El régimen expone al "terrorista" de la moto acuática para distraer a los cubanos de la crisis

El programa de Humberto López dejó pocas novedades, salvo la declaración del detenido y sus vínculos con el grupo autodenominado "La Nueva Nación Cubana en Armas"

Ardenys García Álvarez en Canal Caribe identificando a los integrantes de La Nueva Nación Cubana Armada.
Ardenys García Álvarez en Canal Caribe identificando a los integrantes de La Nueva Nación Cubana en Armas. / Captura
14ymedio

09 de julio 2024 - 12:52

Madrid/Pocas novedades en el anunciado programa de la televisión nacional en el que revelarían detalles sobre el “plan terrorista contra Cuba, organizado y financiado desde los Estados Unidos”, y finalmente desarticulado por la Policía y las Fuerzas Armadas. Los 30 minutos que duró el especial, conducido por el vocero del régimen Humberto López, abundaron básicamente en el caso que se conoció el pasado diciembre, cuando se anunció la detención de un hombre por intentar entrar ilegalmente a la Isla en una moto acuática con tres pistolas que este lunes pasaron a ser cinco. 

Lo único noticioso era el nombre del detenido, que se dio a conocer un día antes, Ardenys García Álvarez, un cienfueguero de 40 años, presuntamente emigrado y residente en EE UU en 2014. Sus declaraciones y los videos e imágenes del grupo al que supuestamente pertenecía fueron lo más espectacular del programa de López, que contó con dos invitados –el coronel Víctor Álvarez Valle y el fiscal Eduard Roberts Campbell– para dar una base teórica a lo que algunos miembros del exilio han considerado ya propaganda para desviar la atención.

Sus declaraciones y los videos e imágenes del grupo al que supuestamente pertenecía fueron lo más espectacular del programa de López

El programa comenzó repasando los hechos, ocurridos en noviembre, cuando García Álvarez entró en Cuba ilegalmente por Matanzas en una moto acuática “con la intención de realizar acciones violentas”. Pocos días después se aprobó la famosa Lista Nacional de Terroristas, que incluye a 61 personas –entre ellos el político Orlando Gutiérrez Boronat y el influencer Alex Otaola– además de a 19 organizaciones "que ejecutan acciones contra la seguridad del Estado", cuyos miembros, advierten, son "buscados por las autoridades". 

García Álvarez formó, según su testimonio, parte de una de ellas, la autodenominada La Nueva Nación Cubana en Armas, capitaneada por Willy González –quien no ha ocultado en redes sus burlas por el programa de anoche– y que se reivindica como un grupo de reclutamiento en Florida dispuesto a usar la violencia para liberar la Isla del comunismo. El grupo dijo ser autor en 2022 del incendio contra el Tribunal Provincial de La Habana pero, pese a todo, apenas tiene unos 800 seguidores.

En el video emitido por Canal Caribe con las declaraciones de García Álvarez este cuenta superficialmente cómo entró en contacto con el grupo a través de Telegram –aunque nunca indica si lo hizo por convicciones o dinero– y comenzó a realizar actividades de entrenamiento en campos de tiro con varios de sus integrantes, entre ellos Willy González, aunque también identifica en las fotografías a Jorge Luis Fernández Figueras El Lobo o Dayan Quiñones, entre otros.

Los individuos aparecen equipados con uniforme militar y el logo de La Nueva Nación Cubana en Armas, que incluye la bandera nacional, tres estrellas y dos ametralladoras cruzadas

Los individuos aparecen equipados con uniforme militar y el logo de La Nueva Nación Cubana en Armas, que incluye la bandera nacional, tres estrellas y dos ametralladoras cruzadas y se los ve practicando con armas que el acusado identifica. En otro de los fragmentos, uno de ellos lee un comunicado que reza: “Nosotros, La Nueva Nación Cubana en Armas, creemos que la manera más rápida de lograrlo es la lucha armada, poniendo en riesgo la vida de un grupo de hombres decididos con el fin de salvar la vida de muchos otros”. 

Humberto López, que califica de “interesante” el fragmento, repasa con el coronel Álvarez Valle los hechos, incluyendo la llegada a la Isla del acusado –actualmente en prisión provisional– en moto acuática con matrícula de Florida y “en perfectas condiciones de navegación”. Además del vehículo, añade, le fueron requisadas “un gran número de municiones que habían quedado esparcidas en un pomo” y por la embarcación, así como  cinco pistolas –que en la versión de diciembre eran tres– de las marcas American Tactical y dos modelos distintos de Smith & Wesson, fabricadas en Estados Unidos, junto a una Steyr, de Austria, y una Taurus, creada en Brasil. Todas, remarcó el investigador, “fueron adquiridas en Estados Unidos independientemente de que el país de procedencia sea otro”.

Además, el resto del equipo lo formaban prismáticos y pasamontañas “propios de la actividad violenta de él”. López llega a preguntar –consciente de la escasa entidad de la historia– si un hombre con este mínimo equipo resulta peligroso para un país, pero los presentes intentan poner de relieve que no se trata de ello, sino de las implicaciones y gravedad de sus intenciones. 

García Álvarez acumula una acusación por múltiples delitos, lo más grave: actos contra la seguridad del Estado, penados con entre diez y 30 años de cárcel, cadena perpetua o pena de muerte

García Álvarez acumula una acusación por múltiples delitos, desde la entrada ilegal al país –que ya implica unos tres años de prisión– a, lo más grave: actos contra la seguridad del Estado, penado con entre diez y 30 años de cárcel, cadena perpetua o pena de muerte, para “quienes violen el espacio territorial a bordo de una nave o aeronave, penetren clandestinamente en la nación u organicen o formen parte de grupos armados para intervenir en la comisión de delitos contemplados en el Código Penal”.

En el programa aparecen algunos secundarios, aunque también imputados, entre ellos el padre del acusado principal, Roberto García Ávila, que se implicó presuntamente en los planes del hijo, y Pavel Fernández Alfonso, a quien supuestamente también compartió sus intenciones, incluyendo la idea de buscar una finca en la que alojar a más personas a las que debía reclutar, con particular énfasis en miembros del Ejército, por tener entrenamiento y acceso a armas. 

El programa reservó los diez minutos finales a caracterizar a Willy González y emitir algunos de los videos que cuelga en sus redes sociales amenazando al régimen cubano, así como de José Luis Fernández El Lobo, a quien también se atribuyen varios sabotajes eléctricos. Ambos forman parte, remarcaron, de la lista nacional de terroristas y son reclamados a EE UU, acusado veladamente de no hacer nada por detenerlos o extraditarlos.  

“Están haciendo un esfuerzo por ‘legitimar’ la supuesta lista de supuestos terroristas para poder seguir usándola"

Humberto López reivindica, citando una Resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que los Estados deben “adoptar todas las medidas para perseguir investigar y sancionar a los que están vinculados” a hechos terroristas. Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento Democracia, dijo a la televisión de Miami, al concluir el programa: “Están haciendo un esfuerzo por ‘legitimar’ la supuesta lista de supuestos terroristas para poder seguir usándola no solamente en la propaganda sino también en posibles encuentros con  EE UU”.

La periodista anticastrista Ninoska Pérez Castellón, que también forma parte de la citada lista, dijo desde en su programa de radio que esta es una nueva maniobra del régimen, desbordado por sus problemas internos. “Todo es llamar la atención de algo que se desvía de la situación real del país y este es el tipo de cosas que les funcionó durante un tiempo con Fidel Castro… yo no creo que les funcione más, teniendo en cuenta la situación actual del pueblo de Cuba”, dijo, y añadió que el objetivo es “calmar a la población, mantenerla sometida y hacerle creer que la están defendiendo de algo monstruoso que viene de afuera”.

Humberto López, en cambio, consideró su programa un servicio público, a pesar de que no se dijo nada que no se supiera ya y la puesta en escena indicase más un esfuerzo por generar unidad ante un supuesto enemigo externo. “Aquí vamos a continuar defendiendo la verdad y la objetividad de los fenómenos. Vamos a seguir buscando toda la información y poniéndola a disposición de la opinión pública. La impunidad jamás, jamás será la respuesta ante actos tan graves de esta naturaleza”. Su última frase, en cambio, reveló un inquietante atisbo de duda sobre la estrategia. “El repudio del pueblo de Cuba yo creo que es y seguirá siendo enérgico”.

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