Nuestro primer día

La Habana/A las 8 y 20 de la mañana del miércoles 21 de mayo vio la luz este diario digital. Como si se tratara de un milagro todo funcionó como esperábamos. Una salutación firmada por varias personalidades de los medios y la literatura nos dio la bienvenida. Dos premios Nobel: Lech Walesa y Mario Vargas Llosa encabezaban la lista de firmantes. La noticia de la aparición del nuevo medio rebotó inmediatamente en publicaciones de diversos países y generó grandes muestras de solidaridad.

A los pocos minutos, cuando alguien intentaba entrar desde las redes cubanas, en lugar de nuestra portada aparecía otra página web. El ataque consistió en redireccionar nuestra URL hacia otro sitio donde solo se podían leer textos que descalifican e insultan a Yoani Sánchez. Tristemente la información de nuestra página se suplantó dentro de la Isla por la táctica de la descalificación personal que tanto ha usado el discurso oficial.

No hace falta tener mucha imaginación para descubrir la identidad de los agresores pero, como no tenemos pruebas, solo podemos conjeturar que se trata de alguien que cuenta con los recursos tecnológicos, los permisos de acceso y la información previa, más la animadversión.

A lo largo de todo el día no cesaron las llamadas telefónicas y los mensajes de texto de amigos para felicitar el alumbramiento. Cuando ya se cumplían doce horas de que en algún sitio del mundo alguien diera el primer clic para leernos, un grupo de colaboradores y el equipo en pleno de 14ymedio celebró la ocasión viendo en la pantalla de una computadora las páginas copiadas a través de un proxy anónimo. De esa manera, con la versión en PDF y el boletín por correo electrónico, nos leerán en nuestro territorio nacional. La censura no será el obstáculo más difícil que nos tocará sortear.

Bloquear 14ymedio puede convertirse en una estrategia fallida si el objetivo es silenciarnos. Nada es más atractivo que lo prohibido.