Sigue el secuestro de la Asociación Canaria en Cuba pese a la visita de un alto cargo español
Las elecciones para una nueva directiva siguen sin convocarse y la comisión gestora, liderada por Fernando Rojas, no rinde cuentas a nadie
La Habana/Hace más de cuatro meses que el viceconsejero de Acción Exterior del gobierno de Canarias, José Luis Perestelo, visitó La Habana para revitalizar la Asociación Canaria de Cuba Leonor Pérez Cabrera. Pasado ese tiempo, las elecciones para una nueva directiva siguen sin convocarse y la comisión gestora, liderada por Fernando Rojas, no rinde cuentas a nadie.
El inmueble de la Casa Canaria, ubicado en el número 258 de la calle Monserrate –ahora avenida de Bélgica–, en La Habana Vieja, tiene la entrada tapiada, fragmentos de las cornisas cayendo hacia la acera y pocos avances visibles en la reparación. Las obras de restauración del imponente edificio debieron terminarse en diciembre pasado, pero "el cronograma está muy retrasado", reconoce Manuel, un afiliado que sigue esperando a que el local reabra sus puertas.
La esperanza de los canarios de volver a contar con un centro donde reunirse se había avivado con la llegada a la capital cubana de Perestelo, acompañado del director general de Emigración de Canarias, José Téllez, pero en la medida que han transcurrido los semanas ha cundido la desesperanza y la indignación. "Está tan destrozado el lugar que es muy poco probable que en un año más pueda terminarse la reconstrucción", explica a 14ymedio Manuel.
"Está tan destrozado el lugar que es muy poco probable que en un año más pueda terminarse la reconstrucción"
"Pero lo peor no es la casona sino el control de la Asociación" añade el canario. El viernes pasado tuvo lugar en la Casa Balear de La Habana, calle G y 23 en El Vedado, una reunión que dirigió Dayamí Blanco Jorrín, mano derecha del ex viceministro de Cultura Fernando Rojas en la comisión gestora con la que intervino la entidad. A la cita estaban convocados presidentes de los órganos de base canarios de varias provincias cubanas. "No dejaban hablar a nadie, solo fue para repartir órdenes".
La Asociación Canaria fue intervenida por el Gobierno cubano desde antes del verano de 2022, cuando puso al frente de la institución al entonces viceministro Rojas. Dos años antes, en noviembre de 2018 había fallecido Carmelo González, presidente de la asociación desde su fundación y un hábil cabildero entre los canarios y el régimen de La Habana. Con su muerte se destapó un agujero en las cuentas por un cúmulo de desfalcos, desvíos de recursos y saqueos.
Desde hace cuatro años, el Ministerio de Cultura controla estrechamente la Asociación. Blanco Jorrín ha sido la persona designada para monitorear las operaciones en la Leonor Pérez. Bajo el mando de la comisión gestora se han retrasado las elecciones, desmantelado varios órganos de base y colocado en puestos claves a personas cercanas a Rojas, según testimonios que ha recopilado 14ymedio en los últimos dos años.
En la reunión de la pasada semana, Blanco Jorrín dio muestras de esa autoridad y salió al paso de los que querían hacer preguntas. La mujer aseguró que el encuentro era para escuchar, no para opinar ni cuestionar nada", detalla a este diario Saúl, un miembro de la Asociación, nacido en Tenerife y residente en La Habana. Este español, que prefiere cambiar su nombre para evitar represalias, cuenta que "algunos de los que apoyan a los interventores son justamente los que formaron parte de los desfalcos, que ninguno está siendo investigado ni procesado, así que los han perdonado para usarlos como cómplices en el secuestro de la Asociación. Dijeron que por el momento no habrá elecciones, que quedan pospuestas hasta que todo esto se arregle y eso, claro está, molestó a mucha gente".
La molestia de muchos miembros se basa en el temor de que sospechan que "Fernando Rojas quiere ser el presidente a la fuerza, a como dé lugar. Se sabía hace tiempo que estaba planeando su jubilación del ministerio y que quería controlar la Asociación y especialmente el edificio, muy bien situado, y que puede dar mucho dinero, ya sea con servicios gastronómicos como con las partidas de dinero que se reciben de Canarias", opina Saúl.
Para Saúl, las subvenciones y ayudas que otorga el gobierno de Canarias a la Leonor Pérez Cabrera parecen ser el motivo del interés de la comisión. Los presupuestos generales de la comunidad autónoma prevén una partida específica de la viceconsejería de Acción Exterior, unos 10.000 euros en 2023, aunque para las obras de rehabilitación de varias Casas (en Venezuela, Uruguay y Cuba) se aprobaron 152.469 euros, de los cuales 90.000 fueron para la habanera.
Para convencer a José Luis Perestelo durante su estancia en La Habana en octubre pasado de que lo mejor que le podía pasar a la Asociación era esta supervisión de la comisión que lidera Rojas, los funcionarios cubanos desarrollaron "un verdadero baile de máscaras": "Vaya, que le diseñaron una escenografía a su medida, pero, claro, el hombre terminó por darse cuenta de que algunas cosas no encajaban".
"Unos pocos días antes de que llegara Perestelo convocaron a miembros del Grupo Renacer, constituido por nativos canarios mayores en Cuba, para decirles que les iban a dar desayuno fuerte y algunas actividades culturales. Todo a la carrera", cuenta Manuel.
"Cuando llegó Perestelo le presentaron a una supuesta profesora de baile y otro de piano que les impartían clases a los abuelos, pero aquello era una farsa. Aunque Dayamí Blanco intentó que ‘la obra de teatro’ fuera creíble, se supo luego que ninguna de las dos mujeres enseñaba música ni danza".
"Nosotras no somos profesoras de nada, trabajamos como empleadas administrativas en la Casa de la Cultura y nos llamaron para que ‘hiciéramos bulto’ porque venía un español importante"
"Nosotras no somos profesoras de nada, trabajamos como empleadas administrativas en la Casa de la Cultura y nos llamaron para que ‘hiciéramos bulto’ porque venía un español importante", reconoció una de las mujeres cuando fue encarada por miembros de la comitiva. Los desayunos para los ancianos canarios se desvanecieron nada más que Perestelo puso un pie en el avión.
Dayamí Blanco Jorrín y Fernando Rojas llevaron a un tour por La Habana Vieja al viceconsejero y lo invitaron a una cena para convencerlo de que todo estaba bien y que la Asociación estaba en buenas manos y le advirtieron de que no se reuniera con ciertos miembros críticos con la comisión gestora, aunque, aparentemente, Perestelo no aceptó las exigencias.
"Todo esto que está pasando ya se veía venir, para Fernando Rojas, la Asociación Canaria y la Casa son la garantía de una ‘dulce’ jubilación, de dinero entrando por todos lados: por los negocios y por las subvenciones", lamenta. "Demoraron todo el proceso de la gestoría y de las obras de reconstrucción para dar tiempo a que él saliera de su cargo en el Ministerio de Cultura. Pero se han topado con una piedra dura".