El cuento chino de la posible compra de misiles Polonez por Cuba a Bielorrusia
Una delegación de Minsk viajó a La Habana para pactar un "plan bilateral" de apoyo militar
Fabricados en China, cada cohete mide 7,26 metros y tiene un peso de 750 kilogramos
La Habana/El Ejército de Cuba está interesado en comprar a Bielorrusia misiles Polonez-M, con alcance de 300 kilómetros y fama de ser "el sistema de artillería más peligroso de Europa". La adquisición de las armas, fabricadas en realidad por China, estaría en negociación al margen de un acuerdo de cooperación con Minsk que los militares de la Isla pactaron, durante una reunión celebrada en La Habana, según un comunicado publicado este miércoles por el Ministerio de Defensa bielorruso.
Ni el el jefe del Estado Mayor del Ejército cubano, Roberto Legrá –que rubricó el acuerdo con la delegación bielorrusa, encabezada por el coronel Valery Revenko–, ni las demás autoridades militares del país han revelado para qué necesita Cuba los cohetes, instalados en vehículos lanzadores MZKT-7930.
La agencia Belta, que alegó haber conocido el interés de Cuba por los misiles por información del propio Ejército de Bielorrusia, aseguró que forman parte de un plan bilateral que será ejecutado a partir de 2024. La venta de los Polonez tiene una gran importancia geoestratégica. Insistir en que fueron fabricados en Bielorrusia es un modo de ocultar la venta de armas sofisticadas procedentes de China a un aliado de Rusia, vinculado estrechamente al conflicto con Ucrania. Se trata de una violación, si bien indirecta, del compromiso de Pekín de no entregar armas a Rusia en el contexto de la guerra con Kiev.
La delegación que viajó a La Habana, encabezada por el coronel Valery Revenko, también visitó una división de tanques y una brigada de defensa aérea en la Región Militar Occidental del Ejército cubano. No ha trascendido qué otros componentes tiene el programa de "cooperación" entre ambos países.
Pese a los intentos de Minsk por desmentir que los misiles Polonez vengan de China, hay suficiente evidencia de que Bielorrusia solo da el toque final a su fabricación. La revista especializada Military Watch reportó el pasado 21 de noviembre que el jefe del Estado Mayor del Ejército bielorruso, Viktor Gulevich, recibió hace poco –ceremonia y celebración mediante– un lote de cohetes enviados por Pekín.
Bielorrusia, señaló el medio, solo fabrica los vehículos lanzadores, mientras que China pone el armamento. De hecho, ni siquiera se sabe a ciencia cierta si Minsk ya tiene los misiles en su arsenal, pues en la ceremonia presidida por Gulevich solo se vieron los lanzadores, lo cual, sugiere la revista, puede ser la señal de que China ni siquiera ha hecho efectivo el envío. El régimen de Alexander Lukashenko, concluye, podría estar presumiendo –por razones de propaganda– de un arma que no tiene.
Military Watch reconoce, sin embargo, que los Polonez-M son cohetes sumamente letales, que según varios especialistas no tiene nada que envidiar al armamento con el que hoy cuentan tanto Rusia –aliado de Minsk– como los países de la Otan. Los misiles Tornado-S rusos tienen un alcance de hasta 120 kilómetros.
Lukashenko cada vez invierte más en la modernización de su armamento, que ya contaba con misiles Iskander-M enviados desde Rusia, varios de ellos equipados con ojivas nucleares. Los Polonez han sido alabados por la agencia oficialista rusa Sputnik, que también ha insistido en que China no tiene nada que ver con su fabricación.
Sputnik define a los cohetes como "impresionantes", y aunque dice que Bielorrusia "recibió" el armamento, afirma que fueron ensamblados enteramente en la estatal Planta de Electromecánica de Precisión
Sputnik define a los cohetes como "impresionantes", y aunque dice que Bielorrusia "recibió" el armamento, afirma que fueron ensamblados enteramente en la estatal Planta de Electromecánica de Precisión. La agencia se limita a decir que los Polonez "han sido probados en China antes de su puesta en servicio", aunque, admite, "varios observadores sugieren que Bielorrusia haya recibido ayuda de Pekín en el ámbito de desarrollo de los proyectiles del arma".
Los misiles, añade, fueron presentados por primera vez en 2015, durante el desfile del Día de la Victoria en Minsk. Guiados por un "sistema de navegación inercial con corrección satelital", cada cohete Polonez mide 7,26 metros y tiene un peso de 750 kilogramos. La ojiva explosiva que portan pesa 140 kilogramos. Cada vehículo cuenta con ocho misiles y puede dispararlos en 50 segundos, más dos minutos de preparación y 20 de recarga. "Son extremadamente difíciles de interceptar", advierte la agencia.
Aunque no hubo mención explícita a los Polonez durante la visita a Minsk del ministro cubano de las Fuerzas Armadas, Álvaro López Miera, el pasado junio, sí se habló de "intensificar los contactos militares". El ministro bielorruso de Defensa, Víktor Jrenin, recibió al general cubano tras un periplo que lo había llevado también a Moscú, justo después de la sublevación del grupo de mercenarios Wagner contra Vladímir Putin. Tanto Moscú como Minsk calificaron entonces su alianza con Cuba de "estratégica" frente a los "enemigos de occidente".
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