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"Si mejorara un poquito el combustible" el abasto de agua sería estable, dice Recursos Hidráulicos

En una encuesta realizada a más de 7.100 cubanos, el 90% calificó desfavorablemente la gestión de la institución

Miguel Díaz-Canel conversó con Antonio Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos / 14ymedio
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04 de mayo 2024 - 19:03

La Habana/En cuanto al abasto y gestión del agua, Cuba es un campo minado de problemas. Bien lo sabe Antonio Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), que compareció en el programa Desde la Presidencia, emitido este viernes y que presenta Miguel Díaz-Canel, para dar un parte de la precaria situación de la Isla. Los principales problemas: escasez de combustible, falta de presupuesto para acceder a las tecnologías y –como no puede faltar en los programas oficialistas– el bloqueo.

La cuarta emisión de este émulo del Aló Presidente chavista comenzó con la enumeración, por parte del mandatario, de numerosas quejas sobre salideros, pipas, abasto y saneamiento de diversas localidades del país. Según una encuesta de “más de 7.100 opiniones (...) solo el 10% tienen una visión favorable sobre el trabajo que realiza el Instituto de Recursos Hidráulicos”, dijo, y dio el disparo de salida al directivo.

Por su parte, Rodríguez no negó las “opiniones de la población” y reconoció que gran parte de los problemas que enfrenta el Instituto podrían resolverse “si mejora un poquito el combustible”. “Hasta el mes de septiembre (de 2023), del plan operativo se nos había podido asignar el 85% del combustible, con el que pudimos acometer un grupo de tareas importante, aunque no todas las que queríamos. En octubre se nos pudo dar solo el 57% de combustible, en noviembre el 32% y en diciembre el 59%”, contabilizó el ingeniero.

Con la caída de las entregas mensuales a la institución, el INRH debió priorizar el combustible para la cloración del agua

Con la caída de las entregas mensuales a la institución, el INRH debió priorizar el combustible para la cloración del agua y el reemplazo y reparación de equipos, explica. Estas actividades consumen cerca del 36% de la asignación, que en el primer trimestre de este año no superó el 41%, por lo que el combustible destinado a otras gestiones, como el abasto en camiones cisterna, la reparación de salideros, las obras en conductoras o el saneamiento de fosas se redujo al mínimo.

Sobre este último servicio, los números ofrecidos por Rodríguez tampoco son buenos. “En diciembre de 2022 teníamos unas 2.500 fosas reportadas. Hoy estamos en unas 9.900. O sea, que es real que la población siente que la limpieza de fosas es un problema. En el mismo año tuvimos solo 900 obstrucciones en el país que hoy ascienden a 2.900”, dijo el directivo que lamentó no contar con “el equipamiento para enfrentar tanto la limpieza de fosas como las obstrucciones”. 

Sobre los salideros, añadió que las provincias que peor situación presentan son La Habana, Santiago de Cuba y Granma. La cantidad de estos reportes es de 5.300 en toda la Isla, más del doble que hace dos años, cuando eran 2.500.

El directivo aclaró que, pese a que el Instituto tiene una necesidad grande de equipamientos y piezas de repuesto, la raíz del problema se encuentra en la incapacidad para importar los recursos necesarios. “Este año ya han entrado 1.231 equipos, eso hacía muchos años que no lo teníamos, y le han costado al país alrededor de 15 millones de pesos”, dijo, y subrayó que las pérdidas de los últimos cuatro años del Instituto “por culpa” del embargo de Estados Unidos ascienden a 29 millones de dólares. “Si tuviéramos esos 29 millones tendríamos los equipos de reserva para mantenimiento y las piezas de repuesto”, resaltó.

Otra queja común de la población, recordó Díaz-Canel, es la descoordinación que existe entre la Unión Eléctrica (UNE) y el Instituto, que causa que en el momento en que está programado el abasto en muchas comunidades no puedan recibir el servicio por los apagones. “Con la contingencia energética hemos tenido días en que entre el 70% y 76% de la población afectada lo está porque no hubo corriente”, señaló el mandatario. 

Rodríguez aseguró que la institución mantiene un estrecho vínculo con la UNE y que en todo momento la prioridad es el servicio de agua

En relación con este tema, Rodríguez aseguró que la institución mantiene un estrecho vínculo con la UNE y que en todo momento la prioridad es el servicio de agua, aunque también conversan la afectación de las bombas, porque “no puede ser que se nos estén quemando los equipos”. Lo que ocurre, explica, es que muchas comunidades no dependen del sistema de conductoras del INRH, sino que están conectadas a otros organismos como Azcuba, que pertenecen a la Agricultura.

“De los 11 millones de cubanos, la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE) de Agua y Saneamiento sirve a 8,8 millones. Por lo tanto, hay 2,2 millones a los que le sirve la

Agricultura y otros organismos”. Según el directivo, esto representa un problema, pues estas entidades no cuentan con los equipos, el personal o las piezas para dar respuesta a roturas y fallas en el sistema. No obstante, hizo la salvedad, existe “un programa de traspaso” a través del cual el INRH ha incorporado a su gestión 470 acueductos de la Isla. 

Rodríguez ejemplificó con el caso de la Isla de la Juventud donde, refiere, varias comunidades están a cargo de otros organismos que no tienen sistema de bombeo. “La prioridad es pasar esa bomba para esas comunidades que son atendidas por otros organismos” con el programa de cambio de matriz energética, con el que el país ha comenzado a sustituir los equipos que funcionan con combustible por otros eléctricos que utilizan energía fotovoltaica.

Con la primera importación se trajeron 722 equipos de este tipo de los que 585 ya están en funcionamiento y otros 100 están siendo instalados y deben estar disponibles antes del día 15 de abril. “Esos, junto a 144 equipos más que nos llegaron, deben mejorar el abasto para más de 440.000 personas. Todavía tenemos 170.000 personas que no han sido beneficiadas pero que, a través de un crédito –del que el Estado es el garante– han llegado 365 equipos más grandes que mejorarán el servicio para 1,4 millones de personas”, prometió el directivo.

Rodríguez reconoció que muchos poblados de la Isla reciben agua con el servicio de camiones cisterna y que los ciclos de abasto pueden demorar hasta 90 días en esas comunidades, pero culpó una vez más a la escasez de combustible y recursos para dar solución a esos reclamos.

Otro asunto “repudiable”, según lo calificó el mandatario, es el de la venta de pipas de agua “por parte de los choferes”, cuando esa agua estaba destinada a otras comunidades. El directivo, no obstante, lavó las manos del INRH y alegó que, incluso cuando se hacen esas denuncias, la población no entrega el número de matrícula de la pipa, por lo que muchos de estos “negocios” quedan impunes. “Después ves a los piperos vendiendo el agua desde 500 hasta 2.000 pesos y no pasa nada”, refirió Díaz-Canel.

“El cobro del agua es un tema decisivo para nosotros”, añadió Rodríguez

“El cobro del agua es un tema decisivo para nosotros”, añadió Rodríguez. “Hoy solo se cobra por Transfermóvil el 16% de las facturas de agua, aunque el año pasado estábamos en el 8%. Tenemos lugares como La Habana, que asciende al 38%, pero tenemos que aumentar el uso de estos canales. Incluso en la bancarización de nuestros trabajadores, en la OSDE estamos a un 85%, pero en Agua y Saneamiento no sobrepasa el 40%”, lamentó el directivo.

Rodríguez hizo una última mención a la crisis de abasto en Las Tunas, que ha sido reportada tanto por la prensa oficial como la independiente. Según explicó, varios equipos de bombeo fueron reparados o importados para ser trasladados hasta la provincia, y otros 12 que quieren adquirir en el extranjero, “no se ha podido abrir la carta de crédito para poderlos traer”, reconoció. El mandatario, por su parte, atribuyó la situación a “los problemas de liquidez de divisas” que causa el bloqueo.

El directivo también dijo sentirse “muy apoyado” por la Unión de Industrias Militares, que este año ayudó en la adquisición de 98.000 metros contadores, que se dedicarán a sustituir los más de 66.000 que están rotos en el país y el resto se instalará en las zonas donde es común que haya sequía y “no se puede perder agua”.   

Para Rodríguez, el problema que asfixia a los cubanos que esperan estabilidad en el abasto de agua es uno solo: “Tenemos equipos de bombeo, tenemos la materia prima, tenemos las tuberías, tenemos la fábrica y tenemos el personal”, por lo que es el combustible lo que limita el servicio. Para este verano, cuando ya el directivo prevé una “situación” con la energía, es probable que el servicio sea peor.

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