Las lluvias provocan inundaciones en Cuba y un muerto en Granma, por ahogamiento

La Habana/Un hombre de 60 años de Jiguaní, Granma, que la prensa local no identificó, es el primer fallecido durante las inundaciones que han afectado el oriente cubano en los últimos días. La víctima murió "por ahogamiento", indicó CNC TV en un reporte sobre los daños provocados por las lluvias.

Ni la prensa oficial ni los dirigentes nacionales parecen demasiado alarmados con las inundaciones. Un panorama distinto muestran las fotografías que, desde distintos poblados, señalan la urgencia de tomar medidas rápidas para contener los daños y evitar que se pierdan más vidas humanas.

Solo en los diarios provinciales se insinúa la preocupación de los dirigentes por una realidad ante la que, como ha ocurrido en otros momentos de crisis, las autoridades reaccionan demasiado tarde. La inercia y la torpeza en la gestión parecen marcar, también, la hoja de ruta ante las lluvias de esta semana.

El periódico local de Granma, La Demajagua, señaló varios "daños por inundaciones" que las autoridades locales estaban enfrascadas en "evaluar". Jiguaní presenta, afirma el diario, una situación "muy tensa", tras el "desbordamiento del cauce" del río, que provocó la estampida de los habitantes de la zona a las 3:00 horas de la madrugada.

El poblado tampoco cuenta con corriente, "por la caída de cables", y el paso que lo comunicaba con la localidad de Dos Ríos está interrumpido por la crecida del Contramaestre. En toda la provincia existen "daños severos en viviendas, puentes y otros viales, así como en la agricultura".

En el propio Contramaestre, reportó Sierra Maestra, "las precipitaciones han sido fuertes y localmente intensas, con un acumulado hasta el final de la mañana de 175.9 milímetros (mm), la más alta cifra del año". También rompieron el récord las localidades granmenses de Bartolomé Masó, con 360 mm, y Minas de Charco Redondo, con 280, "cifras sin precedentes", apuntaron los medios.

Este jueves, 14ymedio conoció la emergencia por la falta de suministros en el territorio oriental. "Así no hay quien salga a buscar comida", detalló vía telefónica Walfrido Rojas, residente en Dos Ríos. "Al menos nosotros teníamos guardada un poco de harina de maíz, pero en nuestro barrio hay gente que ya no tiene nada que comer".

"Todos los ríos de Camagüey están desbordados, ha llegado agua a partes de la ciudad donde nadie recordaba inundaciones de este tipo", cuenta a 14ymedio, vía telefónica, Rosalía, una camagüeyana de 68 años. "Estamos sin suministro eléctrico y no para de llover desde anoche. Nuestra casa es de placa y eso es una tranquilidad, pero en el barrio en que vivimos, cerca de la terminal de trenes, numerosas casas están teniendo problemas en sus cubiertas de tejas".

"A la gente todo esto la cogió por sorpresa porque se hablaba de lluvias pero lo que ha pasado es peor que en algunos de los últimos huracanes de los que tengamos memoria. Nadie se preparó para lo que venía, así que esto nos ha cogido sin reservas de nada".

"A la calle no se puede salir, hay repartos donde las calles son ríos y también hay problemas para comunicarse por teléfono", detalla Rosalía.

Según reportó en sus redes sociales el periodista independiente José Luis Tan Estrada, en la capital camagüeyana "el agua llega hasta la calle Pobre de la urbe principeña. Además, hay reportes de inundación en varios repartos: Vista Hermosa, Piña, El Jardín, Saratoga, La Guernica, Salomé, La Mosca, Montecarlo, Jayamá, El Retiro y otras zonas bajas".

Además, denunció la existencia de "alcantarillas y tragantes sucios", "casas en peligro de derrumbe" y "varias zonas sin fluido eléctrico". Hasta las 8:00 horas de este viernes, resumió, el nivel de precipitaciones en la provincia había llegado a los 101 mm de agua.

El acumulado en Las Tunas fue de 67,2 mm la noche de este jueves. Las comunidades más afectadas han sido las de Jesús Menéndez, Jobabo y Manatí, además de la capital provincial. "¡Las lluvias siguen! Manténganse alertas", advirtió la prensa local. Poco optimista, la nota llamaba a no alegrarse en demasía por el "alivio" de haber llenado las presas, puesto que el clima dejó "al desnudo deudas acumuladas por años y afectaciones en viviendas e infraestructuras" en todo el territorio.

El diario Granma no vio demasiadas razones para inquietarse, sino que se concentró, como afirma una de sus notas de este viernes, en que "las aguas les han venido bien a los embalses". A duras penas traduce en cifras los daños, que se refieren tan sólo y a grandes rasgos a cuántos habitantes fueron evacuados en cada pueblo.

Solo al referirse a Camagüey, la nota adquiere un tono realista: "La mayor cantidad de daños se reporta en el municipio cabecera, en 64 viviendas, de las cuales 41 perdieron parcialmente el techo y 14 totalmente. Se derrumbaron ocho inmuebles completos y uno de manera parcial. Una persona mayor resultó lesionada al caerse el techo de su casa, ubicada en el centro histórico de la urbe, mientras intentaba reparar la cubierta; pero su estado de salud es estable y sin peligro para la vida", enumeró.

Este miércoles, el Instituto de Meteorología de Cuba emitió un aviso especial, para explicar que la causa de los fuertes aguaceros es la combinación de una vaguada en los niveles medios y altos de la troposfera sobre el golfo de México, junto a un flujo húmedo del sur en los niveles bajos, a lo que se añade la inestabilidad vespertina.

Más exactos que la prensa, pero con suma discreción, los Radares Meteorológicos Cubanos han mostrado los diagramas satelitales que muestran la evolución de las lluvias: una masa compacta, que se resiste a abandonar el oriente cubano, ocupa el centro del mapa.

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