El régimen cubano prefiere hablar del "síndrome de Washington"
La Cancillería rechaza la nueva investigación que atribuye el "síndrome de La Habana" a una operación de los servicios rusos
Madrid/“El síndrome de La Habana no existe. No está en ningún registro de enfermedad y, verdaderamente, ha sido el síndrome de Washington desde el inicio”. Así se expresó la subdirectora para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Johana Tablada, en una entrevista con Associated Press para desmentir el reportaje conjunto del programa estadounidense 60 Minutes, la revista alemana Der Spiegel y el proyecto independiente ruso The Insider.
Estos tres medios sostienen que los incidentes de salud reportados por algunos diplomáticos –en su mayoría estadounidenses– pueden tener su origen en armas de “energía dirigida” a cargo del Departamento Central de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de Rusia (GRU).
La reacción de la diplomacia cubana no se ha hecho esperar. La más reciente es la entrevista de Tablada, en la que insiste en considerar el fenómeno de “operación política” sin fundamentos que intenta retomar “teorías conspirativas” para justificar las sanciones de EE UU contra la Isla.
“La reacción nuestra es de preocupación. Trata de presentar a Cuba como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, aun cuando no se ponga a Cuba como el supuesto principal actor, pone a territorio cubano como la plaza que se presta para que potencias extranjeras puedan hacer actos contra Estados Unidos”, expone la funcionaria.
“La reacción nuestra es de preocupación. Trata de presentar a Cuba como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos"
Para la nota, la agencia de noticias estadounidense ha contado también con la versión de un experto local, el director del Centro de Neurociencias de Cuba Mitchell Valdés-Sosa. “Desde la perspectiva de la ciencia no hay fundamento ninguno”, dijo el doctor, que participó en la investigación de los síntomas, reportados desde 2016 por diplomáticos de EE UU y Canadá en Cuba. La capital cubana fue el primer lugar en que se informó de estos padecimientos –incluyendo dolor de cabeza, náuseas y pérdida de audición, entre otros–, aunque el reportaje en The Insider indica que hubo casos del mismo padecimiento dos años antes en Frankfurt (Alemania).
“Creo que no aporta elementos serios esta investigación periodística, sobre todo, que haya una nueva enfermedad causada por una energía misteriosa y que los diplomáticos, por lo menos los que estuvieron en Cuba, fueron atacados”, dijo Valdés-Sosa. “Los síntomas son muy heterogéneos: problemas de equilibrio, del sueño, mareos, dificultades para concentrarse... Los pueden causar muchísimas enfermedades”.
El experto recordó que en los últimos años ha habido cinco informes de centros de investigación y organismos estadounidenses que desestimaron la existencia de un arma que provocara estos daños. “Cada vez” que la historia empieza a morir “se prepara un show”, dijo.
Tablada cita un informe encargado por la Administración de Donald Trump, a la que acusa de “engavetar” el documento durante dos años
Tablada cita un informe encargado por la Administración de Donald Trump –a la que acusa de “engavetar” el documento durante dos años–, el Jason Report que concluyó “que los síntomas que pudieron ser reales no se pueden atribuir a una causa extraordinaria como un ataque, sino que están vinculados a condiciones naturales, a enfermedades preexistentes o a cuestiones ambientales”.
La funcionaria lamenta que el reportaje omita este y otros documentos –si bien los cita para criticarlos– que llegaron a la misma conclusión, y apela al de la Academia de Ciencias de Cuba, dos informes del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos y otro de 2023 del Gobierno estadounidense en el que la directora nacional de inteligencia, Avril Haines, dice que todos los estudios independientes llegaron a la misma conclusión: que no hubo armas sónicas o de otro tipo ni un ataque desde el exterior.
“Y realmente lo que lo lleva a uno a pensar es, entonces, ¿a quién le interesa seguir hablando de una historia que es ficción? ¿A quién le interesa resucitar en un año electoral las acusaciones falsas que condujeron a decenas y decenas de medidas coercitivas adicionales contra Cuba y cuyo principal objetivo fue, en el 2017, imponer un stop y detener abruptamente un proceso de mejoría de las relaciones de Cuba-Estados Unidos?”, continúa Tablada, que acusa directamente a la oficina del senador cubanoamericano Marco Rubio de difundir noticias falsas.
El programa oficialista Guerrero Cubano se ocupó también este martes, con su peculiar tono, del asunto
La Cancillería cubana continúa la línea iniciada por el viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío, que el lunes reaccionó al reportaje con un airado mensaje en inglés desde su cuenta de X: “CBS 60 Minutes ha presentado una nueva definición de ‘evidencia’: conjeturas, conjeturas e historias descabelladas no confirmadas, con muchos adjetivos”.
En el reportaje que ha vuelto a levantar el interés por el tema, el teniente coronel retirado del Ejército de Estados Unidos, Greg Edgreen, afirma que la iniciativa de los ataques provino de Rusia. Además, el Departamento de Defensa aseguró que un empleado que asistió a una cumbre de la Otan del año pasado en Lituania había presentado síntomas similares al de los diplomáticos, siendo el caso más reciente informado.
El programa oficialista Guerrero Cubano se ocupó también este martes, con su peculiar tono, del asunto. “Vamos a pisotear una vez más este puentecito de los vividores voceritos pagados para llegar a sus jefes con argumentos y desbaratar sus patrañas”, arranca en los minutos destinados al tema. Tras dedicar varios insultos al senador Rubio, el vocero da, por una vez, crédito a los informes de la inteligencia estadounidense y concluye: “Díganme ustedes si anda o no extremadamente mal aquel país a estas alturas con esa payasada”.