Placetas estrena campanas
Santa Clara/Animados por la fe religiosa y la curiosidad los residentes de esta ciudad, ubicada al centro mismo de la Isla, se congregaron esta semana frente a la Parroquia San Atanasio de Placetas en la provincia de Villa Clara a escuchar el tañido de sus tres nuevas campanas.
Todas fueron fundidas en bronce el año pasado en Annecy, Francia, en la prestigiosa fábrica Paccard. Una empresa familiar que transmite el arte de la fundición de campanas de padres a hijos desde 1796. Hasta el día de hoy ha fundido más de 120.000 campanas y carillones distribuidos por todo el mundo.
Monseñor Arturo González Amador, Obispo de esta Diócesis de Santa Clara, ofreció la bendición a las recién llegadas e hizo un elogioso recordatorio de María Teresa de Luxemburgo, una cubana perteneciente al clan familiar Falla-Bonet y actual alteza real del país europeo. La Gran Duquesa consorte donó la campana de mayor tamaño con un peso de 445Kg, que fue consagrada a la Virgen de la Caridad del Cobre.
Estos apellidos son recordados no solo por una extensa obra caritativa, sino también por su labor empresarial que tanto contribuyó al fomento de la riqueza industrial azucarera de Cuba en tiempos republicanos.
Las dos campanas menores tienen como sus donantes principales a Alice Attal y Emeric Rozieres. Pesan 225 Kg y 125 Kg, respectivamente, y están dedicadas a San Martín de Tours y San Juan Pablo II, respectivamente. Esta elección se debe a que la Parroquia de Placetas se encuentra precisamente atendida por la Comunidad San Martín de Tours, y por el afecto y respeto que en los cubanos dejara el Santo Padre que visitó Cuba en 1998.
Al acto religioso asistieron el Embajador de la República Francesa en Cuba, Jean-Marie Bruno, destacados líderes de otras religiones y el pueblo católico de Placetas, en particular muchos jóvenes. No hubo de manera oficial una representación gubernamental.
A partir de ahora los placeteños tendrán otro motivo de orgullo, además de sus calles amplias y rectas y su envidiable situación, conectada al resto de la Isla por la carretera central, el ferrocarril y la autopista nacional. Una anciana presente en la ceremonia, que asegura ser hija y nieta de gente nacida en el lugar vaticinó con esperanza “nuevas campanas, noticias nuevas…” Así sea.