El régimen cubano toma represalias contra el hijo encarcelado del escritor Jorge Fernández Era

Madrid/Apenas dos días después de anunciar su salida de la revista La Joven Cuba, cuyo director le exigió modificar una columna de opinión donde ironizaba sobre la Seguridad del Estado, el escritor y periodista Jorge Fernández Era acusa al régimen de tomar represalias contra su hijo. Eduardo Luis Fernández, de 22 años, cumple condena por un robo con violencia perpetrado en marzo de 2021 y gozaba de algunos beneficios penitenciarios por su buen comportamiento, hasta que las autoridades han comenzado a utilizar su situación para presionar al padre.

En un extenso post publicado este martes en Facebook, Fernández Era cuenta cómo su hijo acabó condenado a diez años de prisión por un robo en el que su compinche esgrimió un arma blanca. Por esos hechos fue a parar a la Prisión Occidental de Menores del Guatao, donde estuvo recluido hasta que en 2022 cumplió 21 años. Ya durante el proceso de instrucción, cuenta el periodista, fue testigo de extraños intentos de separarlos, entre ellos apartarlo del grupo de visitas.

En la prisión, Eduardo Luis –al que llama afectuosamente Eduardito– comenzó a trabajar como barbero de los internos y custodios, un oficio que había aprendido gracias a un curso gestionado por su padre. Al cumplir 21 años, estuvo un breve lapso en el centro penitenciario 1580, en San Miguel del Padrón, y después fue trasladado al campamento Toledo 2, cercano a la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (Cujae), donde se encuentra actualmente.

En la prisión, Eduardo Luis comenzó a trabajar como barbero de los internos y custodios, un oficio que había aprendido gracias a un curso gestionado por su padre

Su actitud lo ha hecho merecedor de cuatro pases hasta ahora, el más reciente este fin de semana, cuando contó a su padre lo ocurrido el miércoles 12 de abril y dio consentimiento para la denuncia que ahora hace el escritor.

"En marzo, un oficial que 'se lleva bien con mi hijo' le propuso que se mudara hacia la prisión de El Chico –cercana y de más rigor–, donde estaría 'más tranquilo'. Mi hijo le contestó que no le convenía, allá hay pocos reclusos, podría pelar menos. Días después se le acerca uno de sus amigos y lo conmina a trasladarse juntos para aquella cárcel", explica.

Pocos días después, la jefa de Toledo 2 llamó a un familiar cercano para comunicarle que se había tomado la decisión de trasladar a Eduardo a El Chico para "protegerlo de las influencias del padre", un cambio que incluía seis meses sin pases ni visitas. No obstante, esgrimió la funcionaria, ellos se ofrecían a interceder por el muchacho. "Solicitaremos al Ministerio del Interior que se posponga su traslado en aras de dar tiempo a que su papá se llame a contar sobre las publicaciones ofensivas al Gobierno y a la Revolución que publica en redes sociales", le dijo.

Aunque el familiar, cuya identidad no quiere revelar el escritor, alegó que esos mensajes no tenían relación con el joven, la funcionaria lo conminó a estar pendiente insistiendo en que por su parte haría "lo imposible" por que Eduardo Luis se mantenga en Toledo 2 hasta obtener la libertad condicional o extinguir su pena.

El artista rechaza contundentemente que se haga pagar a su hijo por delitos que no comete, así como el uso que se hace de los funcionarios del ministerio para utilizar "métodos tan bajos de degradación humana" con el único fin de callarlo. "Lo acontecido con Eduardito viola los más elementales derechos humanos y la propia Constitución de la República", reprocha.

El artista rechaza contundentemente que se haga pagar a su hijo por delitos que no comete, así como el uso que se hace de los funcionarios del ministerio para utilizar "métodos tan bajos de degradación humana"

Fernández Era aprovecha su escrito para pedir al Gobierno de España y a su Embajada en La Habana que intercedan para que se le conceda una visa para acudir a la presentación en Madrid de unos libros que ha editado y que solicitó antes de que comenzaran sus problemas con la Seguridad del Estado, por los que se le ha impuesto una prohibición de salida del país. "Habrá que ver si se atreven, una vez más, a desterrar a un cubano de nacimiento, o a no dejarme regresar a mi patria", agrega.

También pide a la comunidad internacional, incluidas Naciones Unidas, Amnistía Internacional, Iglesias de distintas confesiones y gobiernos democráticos de todo el mundo, con especial reclamo a la izquierda internacional, que interceda por su hijo. "Exijo, desde las únicas páginas que me están permitidas, se libere de inmediato a mi hijo y se le permita abandonar el país. Aquí peligra su integridad física y sicológica", reclama.

El periodista, que hace responsables a las máximas autoridades del Estado de lo que le pueda pasar a su hijo, cita palabras del propio Fidel Castro para acusar al régimen de llevar "una política que nada tiene que ver con principios revolucionarios". Además, les reprocha practicar un socialismo que "congenia con atrocidades como esta, propias de un fascismo enquistado en el alma de la nación".

Fernández Era anuncia que este sábado se apostará entre las 12 y la 1 de la tarde ante el monumento a José Martí del Parque Central de La Habana si no se atienden sus peticiones, en protesta pacífica por el acoso que viven tanto él como su hijo. "Lo repetiré semana tras semana, a la misma hora. Ya nada tengo que perder", clama el escritor, que cierra el texto con una frase en mayúsculas: "¡No toquen a mi hijo!".

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