Por riesgo de derrumbe, cierran la estación de trenes de Cienfuegos tras invertir 5,3 millones de pesos

La terminal fue cerrada en 2019 por graves problemas en el techo y reabrió tres años después

La inhabilitación de itinerarios, así como el cierre de la terminal, han dejado sin opciones a viajeros y empleados.
La inhabilitación de itinerarios, así como el cierre de la terminal, han dejado sin opciones a viajeros y empleados. / 14ymedio
Julio César Contreras

06 de marzo 2025 - 23:04

Cienfuegos/“Prohibido el paso, posible derrumbe”, advertía el cartel que el pasado 28 de febrero clausuró de forma indefinida la terminal de trenes de Cienfuegos. Para los pasajeros que iban llegando a la estación y se encontraban las puertas y ventanales cerrados a cal y canto, el papel pegado con precinta al muro era una sorpresa desafortunada. Sin embargo, Marta, que ha trabajado durante años en el recinto, cree que el cierre es más un escándalo que una noticia.

La mujer recuerda claramente cuando la terminal fue cerrada en 2019 por graves problemas en el techo. La Oficina del Conservador de la Ciudad contrató al grupo de creación privado Redema para la rehabilitación. Tres años y 5,3 millones de pesos después, según reseña la propia prensa oficial, la terminal reabrió sus puertas, pero el resultado fue decepcionante. 

"Cuando reabrieron y los trabajadores volvimos me di cuenta de que aquello no tenía la calidad que tanto se pregonaba"

"Recuerdo muy bien esa época, porque mientras duraron las reparaciones tuve que buscarme la vida con otros trabajitos. Cuando reabrieron y los trabajadores volvimos me di cuenta de que aquello no tenía la calidad que tanto se pregonaba. El techo y los problemas de plomería seguían, al punto de que ya era imposible mantener la limpieza. También faltaban implementos para garantizar la higiene del local”, explica a 14ymedio la trabajadora.

Con Marta coinciden muchos cienfuegueros, algunos de ellos citados por el periódico local, 5 de Septiembre. “No habían pasado ni dos semanas de concluidas las labores y ya caían goteras en el centro de la instalación cuando llegaron los primeros aguaceros”, parafraseaba el diario a un vecino del municipio de Palmira.

La intervención iniciada en 2019 incluía reponer la cubierta de las tejas, restaurar la carpintería, los pisos, los andenes, la taquilla de venta de pasajes y los baños. También se sustituyeron los bancos del salón de espera por otros asientos metálicos. Sin embargo, “ya el techo está cayéndose a pedazos y desde afuera pueden verse tejas partidas, como si no se hubiera cambiado absolutamente nada”, señala Marta. 

También se sustituyeron los bancos del salón de espera por otros asientos metálicos.
También se sustituyeron los bancos del salón de espera por otros asientos metálicos. / 14ymedio

La cienfueguera solo encuentra una explicación al hecho de que las maderas respuestas ya estén podridas y el edificio –fundado en 1913– amenace con el derrumbe de alguna esquina: “Es evidente que no hicieron el trabajo como se debía”. 

5 de Septiembre se aventura un paso más e incluso pide que las autoridades tomen cartas en el asunto. “A la población no le caben dudas de que ‘lo mal hecho’ solo empeorará, mientras continúe pasando el tiempo sin que una entidad comprometida, bajo la tutela de la UEB Ferrocarriles Cienfuegos, se meta en el asunto, y le escriba un epílogo decoroso, definitivo, a un edificio patrimonial que sí lo merece, pero que en la actualidad sigue viviendo una trama funesta de intermitencias”.

A la par, los trenes siguen llegando a la estación cerrada, pero de forma tan inestable como el devenir del edificio. “El tren con destino a Santo Domingo, que originalmente tenía seis frecuencias a la semana, ha ido perdiendo viajes por roturas y falta de combustible”, explica la trabajadora de la terminal. 

Otro duro golpe sufrieron las decenas de personas que se trasladaban en el coche motor, que iba dejando viajeros en su trayecto hasta el municipio de Aguada. Muchos de los viajeros contaban con ese medio más económico para moverse de un lugar a otro de Cienfuegos. “Ya se había perdido la posibilidad de recuperar la ruta del tren con destino a Sancti Spíritus y la inestabilidad del propio coche motor que iba a Santa Clara, hacían presagiar este colapso”, lamenta la mujer. 

La inhabilitación de itinerarios, así como el cierre de la terminal, han dejado sin opciones a viajeros

La inhabilitación de itinerarios, así como el cierre de la terminal, han dejado sin opciones a viajeros y empleados que dependían en menor o mayor medida del funcionamiento de la instalación. “Obviamente, yo no puedo quedarme de brazos cruzados en mi casa por tiempo indefinido, sin cobrar un centavo, hasta que se pueda hacer otra nueva reparación capital. Los dirigentes siempre piden que desarrollemos iniciativas para garantizar el mantenimiento del local, pero se puede hacer muy poco cuando la propia reparación es un desastre”, valora Marta.

“Puedo decir que ahora mismo estoy sin empleo”, advierte la mujer, que ha aprovechado el momento para dar otro rumbo a su vida. “El salario de 2.500 pesos no alcanzaba para nada y siempre se corre el riesgo de que con el cierre despidan a parte de los trabajadores”, analiza. La clausura, para ella, ha cerrado más de una puerta: “No creo que vuelva a trabajar con el Estado”.

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