Quince años de cárcel para un ladrón por robar una moto después de agredir a su dueño a martillazos

El tribunal condenó al acusado por tres delitos

La 'motorina' puede ser una inversión, ya que la pandemia ha dado alas a los negocios de reparto a domicilio. (14ymedio)
Las 'motorinas' se han convertido en un objetivo prioritario para los delincuentes. / 14ymedio
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12 de febrero 2025 - 19:07

Madrid/La prensa oficial vuelve a dar publicidad a un juicio ejemplarizante. Se trata de un caso de robo con violencia ocurrido en 2023 del que, hasta la fecha, no se tenía noticia y que se saldó con una condena a 15 años de prisión. Como es habitual, la información ha trascendido con el caso resuelto y juzgado, en un intento de transmitir que la seguridad ciudadana está bajo control, aunque la lectura atenta del texto deja ver que el sistema de vigilancia sobre personas conflictivas ni siquiera funciona.

Los hechos ocurrieron el pasado 7 de diciembre de 2023, cuando un hombre que esperaba en la piquera de Agramonte pidió a otro que lo llevase a Jovellanos en su motorina. Cuando se dirigían hacia esa localidad, en la provincia de Matanzas, el pasajero golpeó con un martillo al chofer para hacerse por la fuerza con el vehículo. 

El conductor detuvo la motorina y cayó al suelo, donde siguió recibiendo golpes por parte del ladrón, que finalmente huyó con la moto. Desde allí, se dirigió a Cárdenas donde fue detenido por oficiales de policía ante los que opuso resistencia.  

El conductor detuvo la motorina y cayó al suelo, donde siguió recibiendo golpes por parte del ladrón, que finalmente huyó con la moto

La nota no especifica las circunstancias en que se produjo el arresto ni tampoco la fecha, por lo que no se sabe si fue resultado de una denuncia y posterior investigación o inmediato y motivado por alguna conducta extraña. Lo que sí se especifica es que entre los objetos que se le decomisaron había “bienes sustraídos entre el 6 y 7 de julio de 2023, en horas de la madrugada, por personas desconocidas, que se dirigieron hacia una vivienda en Agramonte, fracturaron la tablilla de una ventana y sacaron objetos, entre los que se encontraban una cafetera metálica eléctrica, marca Dialetti, una sábana de flores y dos interruptores dobles para la luz”. 

El tribunal condenó al acusado por tres delitos: 15 años por robo con violencia o intimidación, tres años y medio por atentado y uno por receptación. Además, fue absuelto por “robo con fuerza en las cosas”. En total, deberá cumplir de forma conjunta 15 años de cárcel, además de reparar el daño material del hombre al que atacó y robó la motorina.

El acusado estaba siendo “controlado” por un juez de ejecución del Tribunal Municipal Popular de Jagüey Grande en el momento de los hechos. Según señala la información, el condenado “mantenía una mala conducta moral y social, deambulaba en horas de la noche, resultó sospechoso de varios hechos delictivos”, lo que motivó, se desprende, su vigilancia por parte de uno de estos magistrados, sin que conste si tenía antecedentes. En cualquier caso, la situación, incluyendo la posesión de objetos robados en julio, indica que los controles fallaron. 

“Estos hechos han de ser penados fuertemente, debido a su alta lesividad social, que suscita malestar e inseguridad en la población”, señala la nota de Girón. Sin embargo, al propio pie de la noticia se puede comprobar que este tipo de delitos está cada vez más a la orden del día. 

“Muy lamentable la criminalidad y el robo en viviendas, moradores a merced de ser asesinados si los malhechores se ven descubiertos. Cada cuadra de la provincia ha tenido que sufrir esa situación –comenta un lector–. Yo viví el 13 de noviembre el robo de la motorina y TV de mi hijo Dayron, hasta hoy, impune. Como el de la periodista Yirmara Torres, con su hijo en la casa”, continúa en un parlamento que termina elogiando a Fidel Castro, quien ya “hubiera resuelto esa y muchas otras cosas en la Cuba de hoy, perdida, oscura, vacía y triste”.

El comentarista hace referencia a la denuncia de la periodista Yirmara Torres Hernández, que en noviembre pasado denunció una ola de delitos en Matanzas, donde reside. “Sí, para quienes me han preguntado por interno, ante una escueta publicación mía, en la cual comentaba sobre el miedo que siento, SÍ, ROBARON EN MI CASA”, dijo. “Siento miedo porque quienes entran en una casa con personas adentro, están dispuestos a todo”.

“Muy lamentable la criminalidad y el robo en viviendas, moradores a merced de ser asesinados si los malhechores se ven descubiertos”

Ese mismo mes trascendió el asesinato de Jesús David Corcho Pérez, de 22 años, hallado muerto en Jovellanos, donde residía y había desaparecido días atrás. El joven había salido de su casa conduciendo una moto eléctrica que era, presumiblemente, el objetivo del ataque.

A finales de octubre la Policía detuvo también en Matanzas a dos individuos sospechosos de asaltar y asesinar a Ricardo García, un hombre de 57 años, al que le robaron una cadena de oro, dinero, un teléfono celular y su moto eléctrica. 

En febrero, unos asaltantes que robaron la moto de Israel Enrique Gómez Benítez acabaron matando a este veterinario, muy querido en Majagua, en Ciego de Ávila, y en enero el pediatra Iván de la Prada Silva fue asesinado en Puerto Padre, Las Tunas, cuando intentaban arrebatarle el mismo vehículo. 

El crimen de Santiago Morgado, un profesor de Sancti Spíritus en julio de 2022, fue el primer caso mediático de este tipo. Dos hombres fueron condenados a cadena perpetua diez meses después por haber asesinado y tirado a un pozo a este espirituano para robarle su motocicleta Suzuki.

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