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La Policía cubana insiste en responsabilizar a los emigrados del tráfico de droga en la Isla

El 'químico' entra al país “en polvo, en líquido, mezclado con acetona, impregnado en papel o en picadura vegetal”

Las autoridades detectaron 82 recalos de droga en las costas cubanas, un total 507 kilogramos / La Demajagua
14ymedio

22 de agosto 2024 - 14:03

La Habana/La fuente de la droga que entra a Cuba está “a 90 millas”, repitió varias veces este miércoles el coronel Juan Carlos Poey, jefe del órgano antidroga del Ministerio del Interior. Entrevistado en el programa Mesa Redonda, su balance sobre el consumo de narcóticos en la Isla en el primer semestre del año pronto se convirtió en diatriba contra Estados Unidos, desde donde –asegura– los cubanos emigrados traen el químico, un “cannabinoide sintético” con 45 variantes que entra “en polvo, en líquido, mezclado con acetona, impregnado en papel o en picadura vegetal”. 

Poey aseguró que desde 10 países –con el “vecino del norte” a la cabeza, desde luego– se ha tratado de meter narcóticos a la Isla, casi siempre en el equipaje de cubanos emigrados. La lista no incluye a Colombia y Venezuela, países donde abunda el negocio, pero sí Surinam, México y Ecuador. 

El tono de urgencia de Poey sobre la “complejidad” del tráfico contrasta con las cifras semestrales que ofrece, que son más bien exiguas: 82 recalos detectados –unos 507 kilogramos de droga, en su mayor parte cocaína–; 107 operaciones interprovinciales “obstaculizadas”; 174 personas detenidas; y solo 23 kilogramos de droga incautados. Por vía aérea se detuvieron 26 operaciones, tres de ellas supuestamente en el exterior, y capturaron a 61 personas –47 cubanos y 14 extranjeros– cuyos cargamentos sumaban apenas 48 kilogramos. 

“Lo anterior ha permitido imputar a 3.010 personas por Tráfico y Tenencia de Drogas en acciones operativas y públicas y asegurar 158,42 kilogramos de drogas que no llegaron a ese mercado, más de  81 millones de pesos y 33 armas de fuego, entre otros elementos”, resumió. 

También en Cuba se producen drogas, dijo Poey, sobre todo marihuana en el oriente del país

También en Cuba se producen drogas, dijo Poey, sobre todo marihuana. Sus agentes han desmantelado 67 plantaciones en casas y “tierras estatales” en Granma, Santiago de Cuba, Holguín, Las Tunas, Camagüey, Guantánamo, Ciego de Ávila, La Habana, Matanzas y la Isla de la Juventud. En la redada se recogieron 38.696 plantas y 50.235 semillas. 

Aunque mostró mapas de rutas de lanchas de traficantes bordeando Guantánamo, a Poey le preocupó más describir la situación de La Habana, cuya primacía en el mercado es cada vez más indiscutible. 

Desde las provincias hacia la capital el tráfico de marihuana no cesa, añadió; mientras que es La Habana desde donde parte el químico hacia occidente y el resto del país. Poey describió a la mayor ciudad de Cuba –y en particular los municipios de La Lisa y Arroyo Naranjo, “lugares complejos”– como el “principal mercado para la articulación de estas actividades a partir de la diversidad, disponibilidad, altos precios, mayor base de apoyo, traficantes, expendedores y consumidores”. 

Según el oficial, son los jóvenes y adolescentes quienes más consumen y cada vez a edades más tempranas, un dato del que ya había advertido en anteriores reportes. Su departamento detectó a 51 jóvenes y 72 menores consumidores durante la primera mitad del año. Los narcóticos están disponibles en puntos de venta clandestinos, manejados por “elementos inescrupulosos”, y en las redes sociales. “Los reportes de hechos en los niveles de enseñanza, el de Secundaria Básica, Técnica Profesional y Preuniversitaria, acumulan las mayores afectaciones”, señaló. 

Un joven en plena convulsión bajo los efectos del 'químico' / Captura

Aseguró que la hoja de papel común impregnada de droga –una mezcla de acetona y otras sustancias, como medicamentos para animales– se ha popularizado: “Imaginemos que de una hoja gaceta, al tamaño de un carné de identidad, esa dosis cuesta 12.000 pesos, y esa misma dosis se convierte en más de 100 dosis (del tamaño del fragmento de papel que arroja una ponchadora, con un valor de 250 pesos y de la cual pueden fumar hasta cuatro personas) para consumo, y cada hoja de papel tiene alrededor de seis u ocho porciones con esas proporciones. Es decir es un negocio altamente lucrativo y que provoca una contaminación importante por el grado del efecto que puede tener la droga y la expansión de la misma”, detalló. 

Los estudiantes llegan a la droga los fines de semana y en horario nocturno, dijo otro de los invitados al programa, el viceministro de Educación, Eugenio González. Sin embargo, según las cifras que manejó, es claro que el 10% de los hechos de compraventa se produce en el interior de las escuelas cubanas. Hay 284 centros que necesitan “atención diferenciada”, admitió, por la proliferación del consumo. El 47% de los sucesos tiene que ver con el químico, y en menor medida con marihuana y psicofármacos mezclados con alcohol. 

Los jóvenes “no andan enajenados en las calles”, quiso defender González, quizás en referencia velada a los videos –cada vez más frecuentes– de adolescentes narcotizados por el químico

“Ya hay consumo, tenencia y expendio entre los jóvenes. Incluso, jóvenes entre 16 y 19 años se involucran como vendedores”, alertó. Poey, por su parte, dijo de soslayo que ya los traficantes “se asocian”, aunque matizó diciendo que eso solo ocurre “de manera ocasional”.  

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