Pinar del Río se queda sin transporte público hasta nuevo aviso

La Habana/Las autoridades de Pinar del Río informaron de que la suspensión del transporte público que comienza este sábado –justificada con las “dificultades” para adquirir combustible en la provincia– seguirá “hasta que las condiciones permitan el restablecimiento”. Tampoco funcionará el tren desde la cabecera provincial hasta La Habana, indispensable para los pinareños que trabajan en la capital de la Isla. 

Otra de las rutas afectadas es la que conduce al municipio de Guane, que retomará su “salida habitual hasta el día 16”, según un comunicado de la Dirección de Transporte sobre la situación. Este tren salió el pasado 12 de septiembre para transportar estudiantes desde la cabecera provincial, aunque la nota no especifica si se trata de alumnos becados cuyo transporte de regreso está garantizado. 

Era una suerte de anuncio de lo que estaba por venir después del verano

Los únicos vehículos que siguen brindando servicio en la provincia son la flotilla de triciclos eléctricos en los que el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, ha cifrado su solución –parcial, puesto que depende de la inestable generación eléctrica del país– para la debacle de la transportación. El comunicado, sin embargo, no explica si los 20 triciclos que hay en Pinar del Río seguirán operando con normalidad después del anuncio. 

Rodríguez Dávila dijo el pasado junio –cuando se donaron los triciclos– que sería “muy importante la incorporación de estos vehículos”  debido a las “circunstancias muy complejas por dificultades con la disponibilidad de combustibles, y de piezas de repuesto, baterías y gomas para los medios de transporte”. Era una suerte de anuncio de lo que estaba por venir después del verano. 

La clave para mantener a los triciclos andando es el funcionamiento de las termoeléctricas y demás componentes del Sistema Eléctrico Nacional, que sigue de una crisis en otra. Tanto las centrales como las patanas de generación flotante contratadas a la empresa turca Karpowership están en jaque por la misma causa que paraliza al transporte pinareño: la falta de combustible, una excusa a la que el Gobierno lleva años recurriendo para explicar la debacle. 

Según el parte diario de la Unión Eléctrica, este sábado la unidad unidad 2 de la termoeléctrica Felton (Holguín) y las unidades 5 y 6 de la termoeléctrica Renté (Santiago de Cuba) están averiadas. Unas 50 centrales de generación distribuida están paralizadas y la patana de Regla –parte de una flota que el Gobierno celebró como una de sus soluciones energéticas– también están fuera de servicio. 

Para este sábado se estima un déficit de 890 megavatios, lo cual se traduce en más apagones, que no dan tregua aunque el verano –el período más crítico por el alto consumo– haya terminado. 

Para este sábado la UNE estima un déficit de 890 megavatios, lo cual se traduce en más apagones

Cada provincia ha buscado supuestas alternativas ante la crisis. En Villa Clara, cuya capital provincial depende casi exclusivamente del transporte privado, la prensa oficial ha denunciado la sobreexplotación de los vehículos de tracción animal. Los carretones de caballo, que comunican el centro con puntos clave de la ciudad –los hospitales, la terminal de ómnibus y la de trenes, y la salida a Camajuaní–, están cada día más expuestos a los abusos de los conductores. 

Lo contaba este viernes Vanguardia, al describir cómo los animales son presa del “susto, el dolor y la fatiga” cuando la fusta de los carretoneros los azota. Ante las protestas de los pasajeros, narran, el conductor responde: “El caballo es mío y hago con él lo que entienda. Si no le gusta, bájese”. 

En medio de la crisis, que no tiene para cuándo acabar, es casi irónico que el Gobierno organice una Feria de Energías Renovables con el objetivo de “intercambiar experiencias y conocimientos que tributen a la estrategia de Cuba de cambiar su matriz energética”. Con dinero de sus aliados –en particular de China– la Isla planea instalar cada vez más paneles solares, una nueva “solución” con la cual el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, promete –como tantas veces– acabar de una vez con los apagones.