La Policía exhibe viejos casos en los medios oficiales para mostrar cómo “da respuesta” a la delincuencia
El Noticiero reportó el desmantelamiento de una red de falsificación de documentos migratorios, involucrada también en delitos de robo e intimidación
La Habana/En las últimas semanas, las páginas de los periódicos oficiales de la Isla se han llenado de noticias de crímenes cometidos desde 2023 que buscan atraer la atención del público sobre una idea: aunque la “percepción” popular no esté de acuerdo, las autoridades sí “dan respuesta a cualquier conducta delictiva en cualquier circunstancia”. El último reporte fue el difundido este martes en el Noticiero de Televisión Cubana, en el que el Ministerio del Interior asegura haber capturado a varios implicados en la falsificación de documentos migratorios.
Según el reportaje, la operación fue descubierta cuando una persona intentó pasar los controles aduaneros de la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí, con documentos falsificados. Las autoridades no revelaron la fecha en la que ocurrió la detención, pero aseguran que el viajero tenía “características sospechosas”.
“A partir de los sistemas inteligentes que tenemos y también la preparación con la que contamos los oficiales de inmigración, nos percatamos de que el investigado no es quien dice ser. Su vocabulario, su manera de expresarse, su comportamiento muy pausado (...). Estamos ante una persona que estaba adaptada al intercambio en cuestiones legales con las autoridades”, explican.
El detenido “se encontraba en libertad condicional y estaba bajo investigación de los órganos de enfrentamiento del Ministerio del interior”
El detenido “se encontraba en libertad condicional y estaba bajo investigación de los órganos de enfrentamiento del Ministerio del interior”, añade el reporte.
Los detalles sobre la desarticulación de la red son confusos, pero las autoridades señalaron que los acusados, cinco hombres y dos mujeres, contactaban a través de Telegram a los interesados y cobraban grandes sumas. También estaban envueltos en delitos de robo con fuerza, intimidación y tráfico de personas. “Fijaban un lugar para encontrarse, los intimidaban (a los “clientes”) con con armas blancas y, en algunos casos, con armas de fuego logrando despojarlos de grandes sumas de efectivos como en uno de los casos donde lograron sustraer 50.000 dólares y en otros más de un millón de pesos”, refieren.
El Tribunal Provincial de La Habana condenó a uno de los implicados a cinco años de cárcel mientras que el resto obtuvo penas de entre 20 y 28 años. “Se decomisaron las armas empleadas, los bienes adquiridos de elevado valor como resultado de negocios ilícitos, así como se dispuso, en calidad de depósito, de los vehículos utilizados para la comisión delictiva –un Lada y un ciclomotor eléctrico–. Todos fueron obligados a reparar el daño material causado”, aclaran.
En su afán por mostrar el “lado bueno” de la Justicia, las autoridades recordaron que “el Ministerio del interior ha brindado especial prioridad a hechos violentos de este tipo, lo cual ha permitido erradicar focos delictivos que había en diferentes municipios de la capital y procesar un grupo importante de personas”. También lanzaron una advertencia a la población de “seguir los protocolos legales” a la hora de tramitar documentos.
Compartido en Granma, al audiovisual lo acompañaba una nota sobre el desmantelamiento de una operación de narcotráfico en oriente, sobre la que el Gobierno ya había informado en febrero. Las penas conjuntas solicitadas fueron de entre 20 y 30 años de prisión contra 15 personas, tres de ellas extranjeras, tras desmontarse la red con base en Jamaica. Según la prensa oficial, el grupo –liderado por un cubano con residencia en el extranjero– intentó establecer "una base de apoyo" desde la isla para introducir cocaína y droga sintética por vía marítima desde el lado oriental del país.
Drogas, armas, tráfico, asesinatos, delitos violentos y robos armados son el panorama que ha descrito en las últimas semanas la prensa oficial
Drogas, armas, tráfico, asesinatos, delitos violentos y robos armados son el panorama que ha descrito en las últimas semanas la prensa oficial, aunque las autoridades declaran que se debe a la mayor divulgación en redes sociales de estos delitos, lo que aumenta la percepción de la violencia, pero en realidad las cifras –que no ofrecen en ningún momento– no han aumentado.
El pasado marzo, el coronel Idael Fumero Valdés, jefe de Información y Análisis de la Dirección Técnica de Investigaciones del Ministerio del Interior, dijo en el programa oficialista Hacemos Cuba que solo un 9% de los delitos que se cometen en Cuba son violentos. Dentro de ellos, un 3% son asesinatos y un 1% homicidios, lo que representa un porcentaje bajo, pero sobre un total que no reveló.
Una postura similar tuvo, en una emisión del mismo programa este abril, Juan Carlos Poey, jefe del Departamento Antidrogas del Ministerio del Interior. Según el directivo, el consumo de estupefacientes en la Isla va en aumento y, aunque se cuidó de revelar cifras concretas, culpó a los cubanos residentes en el extranjero, especialmente cubanoamericanos, de ser quienes promueven la entrada de droga al país.