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Un "río de petróleo" se esparció por la zona cuando chocaron dos trenes en Sancti Spíritus

Unos 18.000 litros de crudo se derramaron y la vegetación se ha puesto negra

Trabajadores de la refineria Sergio Soto, mientras limpian la zona. / 'Escambray '
14ymedio

13 de diciembre 2024 - 19:00

La Habana/Casi una semana después del choque entre dos trenes en Sancti Spíritus, uno de los cuales transportaba petróleo, los medios oficiales revelaron la magnitud de los daños. Escambray lo catalogó este viernes como “un hecho de impacto negativo al medio ambiente” y detalló que se perdieron miles de litros de combustible, regados en casas, terrenos y en el subsuelo de la zona.

El impacto, ocurrido el 7 de diciembre pasado en el kilómetro 349 de la Línea Central, la columna vertebral de los ferrocarriles cubanos, tomó por sorpresa a los vecinos de la zona. “Por el estruendo pensé que se había acabado el mundo”, dijo al medio oficialista Idania Vera sobre el percance, ocurrido poco después de las 7 de la mañana. “Mi esposo –agregó la mujer–, que en ese momento amarraba la yegua, sí presenció el choque. Hasta el animal se paró en dos patas. Aquello fue terrible; los chorros de petróleo salían por todas partes”.

El “río de crudo” se esparció por la zona. El combustible llegaba a la altura de las rodillas de los trabajadores que “contribuyeron a la evacuación del líquido”. Del petróleo que se transportaba se perdió el 30%, alrededor de 18.000 litros, según Mijail Bonachea Crespo, director de la refinería Sergio Soto. Para “proteger al ecosistema”, señaló, se hizo una excavación para drenarlo, agregó el funcionario.

El combustible llegaba a la altura de las rodillas de los trabajadores que “contribuyeron a la evacuación del líquido”

El follaje de los árboles del sitio cambió de verde a negro. “En menos de 24 horas, el paisaje agreste, entre las estaciones de Guayos y Siguaney, tomó una dimensión dantesca”, señaló el periódico, retratando la realidad como pocas veces suele hacerlo la prensa oficial.

Pese a “los considerables niveles derramados” de petróleo, las autoridades desdeñan las consecuencias. En cuanto a una afectación de la calidad del agua y posible contaminación del manto freático en esa área, el Centro de Servicios Ambientales de Sancti Spíritus señaló que es previsible. Sin embargo, dijo que “pudiera repercutir o no en pozos cercanos”.

El medio indicó además que “los especialistas mantienen la vigilancia de un hecho catalogado como no significativo”, mientras que “los expertos” sostuvieron que “no se tienen elementos para confirmar la contaminación del aire”.

No obstante, a seis días del accidente, Escambray informó de que algunos vecinos aún no pueden siquiera pisar sus patios porque sigue habiendo combustible.

Para intentar sanear los terrenos afectados, según Mijail Bonachea Crespo, se hará extracción del suelo impactado para llevarlo al área de biorremediación de la refinería y restablecer el entorno. “Aplicaremos la técnica de landfarming, un tratamiento biológico que permite recuperar suelos contaminados por hidrocarburos, para reutilizar el terreno”, sostuvo.

'Escambray' informó de que algunos vecinos aún no pueden siquiera pisar sus patios porque sigue habiendo combustible

En cuanto a las causas del accidente, el medio aseguró que se “avanza el proceso investigativo”, aunque “se presume que el motivo de hechos fatídicos similares a este obedece al incumplimiento del reglamento de operaciones de los ferrocarriles”, por lo que “la justicia tomará partido con los responsables implicados”.

El tramo de la Línea Central que abarca Sancti Spíritus ha sido problemático el último año. El pasado abril una locomotora que también trasladaba crudo hacia la refinería Sergio Soto descarriló en el kilómetro 364 –a 15 kilómetros del lugar de este último percance– e interrumpió no solo el funcionamiento de la industria, sino el paso de trenes de pasajeros hacia Santiago de Cuba.

A finales de septiembre otra locomotora descarriló en la Línea Central, esta vez en el municipio matancero de Jovellanos. La máquina arrastraba tres coches de pasajeros cuya salida de los rieles en el kilómetro 149,2 interrumpió la circulación de las rutas que utilizaban esa misma línea. Días antes, a muy poca distancia, en el kilómetro 151, descarrilaron tres vagones de los 16 que llevaba una locomotora. El suceso fue casi en todo idéntico al ocurrido en Jovellanos. No hubo heridos.

El mal estado de la red ferroviaria, en la que se trasladan muchos cubanos debido a la escasez de transporte interprovincial, mantiene en vilo a muchos viajeros. Según expuso el pasado marzo en la Mesa Redonda Lisvany Fernández Rivero, director general en funciones de la Administración de Transporte Ferroviario, el 67% de las vías y el 40% de las infraestructuras necesitan mantenimiento. Desde entonces la situación, al menos en la arteria principal, parece haber empeorado.

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