‘Cuba Posible’ disuelve su junta directiva por circunstancias "demasiado difíciles"

La Habana/Los promotores del proyecto Cuba Posible anunciaron este lunes la disolución de su junta directiva, la cancelación de su asociación inscrita en España y el cese de nuevas publicaciones en su sitio digital. "Ya no podremos ejecutar, al menos durante quién sabe cuánto tiempo, el trabajo de la manera en que se ha gestionado", aclaran en un comunicado.

En declaraciones a 14ymedio, su director, Roberto Veiga, asegura que "el núcleo de actores que hacen Cuba Posible se empeñan en mantener ese proyecto y continuarán trabajando de la manera que les sea factible en medio de las actuales circunstancias", pero reconoce que éstas son "demasiado difíciles".

"Cuba Posible existe y existirá mientras quede uno de los que con autenticidad la construyen día a día, que no somos solo Lenier González y yo”, aclara.

En el texto publicado este 20 de mayo, denuncian que "el Laboratorio de Ideas Cuba Posible transita por un desierto muy árido" y en medio de "la mayor oscuridad de una noche". "Un conjunto de actores ha empleado todos los mecanismos y métodos de instituciones poderosas para deshacer nuestras oportunidades de trabajo".

En septiembre del pasado año, Roberto Veiga y Lenier González, director y subdirector del proyecto, habían detallado en una entrevista con 14ymedio los intentos de estrangulación realizados por las autoridades de la Isla contra Cuba Posible, las incomprensiones de la Iglesia y la suspicacia de los sectores más radicales de la oposición. Unas circunstancias que, a pesar de ser adversas, no les habían hecho cancelar el proyecto.

Sin embargo, ahora aseguran que las presiones han llegado a "desarticular y quebrantar, de manera aguda, las más elementales condiciones internas necesarias para desarrollar el trabajo, así como la red de colaboradores y las interlocuciones dentro de la Isla". Un fenómeno que se extiende fuera de Cuba donde "desde hace tiempo resulta imposible acceder a financiamiento".

Este escenario negativo, ha llevado a los promotores del proyecto a cancelar la Asociación del mismo nombre inscrita en España, pues mantenerla "costaría una cifra financiera imposible de poseer". También han disuelto la Asamblea y la Junta Directiva de Cuba Posible y la página web, con graves afectaciones técnicas y de programación, quedará como un "archivo de todo el trabajo realizado".

La nota aclara que "Cuba Posible, aun en tales condiciones, no desaparecerá, no dejará de acompañar al país. Persistirá, al menos, en la búsqueda de una "mini-confluencia" entre "opiniones diversas" sobre "cuestiones medulares" de la sociedad cubana". Para mantener esa presencia actuará como una "comunidad diversa".

Veiga y González se dieron a conocer a partir de 2005, cuando bajo el amparo de la Iglesia católica asumieron la responsabilidad de la revista Espacio Laical que, más que una publicación religiosa en versión impresa y digital, funcionó durante una década como una "zona de tolerancia para el debate político".

En 2014 ambos solicitaron la renuncia de la dirección de la revista, debido a que dentro de la misma Iglesia habían llegado a recomendarles que debían a rebajar su "excesivo perfil político", reconoció más tarde Veiga. Tras su salida de Espacio Laical fundaron Cuba Posible, como un espacio de mayor pluralidad y debate.

El proyecto fraguó en medio del deshielo diplomático entre Washington y La Habana y el fin de la Posición Común europea con respecto a la Isla. Veiga y González se convirtieron en referencia obligada de un sector reformista dispuesto a dialogar con todas las partes y fueron criticados con dureza por quienes los acusaban de representar una "tercera vía" separada del oficialismo y de la oposición o de pretender convertirse, solapadamente, en una fuerza política.

Se les vinculó con proyectos desestabilizadores orquestados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y se cuestionó el origen de su financiamiento

Poco después comenzaron los primeros ataques públicos desde sitios digitales administrados por voceros oficiales. En numerosos textos se les vinculó con proyectos desestabilizadores orquestados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), se cuestionó el origen de su financiamiento y se les atribuyeron intenciones de desestabilizar el país.

En el blog La Pupila Insomne, un espacio digital enfocado en denigrar a los críticos del proceso cubano, se acusó a Cuba Posible de hacer un "trabajo evidentemente contrarrevolucionario" y de ser "un proyecto armado con financiamiento norteamericano".

Esa campaña de fusilamiento de la reputación alejó del proyecto a muchos colaboradores que laboran en centros académicos estatales. González denunció que las campañas de difamación contra Cuba Posible llegaron a plasmarse en una reunión del rector de la Universidad de La Habana con todos los decanos y el claustro donde se les vinculó con la administración estadounidenses y sus intenciones de derrocar al régimen cubano.

En los últimos meses la mayoría de los colaboradores que se resistieron a alejarse del proyecto fueron expulsados de sus centros de trabajo y de ese grupo pocos quedan en el país. "Aunque ellos no nos echan la culpa de su situación, nosotros sentimos que tenemos una enorme responsabilidad", asegura González.

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