En plena crisis energética, Cupet anuncia la suspensión de la venta de gas licuado en noviembre
Los precios del producto se han disparado en el mercado informal, donde se piden hasta 25.000 pesos por una bala
La Habana/La venta de gas licuado, único producto con el que cuentan para cocinar muchas familias en medio del apagón, se suspenderá en varias provincias a partir de noviembre. Para La Habana, Mayabeque y Artemisa, el próximo día 4 marca la fecha en la que los puntos de venta no ofrecerán el producto. En Camagüey, por su parte, no tendrá que esperar tanto: este sábado se suspenderá la adquisición de las balas de gas.
Según el comunicado de Unión Cuba Petróleo (Cupet) este viernes, la suspensión de la venta se debe a la demora en la descarga de un barco que se encuentra en un puerto nacional no identificado. La empresa responsabiliza del retraso al “proveedor”, pero admite en el propio documento que ha debido enfrentar “un cambio imprevisto en las formas de pago, ya que el crédito ha sido retirado”.
Parca en su comunicado, Cupet evita mencionar tanto al “proveedor” como el porqué del retiro del crédito, además del barco. Este último, sin embargo, es posible deducir que se trata del Fortunato, un tanquero de LPG (gas licuado de petróleo) con bandera de Panamá que hizo una parada el miércoles en Moa (Holguín) y ahora va camino a Maisí (Guantánamo).
Según las aplicaciones de rastreo marítimo, el tanquero realiza viajes frecuentes entre México y Cuba
Según las aplicaciones de rastreo marítimo, el tanquero realiza viajes frecuentes entre México y los puertos de la provincias orientales de la Isla, por lo que no se descarta que sea ese país, aliado petrolero de La Habana, el “proveedor” que menciona Cupet.
Si bien el anuncio de la estatal no se hizo hasta este viernes, lo cierto es que el gas escaseaba en los puntos de venta mucho antes del apagón general y, con la desconexión del Sistema Energético (SEN) y el paso del huracán Oscar por Guantánamo, la demanda alcanzó su pico en los últimos días.
Mientras se reduce su disponibilidad en los circuitos oficiales de venta –donde las balas de 10 kilogramos cuestan 225 pesos y las de 45 kg, 1.014–, el gas ha alcanzado precios prohibitivos en el mercado informal. “Por la calle las balas rellenas están entre los 23.000 y 25.000 pesos y lo que comenta la gente es que no habrá más en los puntos de venta hasta nuevo aviso”, cuenta Mariana, una residente en Sancti Spíritus que, incluso antes de que pasara Oscar, ha estado inscribiéndose en las listas de venta de gas para intentar comprar una bombona.
“Al final estuve semanas haciendo colas y repasando listas y no pude comprar. Solo me queda acudir a los revendedores, pero con la escasez se han aprovechado y están obligando a la gente a comprar un kit que incluye la balita de gas y un fogón, todo a 45.000 pesos”, asegura.
Los cubanos no han dejado que su incomodidad pase desapercibida
Los cubanos no han dejado que su incomodidad pase desapercibida, y al pie del comunicado de Cupet, en el que la empresa ofrece “disculpas por las molestias ocasionadas”, han dejado sus quejas: “Y, ¿que cocino con las disculpas? Hay que tomar decisiones y alternativas para las familias ,hay muchas personas en edificios que no pueden cocinar con leña”, reclamaba una internauta.
Otros, sin tiempo que perder, se han lanzado a negociar el trueque de gas por otros productos que, igual de desaparecidos de la mesa, también se ofrecen por precios elevados. “Cambio 20 libras de azúcar parda por el líquido de una balita de gas. Yo tengo el azúcar”, reza una publicación de Facebook.
Por su parte, el SEN, que nunca se recuperó del todo del apagón general de octubre, ha vuelto a entrar en crisis y desde hace varios días el déficit no baja de los 1.000 megavatios (MW). Para este viernes la afectación pronosticada es de 1.595 MW, la mitad de la demanda energética total de la Isla.
La noche del jueves, el ministro de Energía y Minas anunciaba la nueva crisis en Televisión Cubana
La noche del jueves, el ministro de Energía y Minas anunciaba la nueva crisis en Televisión Cubana: “El sistema está débil, hay un déficit muy grande de generación”. Similar a la intervención de Manuel Marrero un día antes del corte general del 17 de octubre, la explicación de Vicente de la O Levy no auguraba nada bueno, aunque el funcionario subrayó que “las condiciones no están para que el SEN se caiga”.
No obstante su intento de calmar a la población, este viernes las señales del desastre se han hecho presentes. “El director del Despacho de Carga en Villa Clara, Yadier Ruiz, dijo que en estos momentos están apagados 162 de los 164 circuitos del sector residencial de la provincia. ‘El déficit de electricidad en el territorio a esta hora del pico del mediodía asciende a 150 MW, no es posible ajustarse a la programación de interrupciones publicadas en la prensa y sitios digitales oficiales, ni rotar circuitos en circunstancias energéticas tan complejas’”, publicó esta mañana la emisora CMHW de Villa Clara citando a las autoridades locales.