El tomate se pudre en los campos y falta en las cocinas cubanas
Los agricultores protestan por la falta de recogida de la empresa estatal Acopio
La Habana/Los problemas con la recogida y distribución de tomates en los campos de Sancti Spíritus persisten. Los productores agrícolas Yamilé Bombino, Nieves Emigdio Pérez y Rodovaldo Justo continúan tocando puertas para que el Estado vaya a recoger sus cosechas, sin éxito.
Desde inicios de abril, Bombino optó por denunciar en redes sociales la incompetencia de la estatal Acopio. La espirituana, junto con Pérez y Justo, son los encargados de la finca El Zaíno, asociada a la Cooperativa de Crédito y Servicios Patria o Muerte del municipio Cabaiguán. Los campesinos tienen un contrato de entrega de 400 quintales de tomate con esa empresa, pero la cosecha continúa pudriéndose porque no pasan a buscarla. La respuesta que recibieron fue que "no tienen destino para la producción".
Este lunes, luego de pasar casi un mes buscando una solución a los tomates, el diario oficial Juventud Rebelde publicó la queja de los agricultores. Acopio Cabaiguán no cumplió con el contrato inicial, pero tampoco han cumplido las autoridades del gobierno local ni directivos del Ministerio de Agricultura con una solución al problema.
"Fue engaño, falta de respeto, pues tras haber perdido más de 30 quintales, nos recibieron 45 para la industria, cuyo precio es de 2,60 la libra. Acopio solo nos recibió 85 quintales"
Según esta nota, contactaron con el presidente del gobierno municipal, quien se interesó "pero no pudo resolver". Funcionarios de Acopio de la provincia junto con la delegada de la Agricultura en Cabaiguán se comprometieron el pasado 7 de abril a recoger todo el tomate y asumir lo que el municipio no pudo.
"Fue engaño, falta de respeto, pues tras haber perdido más de 30 quintales, nos recibieron 45 para la industria, cuyo precio es de 2,60 la libra. Acopio solo nos recibió 85 quintales", señalan en su carta al medio oficial.
Luego enviaron quejas a las delegaciones provincial y municipal de la Agricultura, también sin éxito. "Desde el 12 de abril volvimos al mismo problema: Acopio municipal no quería recibir más tomate. Llamamos a la delegada municipal de la Agricultura varias veces, siempre reunida. Por mensaje le explicamos la situación, y tras tanto insistir, la respuesta fue que la única solución que Acopio tenía era la industria" (para hacer salsa de tomate, por ejemplo).
El contrato firmado por los 400 quintales establecía la libra de tomate de consumo a 5,20 pesos, pero si la hortaliza se destina a la producción industrial, pierden por cada libra que entregan al Estado 2,60 pesos.
Sin embargo, los campesinos continuaron insistiendo porque no recogían los tomates. Llamaron varias veces a Acopio provincial, pero de allí nadie contestó, algo que juzgan deberían haber hecho "al menos por educación; tras habernos dado su número de teléfono para cualquier situación y comprometerse a acopiar el tomate".
También escribieron a Atención a la Población del Ministerio de la Agricultura y hasta el 19 de abril no habían obtenido respuesta. "No es justo que después del reconocimiento por nuestra entrega de alimentos al Estado, y que mensualmente donamos de nuestra producción a la casa de niños sin amparo familiar, nos veamos tan mal atendidos", se quejan.
"El año pasado pasó lo mismo: perdimos más de 500 quintales de tomate de consumo contratados con Acopio. Aún estamos a tiempo de entregar tomates en buen estado a Acopio, y que este asuma el contrato"
Las deficiencias en la recogida y distribución de los productos agrícolas no son nuevas, pero el Gobierno mantiene su postura de seguir centralizando el trabajo y la producción del campesinado. En una reunión a inicios de mes de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap) de Sancti Spíritus estos problemas fueron centro de debate.
Unas 29 cooperativas espirituanas reportaron pérdidas económicas al cierre del primer trimestre del año, mientras que más de 140 han presentado "fisuras" en las finanzas y el funcionamiento productivo, según el diario local.
Con la cosecha de 2020 Bombino, Pérez y Justo tuvieron que enfrentar los mismos obstáculos: "El año pasado pasó lo mismo: perdimos más de 500 quintales de tomate de consumo contratados con Acopio. Aún estamos a tiempo de entregar tomates en buen estado a Acopio, y que este asuma el contrato".
A mediados de este mes el Gobierno anunció un grupo de 63 medidas que persiguen incrementar la producción agropecuaria en el país. En palabras del viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca, las decisiones buscan "quitar todas esas estructuras intermedias" que impiden el estímulo de los productores y la comercialización. Sin embargo, el paquete de flexibilizaciones no incluyó el fin de la impopular Acopio, la entidad oficial que muchas veces hace de intermediaria entre el campo y los mercados y destaca por su incompetencia.
La temporada de tomate está concluyendo en la Isla, en la medida en que se acerca el verano y las altas temperaturas no favorecen el cultivo de esta especie. Durante todo el invierno y parte de la primavera, el precio de la libra de este alimento ha oscilado entre los 5 y los 50 pesos, en dependencia de su calidad y tamaño.
Las salsas y concentrados de tomate, muy usados en las cocinas de la Isla para preparar diversas recetas, han subido significativamente de precio y han desaparecido de los mercados en moneda nacional, por lo que muchas familias apelan a prepararlas en casa. Fuera del preparado doméstico la otra opción es comprar salsa importadas en las tiendas en divisas.
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