El Salvador impone una tasa de 1.000 dólares a los migrantes, excluyendo a cubanos y haitianos
Los africanos que viajan por Centroamérica para evitar el Darién han aumentado de manera exponencial
Madrid/El número de cubanos que atraviesan la selva del Darién, entre Colombia y Panamá, se ha reducido a mínimos. Entre enero y julio de este año, solo 524 migrantes de la Isla escogieron esa peligrosa ruta, frente a los 17.157 registrados por vía terrestre en Honduras, donde llegan tras aterrizar en la Nicaragua de Daniel Ortega, que está a punto de cumplir dos años de libre visado con Cuba.
"Diariamente arriban al país entre 10 y 20 vuelos que trasladan a extranjeros de Haití, República Dominicana y Cuba", contaba el diario La Prensa esta semana.
Después de la gran crisis migratoria de 2015, cuando el llamado Tapón del Darién concentró a una enorme mayoría de cubanos –que junto a los haitianos suponían el 79% de las personas en cruzar por ese punto, Nicaragua se convirtió en la puerta de entrada al exilio para los originarios de la Isla, gracias a la política de visados de su Gobierno, muy cercano al régimen de La Habana y muy dispuesto a servir a sus intereses, en este caso para facilitar la salida de cientos de miles de cubanos.
Para otros miles de personas procedentes de otros continentes, la ruta hacia Estados Unidos empieza en El Salvador, cuyas autoridades están empeñadas en frenar el flujo con la reciente imposición de una tarifa de 1.000 dólares a los pasajeros de 57 nacionalidades –africanas e India– que lleguen al país a través del aeropuerto internacional San Óscar Romero.
A esta tasa, que el Gobierno de Nayib Bukele ha denominado de "mejoras aeroportuarias" y está vigente desde el 23 de octubre, hay que agregar el 13% de IVA por pasajero. El país, que tiene conexión con 30 destinos en 14 países, ha visto cómo se incrementaba de manera exponencial su tráfico aéreo con este tipo de viajeros.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 4.100 africanos han cruzado el Darién mientras otros miles han escogido la ruta aérea de El Salvador, mucho más fácil, aunque ahora se ha encarecido.
Los cubanos y el resto del continente americano están exentos, por el momento, del pago de la tarifa, y las condiciones, si pasan por El Salvador, siguen siendo las mismas: un visado de tránsito solo si se exceden las 12 horas en el aeropuerto.
El periodista nicaragüense exiliado, Miguel Mendoza, considera que la tarifa salvadoreña perjudica las intenciones de Nicaragua de utilizar la presión migratoria para forzar una eventual negociación de las sanciones de EE UU. "Esta medida del Gobierno de Bukele afectará al negocio de la dictadura de Nicaragua con los migrantes", escribió en su cuenta de X.
Días antes, Manuel Orozco, director del programa de Migración Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano con sede en Washington, dijo al medio opositor 100% Noticias, que Ortega utiliza el aeropuerto de Managua "como puente", especialmente para los migrantes haitianos en su ruta hacia Estados Unidos.
Según contó, el Gobierno ha recibido al menos 6,3 millones de dólares solo desde agosto por acoger en su terminal aérea los vuelos procedentes de Puerto Príncipe, ya que cobra una tasa de 200 dólares (más impuestos) por pasajero.
Orozco afirma que, a pesar de noexistir vuelos regulares desde Puerto Príncipe a Managua, el 60% de los haitianos que van a EE.UU. pasan por la capital nicaragüense, con la llegada de 268 aviones en los últimos tres meses (30 en agosto, 100 en septiembre, y 138 en lo que va de octubre).
"Nicaragua promueve vía libre a migrantes de Cuba, Haití, Venezuela y África. Por mar, aire y tierra. La migración para él no es un problema, (más bien) es una oportunidad de oro", dijo el ex embajador nicaragüense en la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McField en la red social X.
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