Un joven se suicida en Holguín tras ser multado con 5.000 pesos por vender plátanos

La Habana/Hace poco más de 10 años, exactamente el 17 de diciembre de 2010, en un pueblo de Túnez, se inmolaba Mohamed Bouazizi, un joven vendedor ambulante, después de que la policía le confiscara su puesto de frutos; hace dos días, el 29 de marzo, en el pueblo de Guaro, en el municipio holguinero de Mayarí, otro carretillero, Jorge Cachón Martínez, se ahorcó después de que las autoridades le multaran con 5.000 pesos y le decomisaran los plátanos que vendía en la calle.

La activista Teresa Miranda denunció en sus redes sociales el suicidio de Cachón Martínez, de tan solo 25 años. La publicación fue compartida por varios internautas que criticaron la forma en que el Gobierno arremete contra los carretilleros y vendedores ambulantes.

Según el testimonio publicado por Miranda, el joven, que era "huérfano de madre y padre", fue multado por vender viandas en la calle. Cachón Martínez no poseía licencia para comercializar productos agrícolas de manera ambulante, y además de la multa, le decomisaron unos plátanos.

"Aquí mucha gente está lamentando lo que ha pasado, y claro, todos coinciden en que fue un abuso lo que hicieron con él", declaró Miranda a 14ymedio desde Guaro. "Lo encontraron ahorcado el lunes y lo enterraron enseguida con el pretexto del covid", precisó.

Dos organizaciones independientes del campesinado denunciaron también el suicidio, la Liga de Campesinos Independientes y la sección Cuba de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (Flamur). "La mafia anticubana que desgobierna el país ha lanzado a la pobreza y miseria extrema a decenas de miles de personas, devaluado súbita y dramáticamente su poder adquisitivo y se ha desentendido de sus necesidades de medicinas y alimentos", expusieron en un comunicado.

La Liga de Campesinos Independientes y la sección Cuba de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales denunciaron el suicidio y culparon al Gobierno

"Pretende acorralar económicamente con multas exorbitantes y repetidas a cualquier ciudadano que asuma una iniciativa para apenas salvar a sus seres queridos de este naufragio nacional. Para colmo, los miembros de esas pocas familias mafiosas que se han apoderado del país hacen ostentación pública de su vida de lujos y despilfarros", agregaron las organizaciones.

En su texto, sostienen que "las multas financian la represión" y pagan los salarios "de los esbirros que las imponen de forma abusiva y arbitraria". Los campesinos independientes exigen que el suicio de Jorge Cachón Martínez, "que prefirió quitarse la vida antes que humillarse o mendigar, debe poner punto final a estos abusos".

"¡Nadie debe pagar ni una sola multa más hasta que respeten al pueblo y levanten el bloqueo interno! No hay calabozos para tanta gente", concluyeron.

A principios de marzo, varios residentes del reparto Luz, en la misma provincia de Holguín, impidieron que dos inspectores decomisaran varios productos agrícolas que comercializaba un vendedor en una esquina de la calle Mario Pozo, como se pudo ver en una filmación difundida en redes sociales.

Dos videos publicados en Facebook registran cómo los vecinos se unieron para que no se llevaran la mercancía, que incluía varios productos deficitarios en los mercados estatales. Los inspectores, vestidos con camisas de manga larga y de color azul, exigieron la presencia del dueño del puesto, pero nadie respondió al llamado y tuvieron que retirarse.

A finales de febrero en Caibarién, Villa Clara, un vendedor de dulces protagonizó una protesta tras ser multado con 2.000 pesos. El hombre subió sobre el techo de su carrito de venta, en plena vía pública, y alrededor de él se congregaron decenas de personas de la localidad que mostraron su apoyo al cuentapropista.

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