"Se supone que ahora le tenemos que comprar al Estado y yo con el Estado no hago tratos"

Las 'mipymes' que no aceptan las nuevas reglas del Gobierno cubano rematan sus productos y optan por el cierre

Las nuevas medidas no solo afectan a los privados que venden alimentos, aunque este es uno de los tipos de negocios más abiertos.
Las nuevas medidas no solo afectan a los privados que venden alimentos, aunque este es uno de los tipos de negocios más abiertos. / 14ymedio/ Archivo
Natalia López Moya

11 de diciembre 2024 - 11:03

La Habana/Galletas dulces, refrescos instantáneos y cuadritos de sopa concentrada forman parte de la lista que pasa de móvil en móvil en la barriada habanera de Los Sitios. En un grupo de WhatsApp, los vecinos se avisan de los nuevos precios de liquidación de estos productos en un cercano comercio privado. "Aprovechen ahora, que este es el último mes que el mercadito está abierto", reza al final del texto.

La reciente publicación en la Gaceta Oficial de una resolución que prohíbe a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) vender al por mayor sin la mediación del Estado y excluye totalmente del mayoreo a los trabajadores por cuenta propia ha provocado que muchos pequeños locales particulares estén liquidando todas sus existencias para ajustarse a la nueva ley o para, definitivamente, echar el cierre. "Nosotros no importamos, pero le compramos a un par de empresas privadas que sí lo hacen—siempre a través de un intermediario estatal—, lo que nos ahorra todo el papeleo de traer los productos desde fuera", detalla a 14ymedio Pablo, dueño de una pequeña bodega cerca de la avenida Carlos III.

El emprendedor, que prefiere cambiar su nombre para no exponerse a represalias, empezó desde inicios de noviembre, tras conocer las nuevas medidas que venían en camino, a rematar los productos almacenados. "Lo que me quedan son unas pocas mercancías y estamos haciendo rebajas y ofertas de fin de año para liquidar todo antes del 20 de diciembre porque en Navidad no vamos a abrir y para 2025 ya ni siquiera vamos a existir como negocio", explica.

"Lo que me quedan son unas pocas mercancías y estamos haciendo rebajas y ofertas de fin de año para liquidar todo antes del 20 de diciembre"

Pablo comenta que cuentan con dos proveedores fundamentales, "una mipyme que importa productos congelados, como pollo, picadillo y también carne de cerdo desde Estados Unidos y otra que trae detergente, jabón y otros alimentos que no necesitan refrigeración desde México". Ahora, ambas empresas no podrán comerciar de forma mayorista la mercancía que traen a la Isla directamente con los pequeños mercados particulares. "Se supone que ahora le tenemos que comprar al Estado y yo con el Estado no hago tratos".

La desconfianza de Pablo se debe a que trabajó por más de dos décadas en una entidad vinculada a Cubacontrol, una empresa estatal que supervisa muchas de las transacciones comerciales que ocurren en la Isla. "Yo vengo de dentro y sé cómo se trabaja en esos lugares, lo que va a pasar a partir de ahora es que todo será más lento, más difícil y con más burocracia y, la verdad, no estoy para eso. Mi mujer y yo abrimos esta mipyme para mejorar nuestra vida, no para que nos provoque un infarto".

En la calle Reina, también en Centro Habana, un local muy surtido que ofrecía refrescos, cerveza y todo tipo de chucherías también está cerrado desde hace una semana. Los vecinos alrededor aclaran a los clientes que llegan en busca de la tienda que no va a abrir más. "Cerraron y vendieron lo que les quedaba", cuenta una jubilada que lamenta la decisión de los dueños. "La señora que les alquilaba la sala de la casa se quedó sin esa entrada de dinero y ahora cuando uno quiere fumar o tomarse algo frío tiene que caminar más para conseguirlo".

Las nuevas medidas no solo afectan a los privados que venden alimentos. "Compra todo el lote que estamos en liquidación", aclara un vendedor de una pequeña empresa que vende al por mayor losas de revestimiento para trabajos de albañilería. "Es cerámica española y si compran el lote completo, que tiene sus papeles de importado por Mariel, hay rebajas grandes. Nada de abuso, no ganamos nada, queremos vaciar el almacén antes de fin de año". En las fotos que acompañan al anuncio se ven numerosas hileras de cajas con losas de diferentes tamaños, texturas y colores. 

"Es cerámica española y si compran el lote completo, que tiene sus papeles de importado por Mariel, hay rebajas grandes"

Otros, también en el sector de la venta de materiales constructivos, liquidan ahora sus productos en aras de ajustarse a las nuevas regulaciones y pasar a comprar al por mayor a las empresas estatales que, obligatoriamente, serán intermediarias. “No nos quedaba mucho en el almacén porque estos meses han sido complicados y no habíamos recibido prácticamente mercancía. Antes de cerrar definitivamente vamos a ver cómo nos va con esta ley y nos volveremos a inscribir en el registro comercial bajo las nuevas condiciones”, asegura a este diario otro vendedor de cemento, grifería para baños y cocinas, además de herramientas.

Para Raúl Rojas Leiva el papel del Estado como intermediario solo apunta a fracaso: “Si las empresas de comercio interior tienen transporte, infraestructura y experiencia comercial, porque no llegan a tiempo los mandados a las bodegas, porque las entidades de comercio interior no venden casi nada, para no decir nada”, cuestiona en la página de Facebook del Gobierno de La Habana que se ha lanzado a convencer a los emprendedores de las bondades de la nueva resolución.

"Gran liquidación de calzado para hombre, mujer y niños. No te la pierdas, después no digas que no te avisamos", advierte otro anuncio de otra mipyme, esta vez en el municipio de Diez de Octubre. "Toda es mercancía de calidad, traída de Panamá y de lo que se está usando ahora en el mundo, nada de modelos viejos", explica una vendedora a este diario. En su caso, a diferencia de otros locales que apuestan por continuar abiertos bajo la nueva legislación, la comerciante ha tomado una decisión más drástica: "No vamos a seguir porque nuestro proveedor dice que ya no va a poder vendernos de forma mayorista".

En el caso de ese comercio de calzado, el desmantelamiento lleva también la propia vivienda en que se exhibían los productos. "Si quiere comprar una casa de dos plantas, cerca de Santa Catalina, esta es su mejor opción. La planta de abajo está acondicionada para tener un negocio que ahora es de zapatos pero puede reformarse para una peluquería, un spa o una bodeguita", añade la mujer que agrega: "manténgase al tanto por nuestro canal de WhatsApp que lo vamos a liquidar todo, hasta los espejos".

También te puede interesar

Lo último

stats