Siete años después, Rusia resucita su plan de modernización del ferrocarril en Cuba

Madrid/La Unión de Ferrocarriles de Rusia (RZD) ha desempolvado el proyecto ferroviario que acordó con Cuba hace, ni más ni menos, que siete años completamente perdidos. Serguei Pavlov, subdirector de RZD, contó este martes en el Foro Económico Oriental de Vladivostok que prevé firmar este mismo año un contrato para la modernización de la infraestructura ferroviaria en Cuba en el que lo más destacado es, precisamente, la ausencia de novedades con respecto al proyecto anterior.

El tiempo no parece haber pasado por un plan que permanece inalterable a pesar de los cambios tecnológicos que cabe esperar en todos estos años. Pavlov señaló a las principales agencias rusas que la compañía comenzó a trabajar en el proyecto desde que el Consejo de Ministros ruso publicó en marzo un documento sobre los acuerdos de cooperación con Cuba, que incluía la modernización del ferrocarril.

Mucho trabajo no ha llevado a RZD elaborar la propuesta, ya que los puntos a destacar del acuerdo son la remodelación y la modernización de la línea central La Habana-Santiago de Cuba, cuya extensión es de 835 kilómetros, la línea sur 19 de Noviembre –estación Navajas, incluido el nodo de La Habana y el ramal Montalvo–, de 166 kilómetros; y la línea Cienfuegos –Santa Clara y ramal Refinería–, de 77,4 kilómetros. En total son poco más de mil kilómetros de renovación de infraestructuras, de los 12.000 que posee la Isla, que ya estaban en el plan original.

El tiempo no parece haber pasado por un plan que permanece inalterable a pesar de los cambios tecnológicos que cabe esperar en todos estos años

Aunque lo más destacado, por novedoso, parece ser el acortamiento del tiempo de desplazamiento entre La Habana y Santiago de Cuba, que, de cumplirse, pasaría de 20 horas a 12, lo cierto es que también el plan de 2017 lo contemplaba sin decirlo, ya que estaba previsto el pico de velocidad de 120 kilómetros por hora (km/h.). 

Esas 12 horas que, en el mejor de los casos separarían las dos primeras ciudades de la Isla, son poco menos de las 14 que se tarda en recorrer los 1.145 kilómetros que hay entre Barcelona y Vigo por vía convencional, es decir, en los pocos trenes que quedan en España de larga distancia que viajan a 130 km/h en lugar de los mayoritarios de alta velocidad, que conectan las principales ciudades a 300 km/h.

Pavlov habló este martes de un plan integrador que incluye la creación de un centro unificado de control de tráfico y la formación del personal, pero, una vez más, estos aspectos aparecían en el proyecto de 2017, que aún se puede ver en la desactualizada página web de la RZD. 

La compañía estatal rusa dijo estar en contacto con la parte cubana y las instituciones financieras de su país para la asignación de un crédito de exportación específico para este proyecto, pero no quiso dar cifras. En el anterior proyecto, firmado en 2019, la cuantía ascendía a 1.880 millones de euros, pero cabe esperar que la cantidad sea lo poco que cambie, por la lógica subida de precios en estos años.

Entre las mejoras que prevé la empresa, está el aumento de la capacidad del transporte de carga, que pasaría de 14,7 a 21,6 millones de toneladas, mientras el de pasajeros crecerá de 7,8 a 24,3 millones de personas.

Lo que está por ver es si el proyecto llega, de una vez, a buen término. El acuerdo adoptado en 2017 y firmado en 2019 entre las dos partes naufragó apenas en 2020, cuando RZD optó por suspenderlo.

"Lamentablemente, hemos tenido que suspender nuestro proyecto de modernización integral de la infraestructura ferroviaria cubana debido a las dificultades económicas y las restricciones de cuarentena en la Isla, pero esperamos reanudar las obras después de que la situación se haya estabilizado", apuntó el mismo Pavlov en octubre de 2020.

La noticia se producía pocos días después de que el secretario ejecutivo de la Comisión Intergubernamental Ruso-Cubana de Comercio, Cooperación Económica, Científica y Técnica, Oleg Kucheriáviy, dejara entrever una cancelación masiva de inversiones en Cuba por incumplimientos por parte de La Habana.

El acuerdo adoptado en 2017 y firmado en 2019 entre las dos partes naufragó apenas en 2020, cuando RZD optó por suspenderlo

El funcionario contó a la prensa rusa que, de los 60 proyectos conjuntos, apenas diez estaban llevándose a cabo y señaló en una reunión de la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado que la última sesión de la comisión intergubernamental, que debía celebrarse en la Isla, fue cancelada por "silencio" y "dilación" de las autoridades cubanas.

No era el primer jarro de agua fría de los rusos. Yuri Borisov, entonces viceprimer ministro de Rusia y encargado de las relaciones económicas con Cuba –actualmente responsable de la agencia espacial– afirmó tras un viaje a la Isla que los funcionarios cubanos tenían una “mentalidad de la Guerra Fría que en la Rusia postsoviética” estaba fuera de lugar. "Son negociantes complicados, no lo voy a esconder, la mentalidad del pasado pesa sobre ellos constantemente. Durante las negociaciones, en las posiciones que llevan, siempre aparece que somos un puesto de avanzada de la revolución mundial y simplemente nos tienen que ayudar", señaló.

En este impasse, China llegó para cubrir el hueco dejado virtualmente por Rusia. En 2022, la Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC) y Beijing Fanglian Technology firmaron "dos cartas de intención para la recuperación paulatina de parte de la infraestructura ferroviaria". Entre los acuerdos, estaba prevista una recuperación de talleres ferroviarios que se está llevando a cabo, también con inversión francesa.

Tanto China como Rusia han seguido cooperando con Cuba en lo que a transporte ferroviario respecta, en particular mediante el envío de locomotoras. Pero el nuevo escenario tras la invasión de Ucrania, que ha relanzado las relaciones entre el Kremlin y la Plaza de la Revolución, ha llevado a abrir de nuevo el cajón de los proyectos perdidos. Y ahí sigue estando el vetusto tren cubano.