Piden dos años y medio de prisión para el opositor José Manuel Barreiro por compartir memes de Díaz-Canel
Se comprobó “hasta la saciedad su inocencia”, acusan sus familiares
La Habana/El opositor José Manuel Barreiro Rouco, detenido en junio del año pasado, tuvo finalmente su juicio el pasado lunes en el Tribunal Provincial de Cienfuegos. La Fiscalía solicitó para él una condena de dos años y medio de prisión por los delitos de desacato y tenencia y venta ilegal de dólares.
La primera acusación, según la petición final, fechada el 22 de mayo y dada a conocer por familiares el pasado sábado, se basa en el hecho de compartir memes considerados ofensivos y que afectan “el honor y la integridad de figuras relevantes de la Revolución cubana”, entre ellas el mandatario Miguel Díaz-Canel.
Según el señalamiento, Barreiro Rouco publicó en un grupo de WhatsApp llamado Familly, con 11 personas cercanas, “imágenes en las que se le atribuían epítetos degradantes” a Díaz-Canel, Raúl y Fidel Castro. La acusación dice que “también escribía mensajes en los que manifestaba ‘Patria y Vida’ y ‘Abajo el Comunismo’”. Asimismo, “se vincula con personas que se oponen al sistema revolucionario cubano, tanto en el escenario físico como virtual, apoyando publicaciones de la página de Facebook conocida como Aguada Informar”.
La acusación dice que también escribía mensajes en los que manifestaba ‘Patria y Vida’ y ‘Abajo el Comunismo’
Sobre la tenencia y venta ilegal de dólares, el documento jurídico indica, escuetamente, que el activista, “en la primera quincena del mes de junio de 2023, sin que se pudiera establecer la fecha exacta”, vendió 1.000 dólares y que obtuvo ganancias por 200.000 pesos, “fuera de los canales legalmente establecidos en el país para esa actividad”.
Jam Pérez, sobrino del activista, publicó en Facebook que, inicialmente, Barreiro Rouco, miembro del Movimiento Ciudadano Reflexión y Reconciliación, fue “acusado de pertenecer a un grupo dedicado a subvertir el orden constitucional en Cuba”. Agregó que se comprobó “hasta la saciedad su inocencia”, por lo que “se le intentaron fabricar otros delitos que tampoco se sostuvieron”.
En el post explicó que, “ya estando bajo arresto domiciliario, se le notifica que está acusado de desacato y tráfico de moneda”, acusaciones ambas, dijo, “sin ningún tipo de respaldo”. Añadió que la familia se encargó de mostrar todos los elementos a fiscales, abogados y miembros de tribunales, y “llegaron al consenso de que ninguna de las acusaciones se sostiene”.
Sobre los mensajes, agregó que “si bien es cierto que en el grupo Family compartíamos contenido no afín con el sistema, sería válido aclarar que el grupo, como bien dice su nombre, es estrictamente familiar y nada ni nadie está autorizado a violar la privacidad y la intimidad de una familia”.
Únicamente alguien con toda la mala intención del mundo se atrevería a acusarlo de semejante cosa
“No creo que mi tío, uno de los hombres más inteligentes, amables y cariñosos que he conocido, incitara a su familia a cometer semejante disparate. Únicamente alguien con toda la mala intención del mundo se atrevería a acusarlo de semejante cosa”, remarcó.
Barreiro, de 54 años, residente en el municipio Aguada de Pasajeros, en Cienfuegos, fue arrestado el día 15 de junio del año pasado “sin explicación del porqué de su detención”. Por 90 días estuvo en prisión preventiva, “investigado” por –se dijo en ese entonces– una publicación que hizo en Facebook la madrugada anterior, donde denunciaba que un ex agente de la Seguridad del Estado estaba entrando legalmente a Estados Unidos.
Luego de seis meses encarcelado –sin petición fiscal alguna ni juicio ni número de caso– “se le hizo un cambio de medida a reclusión domiciliaria”, el 30 de diciembre pasado, contó su sobrino.
Hasta agosto pasado, la cifra de presos políticos en Cuba asciende a 1.105, de acuerdo con el último informe mensual de Prisoners Defenders. En su comunicado publicado este lunes, PD hizo hincapié en “la situación horrorosa que viven los presos, famélicos, enfermos, sin atención médica y torturados” y denunció “la falta de alimentación, la nula atención médica y la negación de medicamentos”.