El régimen cubano llama a protestar en Guantánamo contra el envío de migrantes a la base naval de EE UU
La presencia de "delincuentes peligrosos [crea] un escenario de riesgo e inseguridad [que] amenazaría la paz"
Madrid/El oficialismo madrugará este miércoles para manifestar en Guantánamo su rechazo a “la decisión del Gobierno estadounidense de trasladar a las instalaciones de la ilegal base naval yanqui en Guantánamo hasta 30.000 migrantes considerados delincuentes peligrosos”. La secretaria general de la Central de Trabajadores de Cuba en la provincia, Juana Eglis Fernández Louit, convocó a los guantanameros a una marcha que arrancará a las cuatro de la madrugada de este 26 de febrero.
En ella aspiran a congregar a al menos 50.000 personas “en representación de los cubanos”, aunque los movilizados son los trabajadores de 15 sindicatos de la provincia, pioneros, estudiantes de las federaciones de enseñanzas medias y universitarias y miembros de los CDR “vestidos con los colores de la bandera nacional”, idénticos por cierto, a los del "imperio yanqui".
La marcha fue anunciada este viernes en la prensa local, pero la nacional lo resalta este lunes, para dar a la cita un mayor protagonismo. Los convocados saldrán desde ocho puntos “de recogida” anunciados en el diarioVictoria desde los que serán conducidos hasta la plaza de la Revolución Mariana Grajales Coello, donde a las 7 de la mañana comenzará el evento. No se indica cuánto combustible será necesario para mover a esa cantidad de gente, precisamente cuando se agrava la crisis energética en todo el país.
Los convocados saldrán desde ocho puntos “de recogida” anunciados en el diario Victoria desde los que serán conducidos hasta la plaza de la Revolución Mariana Grajales Coello, donde a las 7 de la mañana comenzará el evento
El Gobierno de EE UU anunció el pasado 25 de enero su intención de enviar inmigrantes indocumentados a la base naval de Guantánamo, donde el Pentágono debía habilitar 30.000 camas para albergar a personas designadas como peligrosas.
"Tendremos 30.000 camas en Guantánamo para detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que son una amenaza para el pueblo estadounidense", dijo Donald Trump. "Algunos son tan peligrosos que ni siquiera confiamos en sus países de origen para que se los queden, porque no queremos que regresen. Así que los enviaremos a Guantánamo. Es un lugar duro. Es un lugar del que es difícil salir", agregó.
La reacción de La Habana llegó de inmediato y tanto Miguel Díaz-Canel como su canciller, Bruno Rodríguez, fueron contundentes al calificarlo de “acto de brutalidad”, por llevar a los migrantes a “las conocidas cárceles de tortura y detención ilegal” de EE UU, en referencia a las condiciones de la prisión para sospechosos de terrorismo que existe en la base. Junto a esa prisión, operando de manera independiente, existe un centro de detención de inmigrantes en el que, según datos de The New York Times, ha habido 37 personas desde 2020 a 2023.
Con la decisión de Trump de ampliar las instalaciones, se condujo primero a un grupo de 175 detenidos, presuntamente venezolanos vinculados a la organización Tren de Aragua, designada como terrorista por EE UU. El pasado jueves, ese grupo fue llevado a Venezuela con mediación de Honduras.
El chavismo afirmó que esas personas se encontraban en el “infierno” y que, independientemente de su situación judicial debían ser tratados con dignidad. "El mundo entero sabe las condiciones que imperan en ese recinto carcelario, y están regresando a su país, están siendo tratados como seres humanos", dijo Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia
En su llamado a manifestarse este próximo miércoles, Juana Eglis Fernández Louit resaltó que la medida de utilizar la base junto a la población cubana de Caimanera está considerada por la cancillería como posible generadora de “un escenario de riesgo e inseguridad en la base y su entorno, amenazaría la paz y se prestaría para errores, accidentes y malas interpretaciones que podrían alterar la estabilidad y provocar serias consecuencias”.
Las autoridades recuerdan que se acaban de cumplir –el 16 de febrero–de la cesión a EE UU de un área de Caimanera “cumpliendo con la espuria Enmienda Platt impuesta a Cuba”
Las autoridades recuerdan que se acaban de cumplir –el 16 de febrero–de la cesión a EE UU de un área de Caimanera “cumpliendo con la espuria Enmienda Platt impuesta a Cuba” y que la marcha servirá también para reivindicar la devolución del territorio: “ese pedazo de tierra que nos pertenece y cuya ocupación ilegal rechazamos los cubanos”, dijo la funcionaria.
A los guantanameros conducidos hasta el lugar del encuentro se deben unir representantes de Caimanera, El Salvador y Manuel Tames, también vestidos con los colores de la enseña cubana.
La nota anima a no limitar la expresión de malestar al uso previsto para los centros de detención en base naval ni la propiedad del territorio, sino a pronunciarse “en contra del bloqueo de Estados Unidos y las más de 240 medidas que lo arrecian para asfixiar económicamente a la Revolución”, además de la inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo de la que llegó a salir por una semana –la última del mandato de Biden– hasta la toma de posesión de Trump. “Ratificaremos –concluye– los principios antiimperialistas de la Revolución y la disposición a luchar y denunciar cualquier acto injerencista o contra la paz de los pueblos”.