"La ley de nietos nos va a volver locas", se quejan las empleadas del Registro Civil en Cuba
En Camajuaní, como en el resto de Cuba, las oficinas están desbordadas con las peticiones de documentación
Camajuaní/La tranquilidad de un pueblo pequeño como Camajuaní, en Villa Clara, sólo es perturbada por tres razones: las parrandas, el abastecimiento sorpresivo de las tiendas en divisas y las colas de las oficinas de trámites. La más extensa es la que se organiza cada mañana frente a la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería, en las inmediaciones de la unidad de Policía, aunque las del Registro Civil y otras dependencias del Ministerio de Justicia no tienen nada que envidiarle.
La Ley de Memoria Democrática de España –llamada "ley de nietos"– disparó las solicitudes de documentos y provocó un déficit de sellos a nivel nacional al que Camajuaní no fue ajeno. Pero la dificultad real, en las pequeñas oficinas municipales, es poder atender la gran cantidad de peticiones que se realizan con muy poco personal y aún menos recursos tecnológicos.
Ubicado en la calle Raúl Torres, el Registro Civil de Camajuaní ve llegar a los solicitantes casi de madrugada. "No podemos atender a todo el mundo. Son demasiados pedidos y solo podemos recoger diez carnés por día", explica Migdalia, una de las trabajadoras del local.
Aturdida por las peticiones acumuladas, Migdalia intenta calmar los ánimos en la cola y agilizar los trámites. "Si no suspenden pronto la 'ley de nietos' nos vamos a volver locas o vamos a pedir la baja. Ya no puedo dormir sin tomarme las pastillas de los nervios", lamenta.
La cola puede organizarse a primera hora del día o "heredarse" de la noche anterior. Un calculado negocio de coleros y "amistades" va marcando el turno para, cuando llegue la mañana, tener garantizada la entrada a la oficina. Hay incluso "guardianes" particulares, que aseguran el orden y se turnan la vigilancia de madrugada.
"Ya hay listas hechas hasta el 18 de marzo para recoger los documentos en el registro", afirma Miriam, una profesora de primaria que tiene que dar todo tipo de excusas en su trabajo para salir a hacer colas. "Las de las subsanaciones, por otro lado, ya están organizadas hasta el 11 de abril".
El alboroto de los solicitantes es tal, que los vecinos han presentado numerosas quejas por ruido y en algún caso han llegado a arrojar cubetas con agua desde los portales de sus casas, durante la noche, para disipar el bullicio y poder dormir.
En teoría, todos los documentos necesarios pueden solicitarse por vía electrónica. El Ministerio de Justicia proporcionó un formulario digital cuyo llenado debería facilitar el trámite. Pero la realidad es bien distinta.
"Hace un año que los formularios del Registro Civil están disponibles en la web del Ministerio de Justicia", explica Yanet, una dependienta de la cercana tienda en moneda libremente convertible (MLC). "En su momento, esa medida logró agilizar el proceso y frenar la cola. Sin embargo, hoy es un obstáculo más. Todo es más lento. Lo que antes podía resolver en tres o cuatro días ahora no lo logro ni en una semana", señala.
"La gente ya está muy molesta. En todas las oficinas la situación es la misma. Mucha lentitud y cuando, por fin, te dan los documentos, siempre tienen errores y hay que volver a empezar el trámite. Es el cuento de nunca acabar", se queja Anabel, ama de casa. "La justificación más común es decir que toda esta situación con la 'ley de nietos' es imprevista, que no la planificaron. Pero la gente no tiene culpa de eso".
"La gente ya está muy molesta. En todas las oficinas la situación es la misma. Mucha lentitud y cuando, por fin, te dan los documentos, siempre tienen errores"
Jamikel, un joven de Santa Clara, tuvo que solicitar en Camajuaní un trámite para su padre, que pasó una semana haciendo cola, pero fue en vano. Pretendía solicitar una copia literal de ciertos documentos. Cuando por fin llegó su turno de recoger los papeles, y después de un viaje de treinta kilómetros y siete horas de espera, los funcionarios le dijeron que lo había hecho todo mal y que tenía que volver a activar la solicitud. Su hijo lo ayudó entonces a realizar el trámite online. "Habrá que ver si ahora tiene más suerte", afirma Jamikel.
La otra opción que tienen los ancianos y quienes no tienen un teléfono inteligente es acudir al Joven Club de Computación del pueblo, un técnico ayuda al interesado a pedir el documento. Aún si el esfuerzo se realiza en vano, hay que pagar 10 pesos por cada solicitud.
Hay quien ha sugerido que el Ministerio de Justicia ofrezca la posibilidad de revisar el documento en PDF, antes de recogerlo. El solicitante podría entonces verificarlo y, si hay algún error, pedir la subsanación por correo electrónico. "Pero no: prefieren que todo tenga trabas y complicarlo todo", asegura Alicia, compañera de Yanet en la tienda de MLC.
Para colmo, la entrega de documentos sigue un orden rígido pero ineficiente: los lunes, martes y viernes están destinados al trámite regular, los miércoles a las subsanaciones y el jueves acuden los que necesitan documentos relacionados con la agricultura. Solo atienden, en conjunto, treinta solicitudes de recogida por semana, mientras los miércoles se reciben diez expedientes adicionales para subsanaciones, y el jueves otras diez para trámites relacionados con la agricultura, que se resuelven más rápido, para un total de cincuenta.
"Después hay que oír a Díaz-Canel hablando de que hay que eliminar la burocracia, pero ellos crean más. Todo es una hipocresía y una falta de respeto", insiste Alicia. "Parece mentira que el Ministerio de Justicia sea una de las principales incumplidoras de los plazos de entrega".
Miriam, una santaclareña que trató de evadir el maltrato y el peloteo en el Registro Civil de Santa Clara, se encuentra en una situación similar y no ha podido tramitar un documento que está buscando desde octubre. "La inscripción de nacimiento se supone que está en Colón, Matanzas, pero ese registro civil ni siquiera está en el sistema de solicitudes digitales".
La situación de las oficinas de Registro Civil en otras localidades de la provincia es igual de precaria. Vueltas, a pocos kilómetros de Camajuaní, es parte de su jurisdicción. Las trabajadoras revisan el código del trámite, previamente asignado por la web del Ministerio de Justicia. Luego, en un lapso de un mes o dos, imprimen los documentos y llaman al interesado para que marque su turno en la cola para recogerlos.
En cuanto a Remedios, municipio vecino de Camajuaní, el estancamiento es similar. Tanto la lista para realizar el trámite como la de subsanaciones está completa nada menos que hasta el mes de abril.
________________________
Colabora con nuestro trabajo:
El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.