"El primer tanque que se incendió en Matanzas estaba destapado cuando fue alcanzado por un rayo"
Duanys Moreno, el joven que reportó el incendio de los Supertanqueros desde su canal de YouTube, cuenta a '14ymedio' por qué se fue de Cuba
La Habana/Duanys Moreno, un joven de 23 años aficionado a la aeronáutica, reportó minuto a minuto el incendio de la Base de Supertanqueros en Matanzas. El 6 de agosto de 2022, desde su casa –en un edificio con vista a la bahía–, tomó su teléfono y transmitió las imágenes que el Gobierno cubano llevaba horas ocultando: la columna de humo negro sobre la ciudad, el fuego en los tanques y la ceniza que comenzaba a cubrir las azoteas.
Aportó datos concretos, la dirección del viento, probabilidades y cálculos sobre el desastre. Más rápido y fiable que la prensa oficial, sus informes mantuvieron al día a los cubanos a partir de la información directa.
El 10 de agosto recibió la advertencia de que la Seguridad del Estado lo estaba buscando. Trató de evadirlos pero dieron con él. Lo detuvieron. Poco después, transmitió un nuevo reporte: todo está bien, el incendio fue controlado y las autoridades han tomado las medidas necesarias. Luego de esa grabación, Moreno desapareció.
Cinco meses después, su canal volvió a funcionar. Por teléfono, desde un lugar en el extranjero que prefiere no revelar, cuenta a 14ymedio lo qué sucedió después de su detención. Comenzó una nueva vida y sigue muy pendiente de la Isla. Su mayor deseo: pilotear una aeronave.
"Sí, fue un rayo lo que provocó la explosión, yo lo vi", rememora, aludiendo a la polémica sobre la causa del incendio. "Tengo un familiar que trabajaba, precisamente, en ese tanque, y el sábado anterior a la explosión estuvimos hablando de ese tema. Existía un gran riesgo porque el depósito estaba destapado. Todo el mundo estaba al tanto".
En su canal de YouTube, abierto en mayo de 2021, Moreno comentaba accidentes aeronáuticos célebres, pero comenzó a trabajar sobre temas incómodos para el Gobierno
En su canal de YouTube, abierto en mayo de 2021, Moreno comentaba accidentes aeronáuticos célebres, pero comenzó a trabajar sobre temas incómodos para el Gobierno, como la composición de la Fuerza Aérea cubana o la cantidad y el estado actual de los aviones de Cubana de Aviación, además de dedicar un video a la extraña desaparición del Cessna-310 en el que iba Camilo Cienfuegos. Por sus videos, fue interrogado varias veces por la Policía.
Con la explosión, el canal dio un giro: la grabación del incendio en directo lo hizo popular, comenzó a ganar más seguidores y varias celebridades –como el cantante Yotuel– retransmitieron sus imágenes.
"No había absolutamente nada en la prensa oficial", lamenta Moreno, que no encontró ningún reporte serio en el periódico local Girón ni en los demás medios oficiales. Ese silencio lo impulsó a salir a la calle, buscando la zona de Versalles –una de las más contaminadas por el humo–, pero ya la Policía había bloqueado el área.
"Decidí entonces sacar el primer video", dice. "Estaba sudado, sin afeitarme. Por primera vez hice una directa y lo dije todo. Quería ayudar e informar, porque sabía que el Gobierno no estaba actuando como debía, y que había mucha censura sobre la situación. Con muy poco –un teléfono y mi canal de YouTube– traté de aprovechar mi posición, justo frente al incendio, en un ángulo muy bueno para grabar".
Pasaron los días y Moreno detalló cada aspecto de la explosión, desde la situación técnica de los Supertanqueros hasta el fallecimiento de los jóvenes bomberos a los que se envió, prácticamente, a morir.
"Entonces", asegura, "una fuente que tengo en el Ministerio del Interior me advirtió que me estaban buscando. Salí de mi casa y me refugié en otro lugar, pero en el momento en que subí una de las actualizaciones, me encontraron. Los delatores fueron los directivos de Geocuba, donde yo trabajaba, que me odian y le han hecho la vida imposible a mi familia".
Pasaron los días y Moreno detalló cada aspecto de la explosión, desde la situación técnica de los Supertanqueros hasta el fallecimiento de los jóvenes bomberos a los que se envió, prácticamente, a morir
Los oficiales parquearon el carro, le enseñaron su identificación y le pidieron que los acompañara. Moreno respondió que tenía que regresar a su casa y dejar la bicicleta en la cual se movía, que era de un amigo. Lo escoltaron, guardó el vehículo y se lo llevaron a la unidad policial conocida como El Técnico de Matanzas. Después de un encierro de varias horas, interrogatorios y torturas, cuenta, lo obligaron a filmar un reporte "tranquilizador" para sus seguidores. Después, lo liberaron en medio de una tormenta.
"El interrogatorio lo conté en uno de los videos de YouTube, pero ni siquiera ahí dije todos los detalles. No he contado las torturas, las amenazas, que fueron, francamente, asquerosas. Me da incluso vergüenza contarlo por las faltas de respeto, los chantajes. En resumen, ellos no querían que se supiera la información ni que la gente saliera a las calles. Fue el momento en que los matanceros comenzaron a evacuarse y estaban muy pendientes de mis videos".
Moreno explica la saña de la Seguridad del Estado contra él: estudió Geodesia y Cartografía en escuelas militares y trabajó en centros dirigidos por las Fuerzas Armadas. Durante las protestas del 11J, se había enfrentado a las autoridades de Geocuba y fue expulsado de su trabajo.
Los contactos que hizo en ese tiempo, no obstante, lo ayudaron a anticiparse a varios encontronazos con la contrainteligencia cubana y a aprender varias técnicas –como memorizar la chapa de los carros, los rostros e identidades de los oficiales– para desconcertar, asegura, a los agentes.
Del episodio de los Supertanqueros, le impresionó no solo la ineptitud del Gobierno, sino que privilegiaran la ideología por encima de la crisis. "La campaña para convertirlos en héroes o mártires y no decir lo que eran: víctimas. Murieron en el servicio de la patria, era la consigna. Y no: fueron asesinados", lamenta.
Del episodio de los Supertanqueros, le impresionó no solo la ineptitud del Gobierno, sino que privilegiaran la ideología por encima de la crisis
Moreno garantiza que le quedan "compañeros de lucha" en Cuba, que viven en lo que él denomina el "clandestinaje" y confían en que no falta mucho para que Cuba sea libre. Contar demasiados detalles sobre lo que sucedió tras aquellas jornadas, dice, los pone en peligro. Después de su detención se fue a Artemisa, para salir del "radio de acción" de la Seguridad del Estado. Allí, junto a un grupo de personas, intentó abandonar el país y llegar a Estados Unidos por mar. Sin embargo, la embarcación se descompuso y el viaje se frustró. Meses más tarde, pudo salir en avión.
Fuera de Cuba, comenzó una nueva serie de videos en YouTube. Ahora, viviendo anónimamente, aspira a una mayor conexión entre el exilio y los que intentan oponerse al Gobierno dentro de Cuba. Mientras, también quiere trabajar por su futuro.
"Desde niño sueño con ser piloto", comenta. "Me encanta la física, la astronomía, la matemática. Me fascinan las ciencias. Hablo inglés. En Geocuba llegué a manejar aviones no tripulados Skywalker X-8, de ala fija". Moreno no sabe dónde estará mañana, pero se ha acostumbrado a contar con pocas cosas y a sacar el máximo provecho. "Lo más importante en una lucha", zanja, "es preservar la vida".
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