El régimen cubano es el "único interesado en el dinero yanqui"

La Habana/Nuevo capítulo en la pugna entre partidarios y adversarios de la Marcha Cívica por el Cambio prevista para el próximo 15N en varias provincias cubanas. Esta vez, el dinero ha estado en el centro de las críticas y el artista Yunior García Aguilera, cansado de las acusaciones de mercenario que el régimen le dedica, se ha defendido atacando.

"Archipiélago ha rechazado incluso la recaudación de fondos entre sus miembros. Los únicos interesados en el dinero yanqui, ya sabemos quiénes son: los que en medio de la pandemia levantaron más hoteles que hospitales, los creadores de tiendas en MLC [moneda libremente convertible], los que nos mintieron con aquello de que acabarían con la doble moneda", ha espetado desde su perfil de Facebook la cara más visible de la convocatoria.

El artista ha retado a las autoridades a presentar el audio completo para que quede claro todo lo que dijo

García Aguilera, calmado habitualmente en sus intervenciones, no pudo contener la rabia que le produjo ver publicada en los medios oficiales una conversación que mantuvo con Ramón Saúl Sánchez editada para su difusión y en la que faltan con toda claridad fragmentos. El artista ha retado a las autoridades a presentar el audio completo para que quede claro todo lo que dijo.

Durante esa charla, el exiliado Ramón Sául Sánchez, líder del Movimiento Democracia y calificado de terrorista por La Habana, ofrece su apoyo a Archipiélago, tanto a través de los actos de apoyo organizados para el próximo día 14 de noviembre como para la cobertura en medios de comunicación de dentro y fuera de Cuba. Los fragmentos bastan para que el oficialismo atribuya al Gobierno de EE UU estar detrás de la plataforma convocante, García Aguilera y las marchas.

Yunior García recuerda que está vigilado desde hace al menos un año o quizá, intuye, desde que dirigió 15 cuestionamientos al Gobierno por lo que, concluye, la Seguridad del Estado miente cuando establece una relación entre él y EE UU. El artista, de hecho, reivindica su postura contraria al embargo, que incluso trasladó a Timothy Zúñiga-Brown, encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, en un encuentro que mantuvieron mucho antes del 11 de julio.

"Dediqué la mayor parte del tiempo a exponer por qué no apoyo ninguna sanción que haga pasar hambre a la familia cubana y le sirva de excusas al Gobierno para justificar sus desastres. Jamás se habló aquella vez de Archipiélago o de la marcha. (...) Justamente fue la necesidad de eliminar el bloqueo/embargo, el tema de nuestra charla en aquella ocasión. Ironías de la vida...", recrimina.

García Aguilera defiende el carácter puramente cubano de Archipiélago y revela que la primera persona a la que comentó el proyecto fue al trovador Silvio Rodríguez.

"Cada decisión tomada en Archipiélago ha sido el resultado de un amplio y profundo debate entre un grupo de moderadores CUBANOS (sic), de quienes me siento orgulloso. La democracia que ha nacido en ese grupo tan diverso, me devuelve cada noche las esperanzas en el futuro de Cuba. Esperanzas que, irremediablemente, pierdo cada vez que veo el noticiero o escucho un discurso de nuestros obcecados dirigentes, entrenados en manuales soviéticos y paranoias demasiado convenientes", prosigue.

El dramaturgo se muestra asombrado de que hace apenas un año fuera alguien tomado en cuenta por las autoridades para participar en el encuentro que el Ministerio de Cultura promovió participantes en el 27N

García Aguilera también añade que aceptó una invitación para formar parte de Cuba Próxima, presidida por Roberto Veiga, pero que ni siquiera ha podido participar en ella por los cortes continuos de internet que sufren en su casa.

El dramaturgo se muestra asombrado de que hace apenas un año, e incluso siendo un artista crítico, fuera alguien tomado en cuenta por las autoridades para participar en el encuentro que el Ministerio de Cultura promovió con algunos participantes en las protestas del 27 de noviembre de 2020 –invitación que Yunior García Aguilera rechazó por considerarlo una farsa– y ahora se haya convertido en un poco menos que un violento terrorista.

"A pesar de la vergüenza que provocan estos señores aferrados al poder, jamás perderé mi fe en mi país y en su gente. Aunque, para ser honesto, siento una pena inmensa por todo aquel cubano que aún no es capaz de detectar la mentira cuando la tiene delante", dice García Aguilera, que vuelve a pedir valentía ante las amenazas del Gobierno. "El régimen anuncia abiertamente un crimen contra una generación hermosa, cuya DIGNIDAD (sic) se ha vuelto mucho más grande que sus miedos. Es por eso que el régimen jamás se sentaría con nosotros a dialogar. Ellos sí han mostrado su pánico al civismo, y lo hacen ejerciendo la violencia que los caracteriza".

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