El cementerio de Santiago de Cuba ya no da abasto, y no es por el covid
Anuncian la construcción de un nuevo camposanto en la segunda ciudad del país
La Habana/El cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, ya no da abasto para enterrar a los 25 difuntos diarios, por lo que la segunda ciudad del país está construyendo un nuevo camposanto.
En Santa Ifigenia, monumento nacional desde 1979, se "entierran más cadáveres de los que se exhuman", asegura el diario local Sierra Maestra, porque está diseñado "para asumir entre siete y ocho fallecidos" diarios, según Héctor Roberto Fernández Castillo, subdirector provincial de Servicios Necrológicos.
El nuevo panteón, situado en la carretera de Siboney, en el barrio Hicacos, se llamará Nuevo Santiago y tendrá bóvedas de 12 y de 32 espacios. A diferencia de Santa Ifigenia, que se encuentra en la ciudad, este nuevo cementerio estará más alejado de las funerarias del municipio.
Dada las cifras crecientes de covid en la ciudad, algunos vecinos mostraron inquietud por ese dato de 25 muertes diarias, pero la prensa oficial insistió en que Santiago de Cuba "es uno de los territorios más envejecidos del país", además de presentar un "aumento de afecciones como el cáncer en diferentes localizaciones y los infartos".
El municipio, con una población de 509.971 habitantes, es el más poblado del país. Hasta 2017, según datos oficiales, la tasa de mortalidad era de 958,31 por cada 100.000 habitantes.
"No sabía que morían tantas personas en la ciudad, pero siempre he oído que hay problemas de capacidad. Años atrás hicieron una ampliación, pero parece que ya no da más o quieren reservar el camposanto para los dirigentes"
"No sabía que morían tantas personas en la ciudad", comentó un santiaguero de 70 años a 14ymedio, "pero siempre he oído que hay problemas de capacidad. Años atrás hicieron una ampliación, pero parece que ya no da más o quieren reservar el camposanto para los dirigentes", ironizó.
Se refería especialmente al mausoleo donde reposan los restos de José Martí, a la tumba del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, y, desde finales de 2016, a la roca que aloja las cenizas de Fidel Castro.
El cementerio Santa Ifigenia se ha convertido en un lugar de actos y ceremonias oficiales, y recibe diariamente a cientos de visitantes nacionales y extranjeros, además de turistas antes de la pandemia.
Fernández Castillo recalcó a la prensa local que prevén terminar las obras del nuevo cementerio "en el tiempo más corto posible", sin detallar fechas. En Santa Ifigenia, reconoció, "numerosas bóvedas están caducando a causa del deterioro y los años de explotación''.
También en este año incrementarán las capacidades en los restantes cementerios ubicados en los poblados El Caney, Siboney, Boniato y El Cobre. "Estamos proyectando nuevos osarios y bóvedas", agregó Fernández Castillo.
La falta de espacio no es el único problema de los servicios funerarios de la ciudad oriental. Los precios son también motivo de preocupación, hasta el punto de que el pasado fin de semana, la dirección provincial de Servicios Comunales tuvo que emitir una nota de prensa para desmentir un supuesto aumento de las tarifas, según Sierra Maestra, y adelantó que "los servicios que ofrece la Fábrica de Coronas se han modificado [tal y como] se ha venido informando a la población".
La difícil situación epidemiológica de Santiago de Cuba también está obligando a las autoridades a "hablar" con "las familias de los difuntos" para que "la mayor cantidad de entierros sean directos, es decir, sin velatorio. En caso de haberlo, no puede durar más de dos horas", explicó al diario local Carlos Savournin Linares, especialista de servicios necrológicos de la Funeraria Santiago. El funcionario dijo que la entrada a la funeraria "será limitada a fin de que no haya aglomeraciones en el local".
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