Tabacuba no paga sus deudas en Sancti Spíritus y la cosecha de 2024 se desploma
La empresa estatal se justifica con el argumento de que no tenía "liquidez para invertir en los insumos necesarios para la nueva siembra"
La Habana/No solo de tabaco premium viven los vegueros cubanos. Tras una siembra insuficiente y la cosecha mediocre que le siguió, tuvieron poco que celebrar este jueves, día de fiesta para el sector. En Sancti Spíritus, una de las provincias con peores resultados, el grupo empresarial estatal Tabacuba “no le ha pagado a los productores y por eso están berreados” con los directivos, cuenta a 14ymedio uno de los empleados de la empresa.
En efecto, en una nota publicada este jueves por la prensa oficial, Tabacuba lamentaba que solo 480 vegueros, de los más de 1.180 con quienes habían pactado la entrega de la hoja en la provincia, habían cumplido –y de manera deficiente– con lo comprometido. Ahora, explica el empleado, la estatal registrará “pérdidas catastróficas y espera recuperarse con las ganancias del seguro”, un dinero que no sabe si vendrá de España, la contraparte de una de sus empresas filiales, Habanos SA.
“Ellos –los directivos– quieren asegurar todas las plantaciones en caso de pérdidas y catástrofes, porque ya este año calculan que las pérdidas serán graves”, añade el trabajador de Tabacuba. El panorama es tan grave que a las empresas que se encargan de la exportación de la hoja “ni siquiera les avisaron”, como es habitual, de que se movilizaran para sacar la mercancía.
Cuando se le pidieron explicaciones a la Sección Comercial de la compañía, tuvieron que responder que “no habían recibido las ganancias de las cosechas anteriores”
Cuando se le pidieron explicaciones a la Sección Comercial de la compañía, tuvieron que responder que “no habían recibido las ganancias de las cosechas anteriores” y, por tanto, no tuvieron “liquidez para invertir en todos los insumos necesarios para la nueva siembra”.
Sin la posibilidad de comprar los elementos que exige un cultivo tan delicado como el tabacalero, la hoja se expuso de manera poco calculada al sol y al calor. “Se necesitaba techar el cultivo”, alega el empleado –aludiendo a las características mallas blancas que cubren la planta–, “pero todo eso cuesta y no es duradero. De un año para otro las mallas se empiezan a deteriorar y hay que estarlas cambiando. Sencillamente, no había dinero para comprar las nuevas”.
La situación tampoco es halagüeña en el resto de las provincias, cuyo balance publicaron este jueves –disimulando en lo posible los datos– varios medios oficiales. En Villa Clara, la emblemática Finca Ceballos, cerca del municipio cabecera, solo logró el 70% de su plan de tabaco para exportar. En general, según Vanguardia, no le fue mal a la provincia: un sobrecumplimiento de 11% le granjeó ser la sede por el día del trabajador tabacalero este año.
En Villa Clara, la emblemática Finca Ceballos, cerca del municipio cabecera, solo logró el 70% de su plan de tabaco para exportar
Villa Clara, sin embargo, es la excepción. En Pinar del Río, la meca del tabaco cubano, abrieron su artículo sobre el tema con una advertencia: después del paso del huracán Ian ya nada sigue igual. El texto se concentra en explorar –como botón de muestra– el trabajo de una finca, la de Miyelis Canales. Canales ha logrado recolectar más de 2.900 cujes –la vara en la que se secan las hojas–, una cantidad modesta, pero que la prensa oficial vende como todo un éxito. Lamenta, sin embargo, que el ciclón “le tumbó la casa de tabaco”, dejando solo 18 quintales sanos, de los 28 que poseía.
En la vecina Isla de la Juventud, según su periódico local, se sembraron 100 hectáreas y piensan elevar la exportación de tabaco para capa –el que cubre la tripa del puro– un 20%, pero, de momento, todo es apenas un plan. Su pronóstico de cosecha: 57 toneladas de tabaco tapado y 22 de sol en palo –el que se usa para cigarros–, que esperan recoger próximamente.
Habanos, el buque insignia de la exportación tabacalera, no da pistas sobre el agotamiento de la producción
Otras provincias, como Cienfuegos, han tenido que organizar –como se hace en Pinar del Río– rutas turísticas en sus instalaciones productivas. En una finca del municipio montañoso de Cumanayagua, le muestran a los turistas “la metodología de la siembra, producción y cosecha, además del proceso de selección de la aromática hoja, cuyas mejores capas son tributadas al torcido del tabaco con destino a la exportación". Además, cuentan con un “tabaquero-torcedor dentro de la finca para que tanto nacionales como extranjeros conozcan cómo se tuerce el habano en Cuba.
Aparentemente ajeno a las dificultades del sector, Habanos, el buque insignia de la exportación tabacalera, no da pistas sobre el agotamiento de la producción. Al fin y al cabo, lo que interesa a la empresa mixta no son las distintas variantes de tabaco que la Isla cultiva, sino solo el premium, cuyos ingresos –721 millones de dólares en 2023– mantienen a flote a Tabacuba.
Habanos organiza por todo el mundo eventos de lujo para promocionar series de puros cada vez más caros y aprovecha cualquier oportunidad –como el Año del Dragón, diseñado para agasajar a China y atraer a sus consumidores– para confeccionar y vender vitolas exclusivas de sus marcas más emblemáticas: Cohiba, Montecristo, Partagás, Trinidad y Romeo y Julieta.