El régimen cubano se enreda para justificar su petición de leche a la ONU

Cinco días después de darse a conocer la noticia, la prensa oficial se pronuncia sobre el tema

La producción de leche de vaca en toda la Isla fue en 2020 de apenas 455.300 toneladas, un derrumbe total frente al 1.120.000 de 1989. (Invasor)
El 24% de productores de Camagüey no entregó ni una gota de leche al Estado. / Invasor
14ymedio

04 de marzo 2024 - 17:55

Madrid/El Gobierno ha esperado cinco días para pronunciarse desde que se desveló que, por primera vez en la historia, ha tenido que recurrir a una petición de ayuda urgente al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas ante la escasez de leche. El régimen intenta, con un largo texto publicado en la prensa oficial, rebajar la polvareda levantada por la noticia afirmando que la solicitud se inserta en la práctica de la relación bilateral, la cooperación de larga data y las acciones identificadas dentro del Plan Estratégico País para Cuba hasta 2024.

La noticia ha tenido hasta el momento apenas un comentario de un lector que considera normal la petición y sugiere que es la prensa independiente quien la exagera, pero lo cierto es que fue el propio PMA quien señaló la excepcionalidad de los hechos, al confirmar que, pese a que hace años que mantiene programas de colaboración en la Isla “es primera vez que Cuba solicita apoyo emitiendo una comunicación oficial al más alto nivel de dirección”. 

El organismo dijo a la agencia española EFE que tuvo conocimiento de la situación por dos fuentes en distintos ministerios de la Isla, que había una “necesidad urgente” y destacó “la importancia de esta solicitud” en el contexto de “profunda crisis económica que enfrenta Cuba”. La petición se hizo en diciembre por carta y la agencia ha entregado “144 toneladas métricas de leche en polvo descremada”. Pero además, el PMA subrayaba que no había un “marco temporal”, por lo que la ayuda se extenderá sin fecha de fin prevista y ha llevado a la agencia a “movilizar recursos adicionales” de “donantes tradicionales y no tradicionales”.

Según la nota de Cubadebate, firmada por Óscar Figueredo, subdirector de medios digitales de Ideas –el conglomerado mediático de propaganda del régimen–, el barco llegado desde Brasil con 375 toneladas de leche en polvo es el resultado de la colaboración, a la que, subraya, se ha debido recurrir por el “recrudecimiento del bloqueo”. Acto seguido, añade que se compraron 500 toneladas del producto a EE UU, destacando las condiciones de pago que exige la norma: efectivo y por adelantado. 

Acto seguido, añade que se compraron 500 toneladas del producto a EE UU, destacando las condiciones de pago que exige la norma: efectivo y por adelantado

A lo largo de más de una decena de párrafos, el texto minimiza la importancia de la ayuda, aduciendo que el intercambio es común y que Cuba no solo es receptor, sino también donante. “Ejemplo de ello, es la donación anual de 2.500 toneladas de azúcar desde 1996, lo que ha permitido ayudar a distintos países del mundo como República Dominicana, Jamaica, Honduras, Haití, Etiopía y Angola, entre otros”, reseña el texto, que deja ver que esa cooperación llegó a su fin hace al menos 15 años.

“El valor total de las contribuciones realizadas por Cuba al Programa Mundial de Alimentos en calidad de donante de azúcar ascendió hasta 2009 a más de 8 millones de dólares”, dice. Se infiere que hasta ahí alcanzó la aportación, puesto que la Isla encadena zafras catastróficas desde hace años y ha dejado de tener para la exportación y el consumo interno siquiera. 

La nota también desgrana algunos de los proyectos que se desarrollan en Cuba a través de la colaboración con el PMA –del que se dice que apoya a 120 países, normalizando la situación– y que van desde la planificación y puesta en marcha de iniciativas de siembra a la formación frente a emergencias en eventos como huracanes o inundaciones, entre otras.

“En un contexto económico complejo como resultado de los efectos combinados de la pandemia de la covid-19, los impactos de los eventos meteorológicos adversos, y principalmente, el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de EE UU, el país enfrenta grandes desafíos para acceder a mercados y fuentes financieras internacionales, lo que se ha agravado con la injusta y arbitraria inclusión de Cuba en la Lista de Estados patrocinadores del terrorismo”, expone la nota para justificar la solicitud.

Se infiere que hasta ahí alcanzó la aportación, puesto que la Isla encadena zafras catastróficas desde hace años y ha dejado de tener para la exportación y el consumo interno

En el texto destaca también el esfuerzo por aclarar que el Gobierno controla que se entregan, como es debido, los alimentos. Las afirmaciones parecen dirigidas a controlar los rumores que ha despertado la aparición en los mercados, en distintas ocasiones, de alimentos donados a través del PMA, como fue el caso del aceite ruso en 2021 o el del carbón y los colchones entregados tras el huracán Irma en 2017 y que algunos ciudadanos tuvieron que pagar al Estado. 

La nota cierra con varios párrafos dedicados a glosar sus históricos logros en esperanza de vida, salud materno-infantil o baja mortalidad infantil, que fueron constantes desde 1959, especialmente gracias al subsidio ruso, y que le han permitido mantener unos buenos datos en el contexto regional, pero cuyo deterioro en los últimos años se ha hecho evidente. Además, vuelve a reivindicar el derecho de la población a alimentarse en buenas condiciones y critica la “hostilidad” de EE UU hacia el régimen de La Habana, que “impide el normal acceso a recursos internacionales y a relaciones bancarias globales”.

Pero, paralelamente, las autoridades están reconociendo que si falta leche el único problema no es la escasez de dinero para traerla del exterior. El Gobierno ha sido incapaz de poder garantizar el producto de forma normal, estimulando a la ganadería para disponer de leche líquida. Este fin de semana, una nota del medio provincial de Camagüey, antiguamente potencia lechera, ahondaba en la alarmante situación del sector.

El inicio de la nota no puede ser más contundente: “En enero, la entrega de leche a la industria comenzó mal, y febrero siguió el mismo camino”, resume la información, en la que se explicita que muchos productores (el 24%) no han enviado ni “un solo litro a los andenes de las fábricas”. En 2023, se entregó apenas la mitad de lo planificado, menos de 42 millones de litros, frente a los 81,4 previstos. El número de campesinos que contrató con el Estado ha ido a la baja, desde los 8.581 de 2022 a los 7.671 de 2023 y 7.448 de este año. 

“Para ello debe hallarse una explicación lógica”, clama el diario como si fuera un secreto que el robo, las enfermedades y desnutrición, los impagos o atrasos, las muertes y la baja natalidad no fueran el marco perfecto para que nadie quiera entregar la leche al Gobierno. 

En el texto se afirma que los impagos ya no van a producirse, puesto que el dinero está asegurado, afirman los directivos del lácteo, a quienes cuesta creer después de años de incumplimientos. Los propios guajiros seleccionados para dar su testimonio en la nota asumen la culpa de la situación, que llevó a 9 municipios a bajar la cantidad entregada. 

“Es un problema de manejo que depende mucho de nosotros, que no les falte agua, sal mineral, crearles condiciones de sombra y de tranquilidad antes de someter a las vacas al ordeño. Aquí ha sido una constante la utilización de las plantas proteicas en la alimentación de la masa”, dice Isidro Saavedra Salazar, un campesino de los que viajaron a la capital “por indicación de Fidel a adquirir los conocimientos en ese campo”.  Su ejemplo, se deja entrever, es señal de que “con esfuerzo” se puede cumplir con las entregas, que permitirán que los niños y enfermos se alimenten, además de la existencia de otros productos como la mantequilla, el yogur o el queso. 

Pero a los muchos lectores que comentaron la nota no se les escapa la realidad. La alimentación del país no depende del esfuerzo individual de los campesinos, sino de las políticas del Estado. “Imposible que a 20 CUP el litro alguien desee producir leche, ¿es que no hay economistas que se atrevan a decir las cosas como son?”.

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