Seis incendios, la mayoría sin control, acorralan a Los Ángeles y dejan cinco muertos
Biden cancela su viaje oficial a Italia
Los Ángeles/Al menos seis incendios azotan la noche del miércoles al condado de Los Ángeles, que registró su último foco de fuego en las montañas de Hollywood, lo que obligó a emitir nuevas órdenes de evacuación por los siniestros que dejan al menos cinco muertos, decenas de heridos y más de 1.000 estructuras consumidas por las llamas.
Cuatro de los siniestros se encuentran fuera de control y dos de ellos, Palisades y Eaton, suman cerca de 11.000 hectáreas quemadas, según el Departamento de Protección contra Incendios de California, conocido como Cal Fire.
El incendio en el área de Hollywood Hills, conocido como Sunset, se desató alrededor de las seis de la tarde hora local, menos de dos horas después ya había quemado 8 hectáreas de vegetación y hasta el momento ha afectado a 20 hectáreas.
Las imágenes aéreas de la televisora KTLA mostraban a varias estructuras que habían sido alcanzadas por las llamas que se esparcían velozmente.
Las autoridades emitieron una orden de evacuación obligatoria en la icónica zona delimitada por Mulholland Drive y Hollywood Boulevard, amenazando algunos recintos históricos del popular Paseo de la Fama, como el Palacio Chino, que junto a negocios aledaños comenzaron el desalojo de una de las zonas más turísticas de la ciudad.
Al menos 210 bomberos han respondido con rapidez al siniestro, algunos incluso atacándolo desde el aire, según dijo al medio ABC la jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Kristin Crowley.
Este nuevo fuego representa más trabajo para los cerca de 10.000 bomberos del condado de Los Ángeles se han visto superados por las llamas aupadas por los vientos de Santa Ana, que llegaron a tener velocidades máximas de 160 kilómetros por hora.
Las autoridades se vieron obligadas a ampliar la noche de este miércoles las órdenes de evacuación para los residentes de las ciudades afectadas por el incendio Eaton, donde se reportaron cinco muertos.
El alguacil del condado de Los Ángeles Robert Luna confirmó en conferencia de prensa el número de muertos después de que a primera hora de la mañana las autoridades hubieran anunciado que se habían perdido dos vidas.
El fuego alcanzó vías principales de la ciudad de Altadena consumiendo viviendas y comercios amenazando con llegar a la Autopista 210 que cruza de este a oeste el condado.
Varios residentes afectados han desobedecido las órdenes de evacuación para tratar de salvar sus viviendas, aunque para muchos es muy poco lo que pueden hacer sin asistencia de los bomberos, que se han visto superados por la emergencia.
Pero dueños como Dolores Zamora han insistido en quedarse para defender sus propiedades de las llamas que saltan de edificación en edificación aupadas por los vientos de Santa Ana, que llegaron a tener velocidades máximas de 160 kilómetros por hora.
"Esto es histórico, no lo habíamos visto antes", dice a EFE el inmigrante mexicano que vive en esta zona hace más de 50 años. La vivienda de Zamora hasta el momento se ha salvado, pero no la de uno de sus vecinos. Él y otros residentes se han unido para usar el agua de una piscina para apagar focos de fuego del jardín de una persona que sí evacuó.
"Tenemos que ayudar. Sabemos que los bomberos no están dando abasto. Lo entendemos y es nuestro deber hacer algo para salvar a nuestra comunidad", ahonda Zamora, que recuerda dos grandes incendios que afectaron la zona en lo que va del siglo, pero "ninguno tan grande y rápido como este".
Por ejemplo, la estación de bomberos que corresponde al área donde vive Zamora fue consumida por las llamas en la mañana. "No había a donde llamar", dijo con tristeza. Los focos de fuego en esta ciudad se han extendido incluso a las vías principales, donde edificaciones que albergan comercios han sido consumidas ante la impotencia de los bomberos.
Anthony Marrone, jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, admitió este miércoles que simplemente no había suficiente personal para una emergencia de este tamaño.
Anthony Marrone, jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, admitió este miércoles que simplemente no había suficiente personal para una emergencia de este tamaño
"Estamos haciendo lo mejor que podemos. Pero no, no tenemos suficiente personal de bomberos en el condado de Los Ángeles para manejar esto", señaló el jefe, según información citada por el periódico Los Angeles Times.
Los residentes lo saben, por eso se han unido para tratar de cerrar el servicio de gas, alertar de las líneas de energía caída, limpiar escombros y árboles caídos por los vientos, y apagar pequeños focos de fuego.
Pero los esfuerzos son superados por las implacables llamas, una gran cantidad de dueños solo lloran frente a sus viviendas mientras las ven arder.
"Lo hemos perdido todo", dijo a EFE Michael Lake, con su voz entrecortada, mientras trataba de hacer una llamada que no conectaba porque el incendio ha afectado las comunicaciones y los servicios en una gran parte de los vecindarios cercanos a las montañas.
En una situación similar se encuentra la comunidad de Palisades, donde las llamas se extienden por todo el Pacific Coast Highway hacia Malibu. El siniestro ha consumido a cientos de estructuras, incluidas edificios históricos y viviendas de estrellas de Hollywood.
Bomberos que se encuentran lidiando con este fuego dijeron a EFE que el siniestro está por ingresar a uno de los peores que ha afectado la zona.
Los otros tres fuegos –Hurst, Lidia, Woodley– también mantienen en jaque a las autoridades amenazando desde una cárcel juvenil hasta refugios establecidos para recibir a los evacuados.
Cuerpos de bomberos de otros condados están llegando especialmente a la zonas de Eaton y Palisades para ayudar, y en los cielos de Los Ángeles se observan al menos seis aviones cisterna conocidos como "supertanker" para combatir los siniestros.
Los incendios también han afectado la calidad del aire del condado, que registró uno de sus peores días, lo que ha obligado a todas las escuelas del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles a permanecer cerradas el jueves y el viernes. También se han registrado apagones en el condado.
La Universidad de California (UCLA) emitió un comunicado en el que informaba que la primera semana de clases quedaba cancelada y destacaba que no había un peligro inmediato en el campus.
El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, anunció esta tarde que se han desplegado más de 7.500 bomberos y personal de emergencia para proteger a las comunidades de California afectadas por los siniestros. También pidió a Donald Trump que deje de politizar el asunto, después de que el presidente electo hiciera unas declaraciones con respecto a la gestión del agua que los expertos calificaron de "pura ficción".
Por su parte, el presidente Joe Biden dijo que el Gobierno de Estados Unidos está "preparado para hacer todo lo que sea necesario, siempre que sea necesario" para contener los incendios forestales y ayudar a reconstruir el sur de California.
"Pero sabemos que será un camino muy largo", agregó el mandatario estadounidense, que hoy aprobó una declaración de desastre para Los Ángeles, y ordenó asistencia federal para complementar los esfuerzos de respuesta en las áreas afectadas.
Biden canceló a última hora una visita oficial a Italia, durante la cual iba a reunirse con el papa Francisco, la primera ministra Giorgia Meloni y el presidente italiano, Sergio Mattarella, debido a la gravedad de la situación.
“Después de regresar esta tarde de Los Ángeles, donde hoy (miércoles) temprano se reunió con la policía, los bomberos y el personal de emergencia que lucha contra los incendios históricos que asolan el área y aprobó una declaración de desastre mayor para California, el presidente Biden tomó la decisión de cancelar su próximo viaje a Italia para permanecer centrado en dirigir la respuesta federal completa (al desastre) en los próximos días”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
El presidente asistirá este jueves en Washington al funeral de Estado del expresidente Jimmy Carter, quien murió a los 100 años el 29 de diciembre pasado.
Biden iba a estar en Italia del 9 al12 de enero y planeaba "hablar de los esfuerzos para avanzar la paz en todo el mundo, incluido el trabajo de papa Francisco para aliviar el sufrimiento de las comunidades vulnerables", según dijo el miércoles el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, antes de que se anunciase la cancelación del viaje.
También tenia previsto subrayar la "cercana y duradera relación bilateral" con Italia, un "aliado increíblemente importante y clave en muchas prioridades de política exterior" de EE.UU, y agradecer a la primera ministra Giorgia Meloni "su liderazgo del G7 en el último año, incluido el acuerdo para distribuir 50.000 millones de dólares en préstamos en apoyo a Ucrania", indicó Kirby.