El régimen moviliza a sus huestes en Argentina contra la suspensión de los vuelos de Cubana de Aviación

La Habana/Unas 1.000 personalidades y organizaciones afines al régimen cubano en Argentina enviaron este viernes una carta a la empresa estatal —al 51%— Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) condenando la decisión de interrumpir el suministro de combustible del que disfrutó hasta el pasado marzo la aerolínea estatal Cubana de Aviación.

Los firmantes, entre los que se encuentran viejos aliados de La Habana como el politólogo Atilio Borón o Jorge Kreyness, secretario de relaciones internacionales del Partido Comunista argentino, alegan que la medida afecta a más de 5.000 cubanos que residen en el país latinoamericano y tienen familia en la Isla. 

La medida interfiere también, aseguran, con el comercio de las pymes de la Isla y con sus posibilidades de importar productos desde Argentina. Por último, obstaculiza el “derecho de viajar a cualquier parte del mundo” de los propios argentinos, afirman. Consideran la suspensión del suministro como una violación a la Constitución argentina y reclaman la “intervención inmediata” del Gobierno de Javier Milei y de la Administración Nacional de la Aviación Civil para revertir la decisión. 

También firmaron la misiva aliados del régimen, afínes al kirchnerismo y críticos de Milei

También firmaron la misiva el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel –aliado del régimen, afín al kirchnerismo y crítico de Milei–, así como la periodista Stella Calloni y representantes de organizaciones cuyo factor común es su oposición al actual Ejecutivo y su afinidad histórica con La Habana: la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, la Propuesta Tatu, el Peronismo Revolucionario, las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, además del Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba, el Club de Periodistas Amigos de la Isla y la Unión de Residentes Cubanos. 

El documento también reivindica la historia común de Cuba y Argentina. José Martí, recuerdan, fue cónsul de Argentina en Nueva York en 1890, un dato que invocan para considerar la decisión como un “insulto” a las relaciones diplomáticas entre ambos países.

El pasado mayo, Cubana de Aviación suspendió definitivamente sus vuelos –parados desde abril– a Argentina, alegando que YPF se negaba a surtir de combustible a sus naves. La Habana interpretó la decisión como un alineamiento de Milei con Washington, una idea que retoman los firmantes de la carta. El Ejecutivo argentino “invoca leyes extraterritoriales estadounidenses”, defienden, y acusan al actual Gabinete de “traidores a la Patria”. 

La Cancillería de la Isla aseguró en mayo que había buscado “innumerables  alternativas para mantener las operaciones que ya estaban planificadas y autorizadas por la Administración Nacional de la Aviación Civil argentina, y no afectar a los pasajeros, a través de la contratación de otras líneas aéreas”, sin recibir, añadieron, “una respuesta satisfactoria”. 

Durante casi cuatro décadas hubo vuelos regulares ininterrumpidos entre ambos países, por lo que la cancelación de la ruta supone “pérdidas millonarias” para Cubana de Aviación, informaron, pues entraña “el cierre de cuentas bancarias y de operaciones comerciales, y la imposibilidad de acceder a préstamos de bancos internacionales para dar mantenimiento y reparar su flota”. 

En enero, Aerolíneas Argentinas anunció que cancelaba sus vuelos a Cuba por no ser rentables

La aerolínea estatal cubana retomó en mayo de 2023 su conexión entre La Habana y Buenos Aires tras el parón forzado por el covid-19. También reinició entonces, con una aeronave alquilada, los vuelos desde Argentina con parada en el destino turístico de Cayo Coco y destino final en La Habana.

Entre enero y marzo de este año el número de viajeros argentinos a Cuba repuntó un 44% con respecto al mismo período del año anterior, hasta alcanzar las 12.753 personas. En sentido contrario, a finales de enero Aerolíneas Argentinas anunció que cancelaba sus vuelos a Cuba poco más de medio año después de que los restableciera.

Según informaron medios locales entonces, con fuentes en la propia empresa, la ruta no era rentable, por lo que a partir del 8 de marzo suspendería la frecuencia semanal que conectaba el país sudamericano con La Habana vía Cancún. Cada vuelo a la capital cubana desde Buenos Aires, declararon fuentes de la aerolínea a Infobae, tenía un promedio de 16.000 dólares de pérdidas. 

En 2023, la compañía perdió medio millón de dólares, aunque, según Clarín, la cifra hubiera sido mayor de no haber estado subsidiada por el Gobierno.