dos décadas Caracas y La Habana.

Por último, Díaz-Canel dijo que "la delincuencia debilita la obra social y la corrupción todo lo corroe" e instó a combatirla desde dentro. "Si nos hubiéramos dado por vencidos después del Moncada, después del Granma, si hubiésemos aceptado la idea de la derrota, hubiésemos sido derrotados, pero nunca fue así y esa siempre debe ser nuestra actitud", concluyó.

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