Ramiro Valdés visita Sancti Spíritus para "afincar la bota" contra las ilegalidades

La Habana/Una comitiva de ministros y altos funcionarios llegó este miércoles a Sancti Spíritus para realizar una visita gubernamental que pronto se convirtió en una cacería de “mipymes ilegales”. La estrella de la jornada fue Ramiro Valdés, que impartió regaños e invitó a “afincar la bota” contra “el revendedor, el oportunista, el intermediario y la tienda supuestamente ‘clandestina’”. 

El nonagenario comandante y viceprimer ministro, que estuvo en el municipio de Cabaiguán, informó de que, solo en el sector de la construcción –en todo el país– hay más de 8.000 mipymes que declararon un “objeto” principal pero realizan “actividades secundarias” como ocupación real. Además, tienen “plantillas alteradas, venden a precios muy elevados, no tienen en cuenta las fichas de costo, y un alto número de trabajadores no se sindicaliza”, alegó. 

Valdés, a quien la prensa oficial describe como “ameno, muy interactivo y pedagógico”, dijo que era consciente de que existen “dificultades” económicas, pero que la Revolución nunca ha pensado “en lo que le ha faltado”, sino que ha “tirado con lo que se tiene”. El propio dirigente, sin embargo, admitió que los malos datos de la provincia han hecho sonar las alarmas en La Habana. No obstante, en el grave panorama económico del país, Sancti Spíritus alcanzó varios resultados que le hicieron merecer la sede de los actos oficiales por el 26 de julio.

El mejor plan de Acopio de la provincia fue el de Cabaiguán, ejemplificó, que solo lo cumplió en un 87%

El mejor plan de Acopio de la provincia fue el de Cabaiguán, ejemplificó, que solo lo cumplió en un 87%. Y ni siquiera confía en el número, aclaró, puesto que “muchas veces lo que se traza o se informa no coincide con lo que en verdad se logra, y mucho menos con lo que demanda cada lugar”. 

Su receta para la prosperidad, que ya propuso en Santiago de Cuba: resucitar las microbrigadas para impulsar la construcción –y con ella los demás renglones económicos–, una vieja “enseñanza de Fidel”. Ahí, sin embargo, hay un nuevo problema y es la falta de materiales. 

El viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca también puso a las mipymes en la mira de su inspección. El dirigente opina que hay que “conversar” con los “actores económicos ilegales”, como denomina tanto a los que trabajan sin licencia como a los que realizan actividades para las cuales no tienen permiso. 

“¿Por qué los carretilleros tienen más comida que el Estado? Llegan primero porque no los estamos chequeando. Hay que conocer cuánta comida compran las 42 cooperativas del territorio. No estamos en contra de los carretilleros, pero queremos que el Estado venda más comida y más barata”, argumentó. Tapia dijo que, en lo que a las mipymes respecta, el Gobierno trabaja con “permanente insatisfacción” por los resultados actuales.

“¿Por qué los carretilleros tienen más comida que el Estado? Llegan primero porque no los estamos chequeando"

Por su parte, Valdés también viajó a la refinería Sergio Soto para “agilizar soluciones”, pero la prensa fue hermética sobre el contenido de su visita al lugar. La planta, al parecer, tiene una “situación” con la extracción de líquido asfáltico que “impacta sus resultados”, sobre la cual no dieron detalles. 

Valdés pidió explicaciones a los dirigentes por los “altos precios” en todos los renglones, que le sorprendieron –cuenta Granma– y quiso saber también el estado del consumo energético. Lanzó una “mirada particularmente crítica” a los funcionarios de vivienda, por la situación de robos de materiales y la corrupción. Los proyectos, le hicieron saber, “se mantienen con ritmos ínfimos de ejecución y las cifras de inmuebles incluidas en los planes, en muchos casos, son muy bajas”. 

Valdés se encogió de hombros ante el informe: “Si no hay materiales”, enunció, “tampoco puede haber viviendas”. Su visita acabó en el hogar de ancianos de Cabaiguán. Los “abuelos” de las fotos son, en no pocos casos, de igual o menor edad que Valdés, pero su deterioro físico es incomparable con los del militar.

Para la visita gubernamental se hicieron las reparaciones exprés de costumbre. La más significativa fue la de un breve tramo de la Autopista Nacional –hacia Cabaiguán, por donde pasaría Valdés–, que “claman desde hace años” por un arreglo. La reparación está “lejos de lo que el territorio desearía”, admite la prensa oficial, pero al menos se realizó. “Ojalá hubiese condiciones” para más, pidió Granma, que informó de la utilización de 290 toneladas de asfalto para cubrir la carretera, “a pesar del ardiente sol y “si el servicio eléctrico lo permite”.

La comitiva de ministros, entre los que estaban los titulares de Cultura, Salud Pública y Turismo, recorrió otros municipios y zonas de la cabecera provincial. No hubo mucho por lo que congratular a los funcionarios locales, a juzgar por el diario del periplo que, minuto a minuto, publicó Escambray. Hay dificultades con el abasto de agua, tensiones con los productores, problemas con la alimentación y mucha delincuencia. 

Con la economía por los suelos y el habitual voluntarismo, nada impedirá que Sancti Spíritus celebre por todo lo alto –con carnavales y actos políticos– la efeméride más importante para el régimen. Los espirituanos, sin embargo, opinan que no hay nada que aplaudir.

“Hasta la gente ‘integrada’ está diciendo lo mismo: con lo malo que está todo, ¿cómo le van a dar a la provincia la sede por el 26 de julio”, dice a 14ymedio Mirta, un ama de casa de la cabecera provincial. En las redes, los espirituanos no han dejado de comentar su descontento en las felicitaciones que los centros estatales dan por el “honor”. “Hambre y miseria”, señala, es lo único en que la provincia sobresale.