Sin técnicos para reactivar los transmisores de onda corta, Radio Martí no llega a Cuba
En la frecuencia de los 1180 kHz de AM solo se escucha Radio Reloj y Radio Rebelde "y entre ambos un ruido enorme"
La Habana/Ni en La Habana ni en otros lugares del centro de Cuba, como Villa Clara, ni subiendo a las azoteas, ni siquiera adaptando antenas a viejos equipos. La tarea de sintonizar Radio Martí en la Isla, a través de la onda media (AM o amplitud modulada), resulta infructuosa estos días, casi una semana después de que la emisora haya reanudado parte de su programación.
En la frecuencia de los 1180 kHz, la franja de AM en la que el medio informó estar transmitiendo, “solo se logra escuchar Radio Reloj y Radio Rebelde, y entre ambos un ruido enorme”, atestigua un vecino del municipio habanero de Plaza de la Revolución. “La banda está nula, hay un vacío oscuro ahí”, cuenta un técnico que intentó captar la señal desde Centro Habana con una antena criolla, “instalando un alambre de cobre en espiral, con seis vueltas, que es lo que se usa para la AM”. Con frecuencia, esa señal es interferida por el régimen y apenas llega a la costa norte de la Isla.
El pasado miércoles 26, medio centenar de empleados federales de Radio y TV Martí y de su web regresaron a sus puestos de trabajo y, ese mismo día, algunos de sus programas, como Las Noticias Como Son, volvieron al aire. Sin embargo, la medida no se extendía a la veintena de “contratistas”, es decir, colaboradores externos, de la empresa estatal.
Los que sí son empleados federales en aquella sede, por otra parte, “no han sido autorizados a regresar a sus puestos”
Es una de las razones por las que el medio no transmite aún en onda corta, que burla las interferencias y llega más adecuadamente a Cuba. Los técnicos en Greenville, Carolina del Norte, donde se encuentran esos transmisores, no son empleados federales. Y los que sí son empleados federales en aquella sede, por otra parte, “no han sido autorizados a regresar a sus puestos”, cuenta a 14ymedio una trabajadora que pide anonimato. “A los contratistas les cancelaron el contrato”.
La semana pasada predominaba el optimismo. El opositor José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) y uno de los que habían alzado su voz por el restablecimiento de las operaciones de Martí Noticias, aseguraba que le llegaron “noticias positivas de que puede reanudarse más adelante”. Hoy, el panorama se ve más sombrío. La empleada del medio lamenta: “Hay gestiones por parte de la gerencia, pero la burocracia no entiende”.
Como parte de los drásticos recortes aplicados sin miramientos por su nueva Administración, Donald Trump ordenó suspender mediante una orden ejecutiva las operaciones de los medios de comunicación que contaran con financiación federal, alegando, entre otros motivos, que suponían un elevado gasto para el contribuyente sin aportar ninguna contrapartida.
El sábado 15 de marzo los empleados de Radio y TV Martí recibieron una carta en la que se les comunicaba el inicio de una “licencia administrativa” para todos, sin suspensión de salarios. Un día después, también los colaboradores recibieron un correo, donde se les comunicaba que debían cesar “inmediatamente” sus labores y que no se les permitiría acceder ni a las instalaciones ni a los sistemas operacionales de la agencia. En el mensaje se indicaba que el despido sería oficial desde el 31 de marzo a las 11:59 pm.
“Hace mucho que no la escucho en el radio”, “yo la sintonizo a través de internet”, “yo ni siquiera tengo radio”
La situación ha mantenido sin actividad de ningún tipo todos los canales del medio, perteneciente a la Agencia de Estados Unidos para los Medios Globales (Usagm), que incluye a Voz de América (VOA) y otros medios, como Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), también suspendidos de actividades por Washington.
El pasado viernes, el juez federal de Manhattan J. Paul Oetken declaró que bloquearía temporalmente el desmantelamiento de la Usagm. Tras una primera audiencia del caso llevado a los tribunales por los abogados de la VOA, el magistrado consideró que la decisión de suprimir varios medios públicos fue “arbitraria y caprichosa”, ya que el presupuesto para este año ya había sido aprobado por el Congreso de Estados Unidos.
El juez Royce C. Lamberth, de la corte del distrito de Columbia, también admitió una solicitud presentada por la emisora contra Usagm, a la que el magistrado indica que “no puede, con una sola frase de razonamiento que prácticamente no ofrece explicación alguna, obligar a RFE/RL a cerrar, incluso si el presidente se lo ha ordenado”.
La demanda fue presentada el pasado 18 de marzo y argumentaba que negar los fondos asignados por el Congreso viola las leyes federales y la Constitución, que otorga exclusivamente al Congreso el control sobre el gasto federal.
Que vuelva la señal de onda corta no garantiza, en cualquier caso, el regreso de la audiencia de Radio Martí dentro de Cuba. “Hace mucho que no la escucho en el radio”, “yo la sintonizo a través de internet”, “yo ni siquiera tengo radio”, son algunas de las impresiones de residentes dentro de la Isla.
“Para mí que la audiencia había bajado mucho al momento de la suspensión de la señal”, estima una habanera de El Vedado, que no obstante lamenta que se apague una voz que fue tan importante para que los cubanos pudieran conocer la realidad fuera de lo que contaba el régimen, sobre todo la primera década después de su fundación, por el entonces presidente Ronald Reagan, en 1985. “Lamentablemente, Facebook y WhatsApp remataron a Radio Martí”.