"La privatización no es nuestro camino para desatar las fuerzas productivas", dice Díaz-Canel

La Habana/El Gobierno se ha fijado un propósito de año nuevo que consiste en hacer en 2020 todo lo necesario "para desatar las fuerzas productivas, lo cual no se puede confundir con privatización", dijo el jefe del Estado, Miguel Díaz-Canel.

La prensa oficial ha hecho públicos, este viernes, los contenidos de la última reunión del Consejo de Ministros de 2019 y primera dirigida por el nuevo jefe del Gobierno, Manuel Marrero. Sin embargo, el extenso texto no despeja ninguna de las grandes incógnitas que se ciernen sobre los cubanos para los próximos doce meses.

En la reunión se fijaron las prioridades del año que está a punto de comenzar y que se sustentan, indicó Díaz-Canel, en cuatro pilares: la batalla ideológica, la defensa del país, el ejercicio legislativo que debe seguir a la Constitución, y la batalla económica.

Las prioridades se sustentan, indicó Díaz-Canel, en cuatro pilares: la batalla ideológica, la defensa del país, el ejercicio legislativo que debe seguir a la Constitución, y la batalla económica

Sobre esta última giró muy especialmente la reunión, según lo que desgrana Granma, en la que se insistió en que se analice "qué se requiere destrabar de lo estatal y qué de lo privado para que la economía cubana sea más armónica y se dinamice".

Entre las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros, se establece que todas las empresas puedan tener relaciones con las cooperativas y trabajadores por cuenta propia y que las ventas se realizan a precios acordados. También que en los inventarios del comercio minorista, la primera opción sea la oferta a la población. Ambas normas forman parte de la política de gestión de inventarios aprobada, que supondrá algunas flexibilizaciones.

Miguel Díaz-Canel destacó en el inicio de la reunión que, además del fomento del ahorro, las prioridades para los próximos doce meses son la lucha por la eficiencia, la mejora del trabajo del Gobierno, la actualización y modernización del sistema bancario financiero y la potenciación de la inversión extranjera, así como la calidad de los procesos penales.

Además, también apuntó a otros sectores, como el turismo y la mejora de su calidad; los impagos en el comercio interior, la mayor producción de alimentos y medicamentos, la sustitución de importaciones, la informatización de la sociedad, la Política Nacional de la Vivienda, la generación eléctrica que no dependa del diésel y las medidas contra la corrupción. La mayoría de ellos forman parte de las deudas eternas con la ciudadanía, ya que son problemas estancados que los buenos propósitos no han hecho mejorar.

Aunque el texto de Granma desgrana todo un rosario de informes y planes de mejora, poco se sabe de ellos que no sea que fueron aprobados, y un ciudadano que quiera conocer su contenido exacto debe consultarlo en la página web de cada ministerio, aunque no por ello encontrará medidas concretas encaminadas a corregir los pobres resultados obtenidos hasta la fecha.

El viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, reconoció que las inversiones no van como se esperaba y pidió que se tomen medidas para analizar previamente las posibilidades reales. El primer ministro, Manuel Marrero, dijo al respecto que es urgente un análisis más realista para que las inversiones se adecúen al potencial productivo.

La mayoría de ellos forman parte de las deudas eternas con la ciudadanía, ya que son problemas estancados que los buenos propósitos no han hecho mejorar

La ministra del Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, explicó las medidas aprobadas para la mejora del comercio minorista de subordinación local, que "persiguen un reordenamiento de las estructuras que sustentan la gastronomía; el saneamiento financiero de las empresas del sector; y el reordenamiento de su gestión". Los cambios buscan, según las autoridades, mejorar la eficacia que deberá repercutir en una mayor remuneración de los trabajadores, lograr la autonomía del municipio en la actividad del comercio minorista e incrementar la oferta de bienes y servicios a la población. ¿Cómo se lograrán esa mejoras? Nadie lo dice.

En lo que afecta a las comunicaciones, el jefe de Estado pidió avanzar en el comercio electrónico para minimizar el mercado negro y evitar desvíos de dinero, además de posibilitar que circule menos dinero en efectivo, lo que ratifica la falta de liquidez crónica que afecta al país. Por su parte, el ministro de Comunicaciones, Jorge Luis Perdomo Di-Lella, explicó la actualización realizada en el sistema de trabajo y las medidas para la protección del ciberespacio nacional, de las cuales también se ignora el detalle.

En cuanto a Comercio Exterior e Inversión Extranjera se aprobaron dos informes presentados por el ministro Rodrigo Malmierca Díaz. Uno sobre las producciones nacionales con posibilidades de exportación y otro sobre la inversión extranjera y los créditos extranjeros. Sobre ambos informes se ignora nuevamente el contenido, aunque sí se indica que los resultados son, otra vez, insuficientes.

Igual de insuficiente es el ritmo de construcción de viviendas, aunque se desconozca la cifra y las medidas y herramientas con que se pretende mejorar y que se reflejan, presuntamente, en el Esquema de Ordenamiento Territorial del Hábitat. Apenas ha trascendido que se pretende agilizar la adquisición de licencias y permisos y la inclusión en los planes anuales económicos de cada territorio la infraestructura técnica y los servicios necesarios. Nada más.

Lo que sí se pudo saber es que el panorama laboral no ha cambiado atendiendo a las cifras oficiales. Al cierre del año, de los 4.515.200 que cubanos tenían un empleo formal, más de 3 millones eran asalariados del Estado. La ministra de Trabajo, Martha Elena Feitó Cabrera, indicó que la totalidad de los egresados de los diferentes niveles de enseñanza tiene garantizada continuidad de estudio en el próximo periodo lectivo. Una de las pocas certezas que deja la extensa nota de Granma. Si se cumple.

Del informe que el ministro de Agricultura presentó sobre el estado de recuperación del Sistema de Acopio de productos agropecuarios y sus proyecciones nada se sabe

La otra quizá sería el fortalecimiento de la red para la comercialización minorista de productos agropecuarios, que cuenta con 5.363 instalaciones. Pero del informe que el ministro de Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, presentó sobre el estado de recuperación del Sistema de Acopio de productos agropecuarios y sus proyecciones nada se sabe.

El análisis de las quejas y denuncias relacionadas con la conducta de algunos cuadros y su vínculo a hechos delictivos y de corrupción fue otro de los temas que abordó la reunión y, aunque el Gobierno lo definió como prioritario y llamó a seleccionar bien a los funcionarios y darles una atención integral, una vez más, las soluciones se desconocen.

La voz de la contralora general de la República, Gladys Bejerano Portela, también se escuchó cuando informó sobre los resultados de las acciones de control a la ejecución del Presupuesto del Estado de 2019. A pesar de los "avances con respecto a etapas anteriores", reconoció "muchas indisciplinas" derivadas de que, a su juicio, en la Isla "no hay cultura del control como algo útil y necesario en el trabajo cotidiano".

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