Tapiada y sin techo, la casa de Bola de Nieve sufre el abandono en Guanabacoa

La vivienda se ha convertido en un cascarón grisáceo que el museo municipal, a cargo del inmueble, vigila con recelo

La casa está ubicada en la esquina de las calles Máximo Gómez y Versalles.
La casa está ubicada en la esquina de las calles Máximo Gómez y Versalles. / 14ymedio
José Lassa

02 de febrero 2025 - 17:19

La Habana/El estado de la casa natal de Bola de Nieve, autor de las letras más melancólicas de la música cubana, da para componer un bolero desolador. Ubicada en la esquina de las calles Máximo Gómez y Versalles, en Guanabacoa, La Habana, la vivienda se ha convertido en un cascarón grisáceo que el museo municipal, a cargo del inmueble, vigila con recelo.

De la casa permanecen en pie las paredes que marcan el perímetro y varias columnas que soportan la estructura del portal, rematadas con adornos florales que imitan los marcos que quedan en los ventanales. El techo hace tiempo que se derrumbó. De los restos del inmueble se adivinan las dimensiones de una casona republicana que antaño ocupaba toda la esquina de la calle y ahora permanece “tapiada” para evitar que se cuelen inquilinos indeseados.

Mientras vivieron personas en la casona, el museo no podía restaurarla.
Mientras vivieron personas en la casona, el museo no podía restaurarla. / 14ymedio

Como el bolero del cubano Es tan difícil, para el museo de Guanabacoa atender la vivienda y reanimarla se ha vuelto una misión imposible. “Había un proyecto para restaurarla, pero quedó en nada. Al final la tapiaron, porque constantemente entraban personas a dormir o directamente a vivir, y esa fue la solución: sellarla”, cuenta a 14ymedio un trabajador del museo.

En 2011, cuando se cumplió un centenario del natalicio de Bola, el museo municipal puso una tarja conmemorando el cumpleaños del músico, pero poco después la retiró. 

Según explica, la vivienda perteneció a la familia de Ignacio Jacinto Villa Fernández –quien se atribuyó el irónico nombre artístico de Bola de Nieve–, pero el músico trasladó a sus parientes a otra vivienda en el mismo municipio, ubicada en la esquina de las calles Nazareno y Maceo. “Los descendientes de su hermano no conservaron la casa y la permutaron. Fue durante un tiempo una cuartería donde vivían varias familias”, explica el empleado.

El inmueble republicano conserva las paredes y hace tiempo que perdió el techo.
El inmueble republicano conserva las paredes y hace tiempo que perdió el techo. / 14ymedio

Mientras vivieron personas en la casona, el museo no podía restaurarla, pero tampoco dejaba a los inquilinos hacer cambios grandes pues el inmueble es considerado patrimonio. Cuando finalmente quedó vacía –le dieron otro lugar a quienes vivían allí– y el museo podía “meter mano” sin obstáculos, entonces ya no había recursos ni intenciones de reparar la casa.

“Se ha hablado de proyectos de restauración e incluso llegó a presentarse alguno, pero no se hace nada. Hay muchos sitios en Guanabacoa patrimoniales con proyectos de restauración presentados, pero el tema es que no hay dinero”, aduce el trabajador. Cuando el mismo museo de Guanabacoa “necesita reparación”, el futuro de la casona es claro: “se va a perder”.

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