Más bebés prematuros, falta de medios e higiene explican la muerte de ocho neonatos en Cuba

Madrid/El índice de bajo peso al nacer ha aumentado casi 1 décima en un año en La Habana, al pasar de 7,95 por cada 1.000 a 8,04, según datos ofrecidos por Cubadebate este miércoles. El medio oficialista dedica un amplio espacio a analizar lo ocurrido en el Hospital Universitario Ginecobstétrico Diez de Octubre de la capital , donde en apenas cinco días de enero fallecieron ocho recién nacidos.

Aunque la investigación se está llevando a cabo, el diario entrevista a Yaima Rodríguez Espinosa, pediatra y jefa de la sección materno-infantil de La Habana, que explica con mayor detalle lo sucedido en el centro médico.

Rodríguez Espinosa divide en dos grupos a los fallecidos, cuatro de los recién nacidos están asociados a eventos de sepsis, pero los otros cuatro nacieron con graves problemas de bajo peso. A mediados de diciembre hubo un aumento, relata, de los casos de morbilidad en bebés y los pacientes en neonatología aumentaron. Entre los recién nacidos del cubículo de bajo peso, uno falleció por sepsis, lo que permitió identificar las otras muertes vinculadas a este hecho.

Entre los recién nacidos del cubículo de bajo peso, uno falleció por sepsis, lo que permitió identificar las otras muertes vinculadas a este hecho

Según la doctora, el suceso se limitó a ese cubículo, uno de los cuatro que hay en neonatología –dividida en unidad de terapia intensiva, cubículo intermedio, cubículo bajo peso y cubículo patológico– y los cuatro pacientes que quedan en él han sido aislados y evolucionan favorablemente. El resto de salas son independientes y no se ha producido, explica, ningún caso similar. También cita algunas medidas tomadas al respecto, como el refuerzo de médicos y una enfermera por niño.

La especialista recuerda que existe escasez de medicamentos, pero insiste en que para este caso se han concentrado los efectivos, "incluso de colistina, un antibiótico de última generación usado para bacterias gramnegativas".

Los cuatro bebés restantes fallecieron por los elevados riesgos de morir que afectan a los prematuros (el 80% de muertes de neonatos en el mundo son por esta causa, según Unicef), como en el caso de uno, del que detalla concretamente que nació a las 29 semanas y con apenas 1.100 gramos. Otros llevaban incluso 20 días en terapia intensiva.

La razón de por qué se produjo el caso de sepsis es la que aún se investiga, aunque la doctora recuerda que los pacientes de cuidados intensivos son más proclives a sufrir infecciones, y pone el ejemplo de las bronconeumonías vinculadas a la ventilación asistida.

Aclarados estos detalles, el reportaje se centra en los motivos que están llevando a tener cada vez mayor índice de prematuridad y, en paralelo, mortalidad infantil. La doctora afirma que la cuestión es mucho más compleja de lo que parece y que no solo influyen las carencias, sino otros factores, entre ellos el aumento de los embarazos adolescentes –más de un 17% de los nacimientos corresponden a mujeres menores de 20 años en Cuba–, que llevan aparejados más riesgos de este tipo, y los cambios en los estilos de vida, que han aumentado el número de enfermedades crónicas entre las mujeres. Entre estas últimas cita el alza de casos de diabetes e hipertensión, y la prevalencia de la obesidad.

"La prematuridad en La Habana está asociada, sobre todo, a un factor de riesgo importante: la hipertensión arterial en las gestantes, o la que se desarrolla durante el embarazo", dice Rodríguez Espinosa, que cita la genética y la alimentación como factores principales para padecerla.

Fernando Domínguez Dieppa, del Hospital Docente Ginecobstétrico Ramón González Coro y autor de estudios sobre la prematuridad, afirma que la calidad de la atención en el embarazo es determinante en la prematuridad, por cuanto se puede contribuir a prevenir, pero también hay otros muchos casos en los que es difícil, como en partos múltiples o antecedentes de preeclampsia (síndrome que se caracteriza por la presencia de hipertensión, edemas y exceso de proteínas en la orina).

El especialista sostiene que más de un 90% de prematuros extremos nacidos en países pobres mueren en los primeros días de vida, mientras que en los ricos la cantidad cae a menos del 10%

El especialista sostiene que más de un 90% de prematuros extremos nacidos en países pobres mueren en los primeros días de vida, mientras que en los ricos la cantidad cae a menos del 10%. En La Habana, señala, el índice de sobrevivencia es de un 95%. El dato, de ser cierto, es mejor que el de países como EE UU (8%) o Reino Unido (7%), pero el doble que Suecia (2,5%) y mucho más que España o Portugal, donde apenas superan el 1%.

El Ministerio de Salud admite que hay problemas de todo tipo en el Programa Materno Infantil (Pami), entre ellos ese alza de bajo peso en los neonatos, la falta de medicamentos, los errores en diagnósticos prenatales, el incumplimiento de normas higiénico sanitarias, etcétera. Sin embargo, no afronta las causas que, según algunos médicos que han formado parte de él, son la descapitalización del programa y, en general, de todo el sector, que muchos profesionales acaban abandonando por la falta de medios, los bajos salarios y las altas exigencias.

Los resultados son una mortalidad infantil creciente que el pasado año fue de 7,5 por cada mil, apenas una décima menos que en 2021 (7,6), pero más de dos puntos y medio por encima de 2020, cuando fue de 4,9. Aunque la Isla aún se mantiene en cifras relativamente buenas en el contexto regional, se agotan los días en que podía compararse con algunos sistemas de Salud de países del primer mundo.

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