La Policía interroga al ex preso político Samuel Pupo por sus publicaciones contra el régimen
Le entregaron un acta de advertencia por considerarlo "proclive" a cometer delitos de "propaganda"
La Habana/Samuel Pupo Martínez –quien estuvo preso por dos años, ocho meses y 21 días a raíz de las manifestaciones del 11 de julio de 2021 (11J)– fue amenazado nuevamente por agentes de la Seguridad del Estado con volver a prisión. Esta vez por sus publicaciones en redes sociales, que causan escozor en el régimen, y por las que este martes le obligaron a firmar un acta de advertencia. En el documento lo señalan como “proclive a cometer un delito de propaganda contra el orden constitucional”, contó a 14ymedio.
“Me dijeron que dejara las redes sociales a un lado y que no hiciera más publicaciones en contra del Gobierno y el sistema”, explicó a este diario, aludiendo a su encuentro con dos agentes que se identifican como “Darío” y “Omar”. La dupla lo ha hostigado de manera continua desde su salida de la prisión de máxima seguridad de Agüica el pasado 1 de abril, cuando obtuvo una reducción de su sentencia de 7 años por los delitos de desorden público y desacato.
De acuerdo con la legislación cubana, el delito de propaganda contra el orden constitucional puede acarrear condenas de entre cuatro y 10 años de prisión. En el acta, Pupo escribió que no estaba de acuerdo con lo que se le estaba tratando de imputar.
Sus publicaciones en redes sociales causan escozor en el régimen
Los agentes fueron insistentes, y no sólo dedicaron parte del interrogatorio a amedrentarlo de manera sutil, sino que intentaron indagar más sobre lo que ha sido de su vida desde su salida de la prisión. “Preguntaron por mi vínculo laboral; respondí que no estoy trabajando aún en un trabajo fijo, que tengo mi computadora rota. No he podido repararla y es con ella que yo me buscaba la vida trabajando por cuenta propia”, contó.
Pupo siempre ha sido un hombre emprendedor y domina bien el inglés. Antes de acabar en prisión daba clases de ese idioma a un grupo de alumnos. Pero ahora, con la computadora rota y su salud mermada, hace “algún que otro trabajo, cualquier otra cosa que aparezca”.
El tiempo que pasó encerrado en Agüica hizo estragos en su cuerpo. Durante ese período, además de soportar el ambiente hostil propio del lugar, también tuvo que lidiar con la esclerodermia, la diabetes y el glaucoma que le aquejan desde hace años sin recibir una atención médica digna. “En prisión, sin las condiciones adecuadas, las enfermedades campearon como quisieron y así, casi sin poder, estoy intentando sobrevivir”, afirma. Entre otras consecuencias, la cárcel afectó la capacidad de visión de Pupo.
Con la computadora rota y su salud mermada, Pupo se limita a hacer 'algún que otro trabajo, cualquier otra cosa que aparezca', según contó a este diario
Durante el interrogatorio los agentes le reprocharon haberse reunido con familiares de otros presos políticos y lo acusaron de utilizar sus redes sociales para difundir lo que calificaron como “propaganda” en contra del régimen. Esto en referencia a diversas publicaciones en su muro de Facebook donde se denuncian los malos tratos en prisión, entre otras cosas.
En el encuentro, “Darío” y “Omar” insinuaron que, de no acatar la advertencia para que modere sus discurso, podría haber repercusiones en contra de su familia. “Me dijeron que si mi intención es abandonar el país con mi familia lo mejor es que estuviera tranquilo pues podían regular mi salida”, explicó el activista sobre el intento para disuadirlo de ejercer su libertad de expresión.
“Todo pasó en un ambiente de calma, no me hablaron en mal tono, más bien hablaron de un modo normal, pero insistiendo en lo que yo debía hacer, y en que podía caer nuevamente en prisión y por un período mayor al que ya estuve”, contó.
La Seguridad del Estado no ha dejado en paz a Pupo desde que en las protestas del 11J se subió a un vehículo en medio de la movilización convocada en Cárdenas, Matanzas, y frente a la sede del Partido gritó "abajo el comunismo" y "patria y vida". Lo que terminó por convertirse en una de las imágenes más icónicas de aquella jornada.
Para Cubalex, la actuación de los agentes este martes, al acosar y amenazar a Pupo por expresar sus opiniones, “viola la Constitución de la República de Cuba, que exige a los funcionarios públicos respetar la ley y actuar dentro de los límites de sus competencias”.
En una declaración publicada este jueves, la organización hizo énfasis en que “discriminar a una persona por su opinión política atenta contra la dignidad humana” y consideró que los agentes “excedieron los límites legales de su autoridad”, no solo al intentar intimidar a Pupo sino al iniciar un proceso de persecución penal ilegítimo, motivado únicamente por sus opiniones políticas.
La imagen de Pupo gritando 'abajo el comunismo' y 'patria y vida' arriba de un auto es de las más icónicas del 11J
Pupo denunció también en su cuenta de Facebook, un día después del interrogatorio, que le habían restringido el acceso a internet. “Yo tengo los datos móviles pagos, y por adelantado. Pero no sé por qué se me cortó el servicio”, señaló.
En lo que es su última publicación, hasta ahora, el activista explicó que tras pasarse todo el día sin internet tuvo que conectarse a la red de datos móviles usando otra línea de teléfono y fue cuando cambió de tarjeta SIM, que pudo conectarse. “Algo le habrá pasado a mi SIM card, o algún problema en Etecsa me ha dejado sin internet. Voy a averiguar mañana. Si se pudiera demandar a la compañía Etecsa, hubiese quebrado hace mucho tiempo”, ironizó.