En pleno apagón nacional, La Habana se inunda tras varios días de lluvia
El temporal no detuvo a los habaneros que, impulsados por la necesidad, salieron en busca de alimentos y medicinas
La Habana/Desde hace tres días llueve, casi ininterrumpidamente, en La Habana. Varios barrios han sufrido inundaciones y, con la desconexión total del Sistema Eléctrico este viernes, la situación se vuelve cada vez más incierta. Las autoridades han emitido en las últimas 24 horas varias alertas para sanear la ciudad y evitar la acumulación de agua. Los habaneros, impulsados por la necesidad, han salido a las calles a comprar alimentos o medicinas sin reparar demasiado en el temporal.
Según el último parte del Instituto de Meteorología, un frente frío estacionario que arribó el pasado miércoles al occidente y la conformación de una onda tropical al sur de Cuba –que podría convertirse en ciclón en las próximas 48 horas–, mantienen a la Isla con grandes probabilidades de tormentas y chubascos. Hasta el momento, los pluviómetros que marcan mayores acumulados de lluvias se sitúan en Caibarién (Villa Clara), con 165,3 milímetros; Bainoa (Mayabeque), con 134 milímetros y Bahía Honda, (Artemisa), con 94,8 milímetros.
La Habana no figura en la lista, pero los reportes de fuertes lluvias en la capital no han cesado desde hace días, ablandando muros y columnas. Este viernes, un reporte en redes sociales deja imágenes de un derrumbe de una casa colonial en la esquina de las calles Muralla y Aguiar, en La Habana Vieja. Según las fotografías, un árbol que había crecido aferrado a una de las paredes del inmueble arrasó con parte de la fachada tras caer por el viento y la lluvia.
Otro reporte de Escambray, el medio oficialista de Sancti Spíritus, agrupaba fotos compartidas el jueves por residentes en la capital en las que se evidencian inundaciones en numerosas zonas de la ciudad, incluyendo el túnel de la bahía, por donde las autoridades transitan con el agua a la altura de los tobillos.
Las medidas anunciadas ese día por el gobierno de La Habana, sin embargo, no sirvieron de mucho. No solo las personas y los vehículos siguieron transitando en las calles anegadas, sino que los tragantes –cuya limpieza estaba prevista entre las indicaciones– estaban en su mayoría obstruidos con la basura que la lluvia arrancaba de los vertederos que abundan en la ciudad.
En un recorrido por el municipio de Diez de Octubre, 14ymedio visitó el jueves la calle Concha, donde se ubica el hospital Miguel Enríquez –conocido por los habaneros como La Benéfica–, que un día antes se vio inundada por completo. El agua, a una altura considerable, se coló en las casas de los residentes del lugar.
En el municipio quedaban señales de las fuertes lluvias y el agua corría calle abajo dejando bolsas de nailon y ramas de árboles enganchadas en postes y contenes. Los charcos, algunos infranqueables, estaban presentes en la mayoría de las calles. Pocos desagües, a los que algún buen samaritano retiró la basura que los obstaculizaba, lograban digerir lentamente el agua acumulada.
Lo que no desapareció, incluso cuando los aguaceros arreciaron, fueron las colas de habaneros en los portales de bodegas, cajeros y farmacias. Algunos armados con capa y sombrilla, otros resignados a mojarse y en chancletas, “nada los disuade de comprar”, asegura Arelis, una vecina de Luyanó.
Si bien el cubano siempre ha temido al temporal y, por ende, a la lluvia y al viento, más teme al hambre y la enfermedad.
Este viernes, cuando la situación energética finalmente llegó a su peor momento y las autoridades anunciaron la desconexión del Sistema Eléctrico Nacional y el cese de todas las operaciones prescindibles, en la capital sigue lloviendo y los cubanos “no hallan qué hacer”.