Sherritt y Antilles Gold enfrentan una crisis financiera que amenaza sus inversiones en Cuba

Ambas empresas mineras sufren deudas, divisiones en su directiva y el hecho de que sus inversiones en la Isla no tengan el rendimiento esperado

Los planes de La Habana para el futuro minero del país son ambiciosos, pero la “obsolescencia tecnológica” los lastra
Los planes de La Habana para el futuro minero del país son ambiciosos, pero la “obsolescencia tecnológica” los lastra / IPS
14ymedio

10 de mayo 2024 - 11:06

La Habana/La minería a todo motor en la que Cuba cifra una de sus mayores entradas de dinero depende de dos gigantes empresariales: la australiana Antilles Gold y la canadiense Sherritt International. Ambas enfrentan crisis financieras que amenazan con arruinar, endeudar o fragmentar su directiva, un desplome que mantiene en vilo –aunque guarde silencio sobre la situación– al Ministerio de Energía y Minas de la Isla.

Lo había advertido ya, en conversación con 14ymedio el mes pasado, el empresario William Pitt, heredero de varios yacimientos confiscados por Fidel Castro en 1960. Ahora, el descendiente de la familia Pitt-Wasmer llama la atención sobre dos acontecimientos que afectarán directamente a Cuba: la elección, este jueves, de una nueva directiva para Sherritt, y un proceso legal frustrado del cual Antilles Gold pretendía sacar el dinero para hacer viables sus planes en la Isla. 

Antilles Gold había iniciado una querella contra República Dominicana por el impago de 45 millones de dólares. Confiando en que los tribunales arrojarían un resultado favorable, explica Pitt, la empresa ya había hecho planes para la extracción de oro, plata y cobre en las minas cubanas de Vega Grande, Buey Cabón y La Cristina –propiedad de los Pitt-Wasmer–. Sin embargo, la Corte Suprema dominicana solo accedió parcialmente a las demandas de la australiana y el proceso tuvo que elevarse al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial, con sede en Washington. 

Antilles Gold había iniciado una querella contra República Dominicana por el impago de 45 millones de dólares

“El Centro dictaminó que Antilles Gold solo tiene derecho a recibir 3.128.581 dólares”, afirma Pitt. La decisión fue un duro golpe para la empresa y sus directivos subrayaron la “decepción” ante el resultado de la disputa. “Las razones de los tribunales para rechazar la reclamación principal son difíciles de comprender, pero no existe derecho de apelación. La compañía no habría gastado tanto tiempo y dinero en el arbitraje de este reclamo si la junta de directores y sus asesores legales no hubieran pensado que era genuino y justificado”, dijo Brian Johnson, director de la entidad. 

Del dinero que entregará Santo Domingo, asegura Pitt, deben restar aproximadamente 1.313.400 dólares, en concepto de costas judiciales. Lo que le queda a Antilles Gold para invertir en Cuba son solo 2.626.860 dólares, zanja Pitt. Una cantidad insuficiente para llevar a cabo sus planes, sobre todo si se tiene en cuenta que hay otros gastos y pérdidas que debe encarar la empresa tras el fiasco en República Dominicana. 

“Los economistas que estudian el mercado mundial de minerales aconsejan con mucha firmeza a los accionistas dueños de Antilles Gold que vendan las  acciones que tengan de esa compañía, para evitar pérdidas económicas. No ven un futuro favorable para esa compañía", señala Pitt. 

En cuanto a Sherritt International, la situación tampoco es optimista. En vísperas de un cambio en su cúpula directiva, su principal problema es no sólo el desplome del precio del níquel y el cobalto en el mercado mundial, sino también la división –en facciones cada vez más autónomas– de sus accionistas. Sherritt, con intereses en las minas cubanas de Moa y Punta Gorda, en Holguín, no logra que la producción en la Isla esté a la altura de sus expectativas. 

Sherritt, con intereses en las minas cubanas de Moa y Punta Gorda, en Holguín, no logra que la producción en la Isla esté a la altura de sus expectativas

Sin embargo, lo más crítico para la empresa canadiense, opina Pitt, es que una facción de accionistas ha fundado una sociedad limitada llamada SC2, cuyo objetivo es “hacer una oferta para comprar más de 21.000.000 acciones de Sherritt a un precio superior, y así crear un accionista importante”. Sin esa “entidad dentro de la entidad”, que tome decisiones y aporte más dinero, “el desempeño financiero de Sherritt tiene pocas posibilidades de mejorar”, dice el empresario. 

El grupo SC2 ha nominado a un empresario como candidato para presidir la junta directiva de Sherritt. La directiva actual no aprueba a ese candidato y parece haber un cisma en el horizonte. La decisión, informa Pitt, se llevará a cabo este jueves y, sin duda, tendrá repercusión en el futuro de las inversiones mineras en Cuba, cuyas millonarias deudas con la entidad canadiense la han hecho rendirse al llamado “canje del cobalto”, que permite la sobreexplotación de minas cubanas como medio de pago. 

“Todos estos problemas reducen cualquier plan de ampliar negocios en Cuba y por eso Cuba también sufrirá económicamente”, asegura Pitt, que ve, sin embargo, algo positivo: la crisis “reducirá  la explotación de las propiedades mineras en Moa y Punta Gorda que pertenecen a la familia Pitt-Wasmer, localizadas en el área de las nuevas extensiones mineras que Cuba ha otorgado a Sherritt”. 

“Desde 2012 la producción ha ido descendiendo año a año por falta de inversiones”

Un artículo publicado este martes por Inter Press Service (IPS) retoma las declaraciones que, el pasado abril, realizó el director de Minería en Cuba, Joaquín Ruiz Quintana, a Telesur. Los planes de La Habana para el futuro minero del país son ambiciosos, pero la “obsolescencia tecnológica” y el “tiempo y los dineros perdidos” los lastran, admitía IPS. Cuba ha llegado a estar entre los primeros productores de níquel del mundo, pero la caída ha sido notable: en 2016 llegó a producir 50.000 toneladas métricas del metal; ahora, apenas llega a 30.000. 

“Desde 2012 la producción ha ido descendiendo año a año por falta de inversiones”, señala IPS, que parece ignorar los millones de dólares que Sherritt ha entregado a Cuba. Invocando a “fuentes oficiales”, garantizan que la “reanimación” de la industria es inminente. Piden, además, que se realicen más estudios para valorar cuánto más níquel y cobalto podría extraerse del suelo cubano. 

El Gobierno no ignora la situación internacional y ya ha tomado medidas. El propio texto de IPS da las pistas: la llamada cartera de oportunidades para la inversión extranjera, un conjunto de negocios y proyectos de alianza con entidades cubanas que La Habana ofrece a los empresarios internacionales en foros y ferias.

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