Un Primero de Mayo con nuevo presidente, menos recursos y reguetón
El discurso continuista primó en la manifestación, que, como cada año, no pidió mejoras para los trabajadores cubanos
La Habana/A diferencia de los años anteriores, el desfile de este Primero de Mayo en la Plaza de la Revolución de La Habana se hizo sin la presencia multitudinaria de los acarreados procedentes del resto del país. Solo llegaron los habitantes de la capital mientras las cabeceras de las otras provincias organizaban sus propios actos.
La falta de recursos y, quizás, el estreno de un nuevo presidente, Miguel Díaz-Canel, explican este cambio y algunos otros detalles como los ritmos de conga y reguetón que marcaron el final del desfile. Por lo demás, todo fue igual.
El desfile comenzó temprano, a las 7.30 de la mañana, y duró más de dos horas. La ceremonia, diseñada para destacar la continuidad del actual liderazgo, en manos de Díaz-Canel, también contó con la presencia de Raúl Castro y la plana mayor del Gobierno y el Partido Comunista.
Bajo el lema “Unidad, compromiso y victoria”, la multitudinaria congregación careció, al igual que en años anteriores, de reivindicaciones laborales y demandas salariales.
El acto fue transmitido en directo en las redes sociales, una práctica que se estrenó en la pasada sesión de la Asamblea Nacional. Castro, quien preside el Partido Comunista, se mantuvo durante toda la ceremonia junto a Díaz-Canel. A la derecha del presidente se encontraba Lázara Mercedes López Acea, primera secretaria del Partido en La Habana y el canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
También se pudo apreciar a los históricos Ramiro Valdés y Guillermo García Frías, así como a varios intelectuales cercanos al poder como el exministro de cultura Abel Prieto y el presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Miguel Barnet.La primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, Susely Morfa, conocida como la “psicóloga millonaria” por su papel en la cumbre de las Américas en Panamá también estuvo junto a Raúl Castro durante casi todo el desfile.
El secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Ulises Guilarte De Nacimiento, aprovechó su discurso para mostrar un respaldo “incondicional” a la revolución bolivariana, al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y al mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, que acaba de reprimir brutalmente las protestas populares en su país.
Frente a la tribuna donde estaban presentes los dirigentes del Gobierno y del Partido se podían ver extendidas varias mantas en diversos idiomas, casi siempre con temáticas relacionadas con la izquierda.
Guillarte elogió la reforma económica emprendida por Raúl Castro y descalificó la sociedad civil independiente de la Isla. Estos comentarios se dan en medio del frenazo de la ampliación del sector privado -en agosto pasado se congeló la entrega de nuevas licencias- y de la arremetida oficial contra los grupos disidentes tras la Cumbre de las Américas, el mes pasado en Lima, Perú.
Guilarte describió un panorama sombrío en los países de la región, argumentando que “las reformas laborales aplicadas recientemente en varios países han eliminado los convenios de negociación colectiva”.Denunció "los bolsones de pobreza y la precariedad de los contratos" en esos países pero no mencionó ninguna de las promesas incumplidas del Gobierno a los trabajadores, entre ellas, la del vaso de leche que Raúl Castro prometió a cada cubano cuando llegó al poder.
Como es habitual, muchos de los manifestantes portaban numerosos carteles con imágenes del expresidente Fidel Castro, fallecido en 2016. También podían verse imágenes de Raúl Castro e incluso del nuevo presidente Díaz-Canel. Los manifestantes corearon las conocidas consignas Yo soy Fidel, Con Cuba no te metas y los ya clásicos Viva Fidel y Viva Raúl. Ninguna consigna aludió a Díaz-Canel.
A diferencia de años anteriores, la música que acompañó el desfile no fueron solamente los viejos himnos en la voz de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Sara González, sino que en un guiño a la juventud, que según el Gobierno debe continuar la Revolución, se podían escuchar ritmos más juveniles como la conga y el reguetón. Tampoco podía faltar la música de la banda Buena Fe a la vez que pantallas gigantes mostraban imágenes de Fidel Castro y las marchas multitudinarias de las primeras décadas de la Revolución.
Con Raúl Castro acompañado por Díaz-Canel cantando la Internacional Comunista terminó el multitudinario acto. Tras el desfile, en el Parque de la Fraternidad, decenas de personas esperaban bajo el ardiente sol un transporte para regresar a sus hogares.
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