Sancti Spíritus se queda sin leche: las empresas estatales no pagan y los productores no entregan
Las deudas con los ganaderos llegan a 150 millones de pesos en solo tres meses
La Habana/Las deudas con los productores de leche de Sancti Spíritus alcanzaron los 150 millones de pesos en solo tres meses. Lo cuenta Alberto Cañizares Rodríguez, director de la Empresa de Productos Lácteos, al diario Escambray, que publica este lunes un reportaje sobre la ingente cantidad de impagos en la provincia. El directivo minimiza la cuestión y afirma que “de enero a julio, se pagaron más de 100 millones de pesos”.
La culpa es, sostiene, de los 200 millones de pesos que le deben a su vez a esta empresa “mayormente el grupo empresarial de Comercio Sancti Spíritus, Complejo Lácteo Habana, Lácteo Artemisa…”. Cañizares, además, se queja de ser quien paga los platos rotos y derrama la culpa sobre los ganaderos que no entregan la leche. La industria, dice, pagó 27 millones de litros, siete de ellos al precio incrementado de 70 pesos por “sobrecumplimiento”, y no se entregó todo lo pactado. “Dicen: ‘No hay leche porque el Lácteo no paga’, pero el año pasado pagué mes a mes y me dejaron de entregar, de la contratada, 10 millones, casi me querían fusilar por deber dos meses, pero por aquella deuda no cuestionaron a nadie”.
El diario provincial ha hablado con algunas de las cooperativas y la situación no deja lugar a dudas. Hubo 159 bases productivas y 1.147 productores en ocho municipios a los que se le dejó dinero a deber. Cabaiguán, Trinidad, Sancti Spíritus y La Sierpe suponen el 62%.
"La situación financiera que pueda tener una empresa para pagar no se resuelve con crédito revolvente"
Manolo Emilio Estrada Valdés, de una cooperativa de este último municipio, dice que del segundo semestre del pasado año solo se pagó en noviembre. ”Eso creó desmotivación, pues un 80% por ciento depende de la producción ganadera; algunos lo que pueden dar son tres, cuatro litros. Te dicen: ‘Hoy tuve que venderla para comprar un litro de aceite’. Uno habla con ellos y responden, pero es una encomienda brava, el vaquero no entiende, lo que necesita es que le pagues; si no, se te va”, dice con cordura.
A los productores de la cooperativa Ramón Puerta, en Banao, les llegaron a deber 800.000 pesos en cuatro meses. En la José Martí, de Sancti Spíritus, aún fue peor, con 1.738.000 pesos. En Raúl Gómez, de Yaguajay, también pasaron cuatro meses sin ver un centavo.
Los delegados municipales de Agricultura en La Sierpe y Sancti Spíritus avalan la gravedad de la situación y señalan que en estos casos se desmorona el ánimo de los productores, que solo se esfuerzan, lógicamente, cuando reciben el pago. Erit Lezcano, director de la empresa del lácteo en Managuaco ha tomado la precaución, incluso, de recurrir –“por estrategia”– a un crédito revolvente, pero incluso así se puede fallar, ya que la entidad no tuvo dinero a finales de año para prestar.
“La situación financiera que pueda tener una empresa para pagar no se resuelve con crédito revolvente. Hay un dinero que te dan inicialmente, pero para después seguir usándolo tienes que revolverlo. Y si tienes déficit de financiamiento, el banco y todo el mundo cobra, pero se hacen esos baches. Habría que buscar otro tipo de línea de crédito, de producción”, opina Carlos Luna, director general de la empresa Obdulio Mortales.
Escambray pone en cuestión a las autoridades y las acusa directamente de engañar al productor y a la propia opinión pública. “Cuando la leche comenzó a escasear y a perderse en diciembre, Escambray indagó por posibles deudas; tanto la Subdelegación de la Ganadería como la dirección de la Empresa Láctea afirmaron que no existían”, cuestiona.
Deibi Casanova Pérez, especialista del sector, afirma que estas deudas no fueron “tapadas”, pero “hubo problemas con el dinero que le debían, se les explicó a los productores, pero al principio no se les habló muy claro por parte del Lácteo…”.
"No se les habló claro, ¿qué significa?, ¿que les mintieron?"
“No se les habló claro, ¿qué significa?, ¿que les mintieron?”, espeta Escambray. El especialista lo niega y dice que se explicó, pero que la información tarda más en llegar que los rumores.
La presidenta de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en Sancti Spíritus, Eidy Díaz Fernández, pide a las autoridades que sean lo más claras posible, porque cuando existe, como fue el caso, incertidumbre, todo es peor. “Podemos decirles si son 15 días, son 15; si son 20, 20, para no engañar y buscar el compromiso de seguir entregando hasta que llegue la solución. Hay que lograr que no se deba nada y buscar credibilidad entre la empresa, los campesinos, que cumplan los que hoy no lo hacen y la justificación no puede ser el impago”, alega.
Alberto Cañizares Rodríguez, pese a los demoledores testimonios, sigue poniéndose a cubierto y se defiende atacando. “Mi grupo nacional dice que no puedo coger la de 70 pesos para cubrir la canasta básica, porque a mí me subsidian solo hasta 38 pesos, pero si digo que no les voy a dar a los niños de esa leche, a tiros me caen. Hay que cogerla, aunque por cada litro de leche subsidiada pierdo 7 pesos, porque para acopiarlo, ponerlo en la industria, prepararlo y mandarlo para el pueblo me cuesta 45; y en la de 70 pierdo más de 30. El año pasado con los apagones tuvimos muchas pérdidas. Más de 400.000 litros de leche fueron directo del campo a las cochiqueras por llegar coagulada”, dice.
Las quejas, argumenta el diario provincial, forzaron una intervención y se entregaron “unos subsidios” con los que se pagó octubre –en diciembre– y noviembre –en enero–. A principios de año, Bandec entregó un crédito de 1.200 millones, de los que 280 son para los cuatro primeros meses, y con los que se ha pagado enero. Pero “por dictados bancarios, con un crédito de un año no puede pagarse el anterior, y diciembre, hasta hace una semana, estaba en stand by. Febrero ya entró en mora y marzo tiene las barbas ardiendo”.
La directora de Finanzas y Precios explica que el Lácteo tiene deudas con el banco, por ello, para aprobar el crédito de este año, debe ser la oficina central quien lo autorice. “Si logran recuperarse en esos cuatro meses, entonces le aprobarían otro”.
Las autoridades afirman que se intenta dar soluciones a nivel nacional, pero el dinero no llega y, además, hay que pagar a los que sobrecumplen pero no se puede cobrar a los incumplidores, dice el director, que lamenta que estos no pagan la multa y solo queda como alternativa ir a los tribunales, algo que se intenta evitar casi siempre.
En Sancti Spíritus debería haber leche, dice Escambray, hasta para las dietas médicas, “una bondad que en otras provincias se extinguió”, pero lo cierto es que donde se acaba yendo es al mercado informal, donde “se paga al instante y mejor, ya que el litro se cotiza aquí hasta 150 pesos y el queso a 600”.