Las becas mexicanas, el gran negocio del régimen cubano que se desinfla
Solo 172 estudiantes cubren las 1.000 plazas ofrecidas por el Conacyt para estudiar la especialidad médica en la Isla
México/La Habana/Lo que empezó siendo una jugosa promesa de 1.600 becas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de México para estudiar la especialidad médica en varios países extranjeros –entre ellos Canadá y Estados Unidos– ha acabado materializándose en tan solo 172 plazas cubiertas en Cuba y una fuente de polémicas que no cesa.
El diario La Razónpublicó este lunes que de las 1.000 becas ofrecidas por el Conacyt el pasado diciembre para cursar la residencia en la Isla, solo aceptaron 184 estudiantes. Según un documento del Conacyt entregado a ese periódico mexicano vía petición de transparencia al Instituto Nacional de Acceso a la Información –al que las instituciones públicas están, en principio, obligadas a contestar por ley–, las becas aceptadas por los alumnos fueron 22 de anatomía patológica, 28 de epidemiología, 68 de geriatría, 58 de rehabilitación y ocho de psiquiatría.
Sin embargo, una fuente del propio Conacyt comunicó a 14ymedio que el grupo de becados en Cuba lo conformaron 174 personas.
Son los que embarcaron el pasado 12 de agosto en un Boeing de la Fuerza Aérea Mexicana rumbo a La Habana, detalla la misma fuente. Tres más estaban en la lista de pasajeros inicial pero perdieron el vuelo y, con ello, su opción a la residencia.
No pueden ingresar el dinero que les proporcionará el Gobierno mexicano, 1.100 dólares, en las cuentas que deseen, sino, forzosamente, en una cuenta del Banco Popular de Ahorro
La misma cifra la confirmó a este diario tanto el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) como uno de los jóvenes médicos que ya se encuentran en la Isla. El mismo doctor precisa, además, que dos de sus colegas ya regresaron a México "por asuntos familiares".
Es decir, 172 son los que se encuentran finalmente en Cuba, algunos de ellos en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, según se constata en algunas publicaciones en redes sociales. Pocas, porque, según refieren dos de ellos a este diario, no disponen de servicio de internet.
Más allá de esa carencia, una de las quejas más duras de estos estudiantes, de la que se hizo ecoCubanet, es que no pueden ingresar el dinero que les proporcionará el Gobierno mexicano, 1.100 dólares en concepto de "manutención", en las cuentas que deseen, sino, forzosamente, en una cuenta del Banco Popular de Ahorro.
De ello infieren, aunque el primer pago será cuando se cumpla el primer mes, que lo recibirán en pesos cubanos, que equivaldría al tipo de cambio actual a 27.500 CUP. "Desafortunadamente la lavandería, que aquí es como tintorería, se paga por pieza y en dólares y está muy caro", se queja uno de los becarios mexicanos.
La relación entre México y Cuba a cuenta de la salud sigue levantando, pues, polvareda. "El Gobierno está usando las becas Conacyt para financiar al régimen cubano", dice rotunda Alejandra Reynoso Sánchez, recién nombrada vicepresidenta del Senado de México (por el Partido Acción Nacional, opositor).
"El Gobierno está usando las becas Conacyt para financiar al régimen cubano", dice rotunda Alejandra Reynoso Sánchez
"Todo lo maneja el régimen", declara a 14ymedio la senadora sobre la obligación de cobrar la beca en moneda cubana. "¿Qué garantías tienen? No hay que olvidar que estos médicos son considerados trabajadores de la salud y ese apoyo es un derecho, no una dádiva".
Reynoso Sánchez reprocha, además, que se "pague el doble" al castrismo –en promedio 11.565 dólares mensuales– por la especialidad de un médico, cuando en México se destina menos de la mitad, 5.412 dólares, como incentivo por sus servicios en algún hospital de su territorio.
Todo comenzó en mayo de 2020, cuando el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador prometió, ante la alegada falta de especialistas en el país, aumentar las plazas de residencia, que incluirían, además, becas en el extranjero.
Entonces, estaba en su apogeo la polémica por haber importado, un mes antes, a centenares de médicos cubanos para, en palabras de las autoridades, "atender la emergencia provocada por el covid-19". Sobre esta misión se fue sabiendo a cuentagotas con el paso de los meses, pero enseguida suscitó la crítica de colegios médicos y de la opinión pública. Alegaban que los cubanos eran "médicos generales sin especialidad" y protestaban por los seis millones de dólares que le costaba el contingente al Gobierno mexicano (acabó sabiéndose que fueron finalmente casi ocho millones).
El siguiente noviembre, dos días antes de presentar los médicos su examen de especialidad (Enarm), López Obrador anunció su "plan estratégico para aumentar el número de médicas y médicos en el país", que no solo suponía la duplicación de plazas becadas en México (hasta 18.929), sino la puesta en marcha de 1.600 becas en el extranjero, cuyos destinos serían Canadá, Estados Unidos, Argentina, Cuba y Australia, con cargo al Conacyt.
"¿Cómo puedes confiar, cuando te prometen más de 9.000 becas y te dicen que al presentarte al examen estás luchando por una plaza, y luego que salen con que el lugar es en Cuba y en condiciones que ni ellos saben explicar?"
Pero cuando el Conacyt publicó los requisitos para cubrir 1.000 plazas becadas, el pasado 15 de diciembre, habiendo recibido ya los estudiantes sus calificaciones del Enarm, se enteraron de que el único destino era Cuba.
En aquella ocasión, el consultor para temas sanitarios Xavier Tello observó que México pagaría al Gobierno cubano por este programa un total de 40 millones de dólares en calidad de "colegiatura".
Los que habían señalado en la prueba que querían estudiar en el extranjero, sin saber que solo había una opción, montaron en cólera, pues no se les concedía tampoco lugar en México y se les obligaba a repetir el examen el año siguiente.
Así las cosas, cerca de 40 médicos interpusieron una demanda de amparo –un instrumento jurídico que existe en México para proteger a los ciudadanos de posibles arbitrariedades por parte del Estado– por "violaciones en el proceso de selección", fundamentados en que al postularse al examen no sabían que no había más países extranjeros que elegir aparte de Cuba.
"¿Cómo puedes confiar, cuando te prometen más de 9.000 becas y te dicen que al presentarte al examen estás luchando por una plaza, y luego que salen con que el lugar es en Cuba y en condiciones que ni ellos saben explicar?", se pregunta Mely, quien a pesar de haber obtenido un alto puntaje en el Enarm, no logró lugar en ninguna institución de salud mexicana.
Entre los demandantes, representados por el bufete Lex Artis Médica, se encuentra también un facultativo que obtuvo el puntaje y fue de los seleccionados para viajar a la Isla, pero, al informar que tiene VIH, fue rechazado.
Aunque en los estatutos de los Servicios Médicos Cubanos se establece que entre las "acciones invalidantes para realizar estudios" en carreras de las ciencias médicas se encuentra tener VIH, los mexicanos solo supieron de ello una vez asignada la beca. En cualquier caso, se trata de una práctica discriminatoria, y como tal consta en una declaración de la Asociación Médica Mundial de 2006.
Ni este caso ni la importación de servicios médicos por parte de México están cerrados. Queda aún por conocer, por ejemplo, cuánto pagó el Gobierno de López Obrador por los contingentes de sanitarios cubanos enviados en diciembre pasado, que, por oleadas, regresaron a la Isla entre marzo y mayo de este año.
Seguirá dando que hablar el acuerdo entre ambos países para dar "continuidad a la atención primaria en salud", formalizado en junio de 2019 cuando el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, se reunió en la Ciudad de México con el ministro de Salud Pública de la Isla, José Ángel Portal Miranda.
La Administración mexicana tampoco ha detallado qué pasará con las becas que no se otorgaron, pero, por lo pronto, de los más de 40 millones de dólares presupuestados para el proyecto, solo gastará poco más de siete millones.
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