Sagua la Grande, el pueblo donde un vaso de agua es un milagro

El municipio es abastecido por un sistema público de acueducto que posee tres fuentes fundamentales: Caguaguas a unos 12 kilómetros, Chinchila a 10 kilómetros, y Viana a 16 kilómetros. (Jaime Guillermo Castillo)
El municipio es abastecido por un sistema público de acueducto que posee tres fuentes fundamentales: Caguaguas a unos 12 kilómetros, Chinchila a 10 kilómetros, y Viana a 16 kilómetros. (Jaime Guillermo Castillo)
Luz Escobar

30 de marzo 2017 - 21:09

La Habana/Por las calles de Sagua la Grande, en la provincia de Villa Clara, la gente deambula cargada de pomos, cubos y todo tipo de recipientes. La rotura a mediados de este mes de la turbina que suministra agua al municipio ha obligado a sus habitantes a acarrearla desde otros poblados.

“Hace más de una semana que no entra el agua”, dijo a 14ymedio Jaime Guillermo Castillo, residente en la localidad. “Llenamos las cubetas en algunas llaves públicas todas lejos del centro, cada uno va como pueda a donde le quede más cerca. Vamos en carretones de caballos, en bicicleta, o en lo que aparezca”.

El municipio es abastecido por un sistema público de acueducto que posee tres fuentes fundamentales: Caguaguas a unos 12 kilómetros, Chinchila a 10 kilómetros y Viana a 16 kilómetros. Pero con la aguda sequía que afecta a todo el país, la primera de estas fuentes ha debido asumir la mayor parte del suministro.La turbina de Caguaguas se rompió, agravando la situación. El equipo fue trasladado a Santa Clara para su reparación pero los vecinos se quejan de la falta de información y de la excesiva demora. La inconformidad ha llegado al punto de que varios residentes han emplazado al delegado del Poder Popular local a que resuelva el problema cuanto antes o harán una protesta pública.

“Primero dijeron que era solo por un par de días, pero ya llevamos más de una semana en esto y la situación es cada vez más grave”, se lamenta el agricultor Jorge Pablo, que teme “grandes pérdidas en los cultivos” porque lleva por lo menos ocho días sin poder echar “ni una gota de agua en los surcos”.

Según el Censo de Población y Vivienda de 2012, el municipio Sagua la Grande tiene unos 52.334 habitantes, el 90% en zonas urbanas. Los problemas con el abastecimiento de agua se han repetido con frecuencia en los últimos años debido al mal estado de la infraestructura.

Varias zonas de la ciudad también han presentado por décadas problemas con la presión del agua. Principalmente el barrio San Juan, la parte sur de Centro Victoria y Loma Bonita. A esta última prácticamente no llega el servicio. Una situación que ha obligado a que muchos pobladores perforen pozos en las viviendas, lo que ha traído un deterioro del manto freático.Un estudio de hace una década calculaba que las pérdidas de agua en la ciudad se estimaban en un 30% y estaban provocadas fundamentalmente por los salideros y el consumo no controlado. Del total de líquido que se bombea en las fuentes de abasto, unos 410 litros por segundo, solo llegan a la ciudad unos 290.

En lugar de mejorar, la situación ha seguido empeorando en estos últimos diez años y los consejos populares con mayores dificultades son Coco Solo y Centro Victoria.

La conductora desde Caguaguas ha sufrido también los problemas de mantenimiento y conservación, así como el déficit de equipamiento y personal calificado para mantener un servicio estable, según datos de la prensa local.

Las autoridades achacan parte de esos problemas a “ciudadanos inescrupulosos” que perforan las redes para regar de forma ilícita pequeñas huertas. La presencia en la zona de numerosos productores de carne con granjas clandestinas ha contribuido al aumento del fenómeno.Sin embargo, los vecinos apuntan que no se han hecho las inversiones prometidas para evitar las continuas roturas. “A este pueblo nadie lo tiene en cuenta”, lamenta Herminia, nacida en la localidad y que por estos días intenta vender su inmueble de cuatro cuartos y un inmenso patio.

La villaclareña pone sus esperanzas en la venta de su casa para salir de lo que considera se ha convertido en “un lugar sin futuro”. Siente que Sagua la Grande ha vivido un proceso de deterioro y “la frecuente rotura de la turbina es un paso más en esta caída”. Ni siquiera la declaración de Monumento Nacional del centro histórico de la urbe en 2011 logró parar el proceso.

“Un pueblo sin agua es un pueblo fantasma”, considera Herminia. “Los padres no quieren mandar a los niños a la escuela con el uniforme sucio y las personas mayores son las que peor lo pasan porque no pueden cargar el agua desde lejos”. Ha pagado a un aguador unos 50 pesos, la cuarta parte de su pensión, para rellenar un tanque que solo usa para cocinar: “Un baño es un lujo que no puedo darme”, dice resignada.

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