Un preso del 11J denuncia la desnutrición que sufren sus compañeros en una cárcel de La Habana

El preso político Nilo Abrahantes asegura que sus compañeros de cárcel han perdido mucho peso debido al hambre

La prisión 1580 está ubicada en el municipio habanero de San Miguel del Padrón
La prisión 1580 está ubicada en el municipio habanero de San Miguel del Padrón / Institute for War & Peace Reporting
14ymedio

30 de mayo 2024 - 16:51

La Habana/Una carta manuscrita enviada a la activista Martha Beatriz Roque por el preso político Nilo Abrahantes Santiago este martes denuncia las condiciones precarias en las que viven los reos de la prisión 1580, ubicada en el municipio de San Miguel del Padrón, en La Habana. La misiva, a la que tuvo acceso este diario, asegura que muchos reclusos sufren desnutrición.

Los internos de esta cárcel “están a punto de sufrir una grave enfermedad debido al hambre (...). Entre ellos me encuentro yo, con 47 kilogramos (de peso) cuando mido 1.65 metros de estatura”, detalla Abrahantes a la ex prisionera política de la Primavera Negra de 2023.

El preso político, detenido por participar en las manifestaciones del 11 de julio de 2021 (11J), acompañó la carta con la firma de otros nueve reclusos –encarcelados por otras causas–, que rubricaron su nombre y dieron cuenta de su estatura y peso “con sus propias manos”, para demostrar la desproporción entre su talla y su masa corporal.

Es el caso de Yohany Lázaro Ramos Cartaya, que midiendo 1,54 m apenas pesa 39 kilogramos (kg); o de Javiel Cárdenas González, de 1,78 m y solo 50 kg. Los siguen en la lista Rolando Guerra Lombillo de 1,87 m y 58 kg; Joel Crespo Gutiérrez, de 1,62 m y 46 kg y Ángel Lázaro Castellano Ramírez, de 1,65 m y 46 kg. Otros cuatro, Liván Díaz Machado, Yonathan Delgado Traba, Bárbaro Oviedo Rosell y Wilber Luis Pérez, miden cerca de 1,75 m, pero no superan en ningún caso los 54 kg, un índice de masa corporal que se considera bajo para hombres de esa estatura. 

Abrahantes incluyó una lista de otros nueve presos que rubricaron su nombre, peso y estatura
Abrahantes incluyó una lista de otros nueve presos que rubricaron su nombre, peso y estatura / Cortesía

Abrahantes ya ha denunciado en varias ocasiones la situación que viven los reclusos en las cárceles cubanas. En el caso de 1580, el preso político la ha descrito como “un campo de concentración” donde la comida es escasa y de mala calidad, la higiene precaria y la atención médica a los reclusos casi inexistente.

Otros detenidos en manifestaciones antigubernamentales en el resto del país han denunciado condiciones similares. Es el caso de Yoandri Reinier Sayú Silva, sentenciado a ocho años de prisión por sedición por manifestarse el 11 de julio de 2021, quien denunció hace una semana un caso de negligencia médica y un brote de tuberculosis en la propia cárcel 1580.

El jóven de 22 años padeció, durante 10 días, fuertes dolores en el abdomen, sin poder defecar y con fiebre alta, hasta que los mandos del penal lo trasladaron al Hospital General Salvador Allende, donde llegó con el apéndice reventado y un cuadro infeccioso severo. “Los reclusos caen enfermos y no tienen medicamentos. Yo sobreviví, pero hubiera fallecido y hay algunos que no sobrevivieron por la mala asistencia y la mala higiene”, alertó entonces Sayú Silva.

Otro caso es el de Lisdani Rodríguez, una de las dos hermanas de Placetas, Villa Clara, arrestadas tras manifestarse el 11J, a quien le fue concedida este martes una licencia extrapenal de un año por su embarazo. Las noticias sobre el embarazo de Rodríguez, condenada a ocho años, comenzaron a circular a inicios de año, cuando su madre, Bárbara Isaac, denunció las presiones de los agentes de la policía política de la cárcel de mujeres de Guamajal, en Santa Clara, para que abortara. Ahora, asegura, las autoridades escondieron durante varias semanas un padecimiento de la joven que pone en riesgo su embarazo.

Asimismo, Isaac ha denunciado la mala alimentación que las reclusas reciben en el penal, y que viene aparejado a una mala atención médica, lo que propicia que la salud de las mujeres recluidas se deteriore. “La llevan a las consultas pero no le informan bien de los resultados. Ella preguntó y fue entonces que la doctora le dijo que tenía que hacer reposo, pero eso es imposible. Tiene que estar haciendo fuerza todo el tiempo porque no tienen agua y tienen que cargarla”, dijo Isaac sobre la atención a su hija encinta. 

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